El due?o del restaurante del Parlamento brasile?o aporta pruebas contra Cavalcanti

El Parlamento brasile?o vivi¨® ayer uno de los d¨ªas m¨¢s complejos y dram¨¢ticos de la democracia del pa¨ªs.

Coincidiendo con el debate y votaci¨®n sobre la p¨¦rdida del esca?o del diputado Roberto Jefferson, m¨¢ximo denunciante de los presuntos casos de corrupci¨®n en el Partido de los Trabajadores (PT) y en el Gobierno de Luiz Inacio Lula da Silva, el propio presidente del Parlamento, Severino Cavalcanti, pas¨® a engrosar formalmente la lista de supuestos corruptos.

La aparici¨®n de un cheque a su nombre del propietario del restaurante del Congreso, cobrado por una de las secretarias del presidente de la instituci¨®n, hizo que Cavalcanti optara por no presidir la sesi¨®n plenaria (que no hab¨ªa concluido al cierre de esta edici¨®n). Cavalcanti, de 74 a?os, hab¨ªa sido acusado hace d¨ªas por el concesionario del restaurante de la C¨¢mara, Sebasti?o Buani, de haberle exigido una propina mensual de 10.000 reales (unos 3.300 euros) para mantenerle la concesi¨®n. Y ayer, Buani present¨® copia del cheque con el que dijo haberle pagado.

Cavalcanti hab¨ªa negado rotundamente 24 horas antes las alegaciones de corrupci¨®n, despu¨¦s de que los partidos de la oposici¨®n presentaran el pasado lunes a la Comisi¨®n de ?tica del Parlamento una petici¨®n para que fuese procesado.

Ayer, tanto la oposici¨®n como los partidos aliados del Gobierno llegaron a la convicci¨®n de que Cavalcanti debe renunciar lo m¨¢s r¨¢pidamente posible a su mandato. Ser¨ªa la primera vez en la historia de este pa¨ªs que un presidente del Parlamento tenga que abandonar su puesto por corrupci¨®n.

La votaci¨®n que los 513 diputados se dispon¨ªan a realizar anoche en el proceso contra Jefferson, ex presidente del Partido del Trabajo de Brasil (PTB, aliado del Gobierno), fue precedida de un agitado debate.

La mayor¨ªa del Parlamento se inclinaba por votar a favor de retirarle el esca?o a Jefferson ya que, a pesar de haber desvelado la gran red de corrupci¨®n que sacude al Gobierno y al PT, tambi¨¦n ¨¦l hab¨ªa participado en el mismo esquema recibiendo dinero ilegal para su partido, seg¨²n confesi¨®n propia. Pero, al mismo tiempo, los diputados, a la hora de votar en secreto, sab¨ªan que la opini¨®n p¨²blica permanece dividida: algunos consideran que Jefferson es un bienhechor por haber tenido el coraje de descubrir un esc¨¢ndalo de corrupci¨®n cuyas consecuencias dejar¨¢n una profunda huella en el mundo pol¨ªtico de este pa¨ªs.

Sondeo

Un nuevo sondeo a nivel nacional demostraba ayer mismo c¨®mo la crisis est¨¢ perjudicando la imagen del carism¨¢tico presidente Lula, quien en un mes ha perdido otros 10 puntos de popularidad y que por primera vez la mayor¨ªa de los ciudadanos considera que la corrupci¨®n de su Gobierno supera a la del anterior, encabezado por Fernando Henrique Cardoso.

Seg¨²n la encuesta, si Lula se presentase a la reelecci¨®n el a?o pr¨®ximo tendr¨ªa que someterse a una segunda vuelta, cualquiera que fuese su adversario. La mayor¨ªa de los entrevistados considera que lo mejor para Lula ser¨ªa no volver a presentarse.

Toda la atenci¨®n de la opini¨®n p¨²blica y del mundo pol¨ªtico estuvo centrada ayer en lo que el diputado Jefferson podr¨ªa afirmar en su defensa ante el Parlamento. Hab¨ªa incluso quien sospechaba que el acusador, que siempre hab¨ªa dejado de lado a Lula en sus imputaciones, pudiera acabar involucr¨¢ndo tambi¨¦n al presidente. Curiosamente, Jefferson estaba siendo juzgado anoche por el Parlamento, entre otros motivos, por haber denunciado sin pruebas la existencia de diputados que recibieron sobornos, en un momento en que el presidente de la C¨¢mara no pudo presidir el acto, precisamente por encontrarse supuestamente entre quienes recibieron dinero procedente de la corrupci¨®n.