El Ejecutivo de Villepin promete mantener a Francia en el coraz¨®n de la construcci¨®n europea

El nuevo Gobierno franc¨¦s del primer ministro Dominique Villepin y de su n¨²mero dos y ministro de Estado, Nicolas Sarkozy, ha celebrado hoy su primer Consejo de Ministros y los traspasos de poderes, en medio de un gran escepticismo por su poca renovaci¨®n y las divisiones en su interior.

El Ejecutivo de Villepin, formado cuatro d¨ªas despu¨¦s del rotundo no de los franceses a la Constituci¨®n europea, reduce sensiblemente el n¨²mero de departamentos ministeriales, pasando de los 40 que ten¨ªa el de Jean-Pierre Raffarin a 31. La mayor¨ªa de las carteras las ocupan fieles al presidente Jacques Chirac, salvo un peque?o bloque en torno a Sarkozy.

El estreno del nuevo Ejecutivo tambi¨¦n ha estado marcado por la evidente amargura de dos importantes miembros del anterior, que han sido despedidos: Michel Barnier y Francois Fillon. Barnier, relevado en Exteriores por el hasta hoy titular de Sanidad, Philippe Douste-Blazy, carente de experiencia diplom¨¢tica internacional, ha denunciado la "decapitaci¨®n" del Ministerio. "El rechazo a la Constituci¨®n europea y el cambio de gobierno han tenido como consecuencia la decapitaci¨®n del equipo ministerial", ha lamentado Barnier. El tambi¨¦n ex comisario europeo ha aconsejado a los pol¨ªticos franceses que saquen "todas" las lecciones del triunfo del no en la consulta popular.

Apuesta europe¨ªsta

Douste-Blazy y la nueva ministra delegada de Asuntos Europeos, la veterana diplom¨¢tica y ex portavoz de Chirac, Catherine Colonna, han apostado por mantener a Francia "en el coraz¨®n de la construcci¨®n europea" y restaurar "la confianza entre los franceses y los europeos" tras el triunfo del no en el refer¨¦ndum.

Mientras, otro desechado, el ex ministro de Educaci¨®n Francois Fillon, ha afirmado al diario Le Monde que al "despedirle", Chirac y Villepin le han convertido "antes de tiempo" en "director de campa?a" del adversario de ambos y n¨²mero dos del Gobierno, Nicolas Sarkozy, para las elecciones presidenciales de 2007.

"Limpiar Francia de gamberros"

Sarkozy ha aprovechado su primer d¨ªa al frente de la cartera de Interior para realizar una exhibici¨®n de fuerza. En una visita a Perpi?¨¢n, ciudad del sur del pa¨ªs escenario de graves altercados con tintes xen¨®fobos tras la muerte de dos hombres de origen magreb¨ª, ha prometido "limpiar Francia de los gamberros". El tambi¨¦n presidente de la conservadora y gobernante UMP, que adquiri¨® su enorme popularidad gracias a sus ¨¦xitos en la lucha contra la inseguridad durante su primera etapa al frente de Interior, ha prometido "tolerancia cero" frente a la violencia. En paralelo, el primer ministro ha anunciado que recibir¨¢ el pr¨®ximo lunes a los interlocutores sociales para escucharles antes de desvelar su "batalla" contra el paro, m¨¢xima prioridad del nuevo Gobierno que considera que el desempleo ha sido el caldo de cultivo del rechazo al tratado constitucional.

Cr¨ªticas de la oposici¨®n

El equipo de Villepin arranca con un panorama muy poco alentador: el 40% de los franceses desaprueba el nombramiento de Villepin (s¨®lo lo aprueba un 36%), un 57%considera que no podr¨¢ devolverles la confianza como pretende en "cien d¨ªas", como ¨¦l mismo prometi¨® al asumir el cargo, y un 74% desconf¨ªa del presidente Jacques Chirac, un r¨¦cord de impopularidad en sus m¨¢s de diez a?os en el El¨ªseo.

"Este Gobierno empieza mal", ha juzgado la diputada socialista Segolene Royal, quien esperaba "algo m¨¢s de gravedad y seriedad" despu¨¦s del refer¨¦ndum, mientras su colega Julien Dray auguraba una "cohabitaci¨®n de combate", en alusi¨®n al t¨¢ndem Villepin-Sarkozy. Para los Verdes "lo peor es que no hay nada que decir" sobre este Gobierno, formado como si "no hubiera pasado nada" el domingo.

En el bando del no a la Constituci¨®n, la l¨ªder comunista Marie-George Buffet se ha mostrado indignada por este "desprecio" al electorado. M¨¢s all¨¢ de estas cr¨ªticas previsibles, el nuevo Ejecutivo ha suscitado un amplio escepticismo entre los editorialistas, que destacan su fuerte continuismo con el de Jean-Pierre Raffarin: Dos tercios del Gobierno que deb¨ªa encarnar el "nuevo impulso" prometido por el debilitado Chirac proceden del anterior.