Negar la existencia de una controversia lim¨ªtrofe

La estrategia del Gobierno de Chile frente a la nueva ley con la que el vecino Per¨² busca establecer un nuevo l¨ªmite mar¨ªtimo com¨²n ha sido la de rechazar la existencia de una controversia lim¨ªtrofe, para cerrar las posibilidades de mediaci¨®n o arbitraje de aguas territoriales, sobre las cuales existen abundantes pruebas hist¨®ricas y jur¨ªdicas de soberan¨ªa, dejando s¨®lo abierta la puerta a acudir a un tribunal internacional.

El Gobierno de Ricardo Lagos busca apaciguar un conflicto, por momentos encendido, a cinco semanas de las elecciones presidenciales y parlamentarias y en el que, como en el ajedrez, cada movimiento ha tenido una r¨¦plica. Pero existe malestar por la declaraci¨®n unilateral de Per¨² y muestra de ello ha sido la suspensi¨®n de una reuni¨®n en Lima para avanzar en un Acuerdo de Complementaci¨®n Econ¨®mica, prevista para esta semana.

Desde la perspectiva chilena, la nueva ley peruana implicar¨ªa que el pa¨ªs perder¨ªa cerca de 35.000 kil¨®metros cuadrados de oc¨¦ano Pac¨ªfico sobre los que ejerce soberan¨ªa y jurisdicci¨®n refrendada por tratados con Per¨² y Ecuador en 1952 (Declaraci¨®n de Zona Mar¨ªtima) y 1954 (Convenio sobre Zona Especial Fronteriza Mar¨ªtima), as¨ª como en otros instrumentos. La delimitaci¨®n mar¨ªtima la establece una l¨ªnea paralela trazada a partir de la extensi¨®n recta de la frontera terrestre. Algo similar rige entre Ecuador y Per¨², aunque este ¨²ltimo no ha puesto en cuesti¨®n el trazado mar¨ªtimo con su vecino del norte, como s¨ª lo hizo con el de Chile. Todos los a?os, la Armada chilena detiene entre 30 y 60 buques pesqueros peruanos en esta zona y los multa, seg¨²n sostuvo el canciller Ignacio Walker. La intenci¨®n de La Moneda es mantener este mismo trato a las naves que ingresen sin permiso en aguas territoriales y mostrar firmeza pero no beligerancia, sin que el impasse escale del pelda?o diplom¨¢tico.

Un portavoz de la Armada afirm¨® que no ha aumentado el despliegue naval en la zona, vigilada por patrulleras. El riesgo es que, cuando Per¨² establezca las nuevas delimitaciones mar¨ªtimas con Chile, al ser legal la pesca en las aguas que reinvidica este pa¨ªs, su Armada proteja los pesqueros, lo que generar¨ªa una reacci¨®n chilena. ?ste es el escenario de un conflicto restringido, considerado improbable por los observadores en ambos pa¨ªses.

Llamada a la calma

La aprobaci¨®n un¨¢nime de la nueva ley de l¨ªmites en Per¨² tuvo la r¨¦plica en Chile del apoyo tambi¨¦n un¨¢nime en ambas c¨¢maras del Congreso al presidente Ricardo Lagos. El Gobierno ha llamado a los medios de comunicaci¨®n a la calma y a la poblaci¨®n que evite manifestaciones de xenofobia contra los peruanos, la mayor comunidad de extranjeros residente en el pa¨ªs, con m¨¢s de 100.000 personas. Como los temas de l¨ªmites y espacios mar¨ªtimos con Per¨² est¨¢n "definitivamente zanjados" desde mediados del siglo pasado, desde la perspectiva chilena "no hay nada en conflicto", afirm¨® Lagos en la Cumbre de Mar de Plata celebrada la semana pasada. Esto s¨®lo deja abierta la posibilidad de que una de las partes acuda a la Corte Internacional de La Haya, en un proceso lento y obligatorio para las partes. En Chile se cree que Per¨² ha abierto este conflicto para ganar aunque sea parte de su reinvindicaci¨®n en un arbitraje o en un tribunal internacional. Sin embargo, las autoridades locales est¨¢n convencidas de que Chile se improndr¨ªa en un eventual litigio, por los tratados que lo apoyan, la imposibilidad de que el derecho interno de un pa¨ªs modifique tratados con otro pa¨ªs, seg¨²n la Convenci¨®n de Viena, y por la precariedad de los argumentos peruanos. En la Cumbre de Mar del Plata, Chile comenz¨® a esgrimir otro argumento: si Per¨² ganara el mar que reivindica y Bolivia accediera a una franja terrestre entre Chile y Per¨², este tercer pa¨ªs no tendr¨ªa aguas territoriales. El conflicto diplom¨¢tico con Per¨² es el ¨²ltimo jal¨®n de una historia compleja, marcada por dos guerras en el siglo XIX, cuando los chilenos ocuparon Per¨².

En la Guerra del Pac¨ªfico (1879-1883), Chile derrot¨® a Per¨² y Bolivia y gan¨® territorio, reconocido en tratados posteriores.

Pero los resquemores y desafectos no han cesado, a pesar del tiempo transcurrido, del intenso comercio bilateral y de que en Per¨² hay m¨¢s de 4.000 millones de d¨®lares de inversi¨®n de empresas chilenas.