"No soy un animal"

Tras pasar 18 a?os en el corredor de la muerte por el asesinato de ocho adolescentes, Michael Bruce Ross, se ha convertido en el primer reo ejecutado en el Estado de Connecticut en los ¨²ltimos 45 a?os. Michael rechaz¨® las apelaciones de sus abogados y acept¨® su condena de buen grado. Siempre neg¨® ser un perturbado y en una ocasi¨®n escribi¨®: "No soy un animal".

Los tribunales condenaron a una pena superior a los 300 a?os de prisi¨®n para este asesino en serie, acusado de estrangular a primeros de los a?os 80 a ocho chicas adolescentes y una mujer joven, en algunos casos con el agravante de rapto. Hasta ese momento Michael hab¨ªa sido un respetable y discreto diplomado en la Universidad de Cornell que se dedicaba a la venta de seguros.

Los esfuerzos de sus abogados de oficio, de su familia y de numerosas organizaciones de ciudadanos contra la pena de muerte han sido en vano. Hace un a?o, cuando Michael fue sentenciado a la pena capital por inyecci¨®n letal, el reo neg¨® cualquier acci¨®n en su defensa. Afirm¨® que aceptaba la pena como una manera de aliviar la vida de las atormentadas familias de las chicas asesinadas.

Nada que decir

Durante el proceso judicial, el propio Michael, de 45 a?os, puso empe?o en demostrar que no era ning¨²n perturbado mental y logr¨® convencer al tribunal que en todo momento fue un hombre plenamente consciente de sus actos, pese a que los psiquiatras afirmaron que padec¨ªa instintos suicidas y que presentaba un cuadro de evidente trastorno al ver que era incapaz de demostrar ante el mundo que no era ning¨²n monstruo. De hecho, en una de sus notas escritas en prisi¨®n, Michael afirm¨®: "No soy un animal".

A la ejecuci¨®n de Michael Bruce Ross, la pasada madrugada, han asistido unas 20 personas, entre las que se encontraban familiares de algunas de las v¨ªctimas del reo. Durante el proceso, Michael ha cerrado los ojos evitando mirar a los testigos de su muerte. Ni siquiera pudo dirigir unas ¨²ltimas palabras antes de recibir la inyecci¨®n letal.