Castro dispar¨® primero

El realizador alem¨¢n Wilfried Huismann, autor del documental Cita con la muerte, asegura tener la respuesta a uno de los grandes enigmas de la historia: ?qui¨¦n orden¨® asesinar a John F. Kennedy? Su dedo acusador se dirige nada m¨¢s y nada menos que a La Habana, pues Huismann sostiene que fueron los servicios secretos de Fidel Castro quienes ordenaron en su embajada en M¨¦xico a Lee Harvey Oswald asesinar a Kennedy el 22 de noviembre de 1963 en Dallas (Estados Unidos).

Cita con la muerte. Kennedy y Castro, de 90 minutos y basado en tres a?os de investigaciones period¨ªsticas en M¨¦xico y EE UU, se emitir¨¢ el viernes por la primera cadena de televisi¨®n ARD. Huismann y Gus Russo sostienen que "Oswald fue reclutado por los servicios secretos cubanos, el G-2, y recibi¨® durante su estancia en M¨¦xico en septiembre de 1963 el encargo de disparar contra Kennedy". La cinta cuenta que Oswald viaj¨® siete semanas antes del magnicidio a M¨¦xico, donde permaneci¨® siete d¨ªas. All¨ª se reuni¨®, seg¨²n el documental, con oficiales de alto rango de los servicios secretos cubanos. El general retirado Fabi¨¢n Escalante, ex jefe de los servicios secretos cubanos, niega tajante esas acusaciones y que se reuniera con Oswald en M¨¦xico, como sostienen algunos testigos.

Oswald fue la herramienta final en la lucha mortal entre los hermanos John y Robert Kennedy y Fidel Castro, aseguran los realizadores de este documental, que ha contado con un presupuesto de 850.0000 euros para su realizaci¨®n. Los servicios secretos cubanos habr¨ªan ganado, gracias al asesinato de Kennedy, la carrera a los estadounidenses, quienes planeaban asesinar a Castro tras la fallida invasi¨®n de la Bah¨ªa de Cochinos en abril de 1961. "Este error pol¨ªtico de Kennedy desencaden¨® una cadena de acontecimientos que, como una antigua tragedia, deb¨ªa forzosamente acabar con la muerte de uno de los dos protagonistas", Kennedy o Castro, sostiene Huismann.

"Por motivos pol¨ªticos debimos callar"

El asesinato de Kennedy dio al traste con los planes de la CIA, quienes hab¨ªan entregando a Rolando Cubela, ayudante del presidente cubano, una pluma preparada para inyectar veneno para matarlo. El documental tiene como testigo clave al ex esp¨ªa cubano Oscar Marino, aunque tambi¨¦n hablaron con Laurence Keenan, ex supervisor del FBI, quien, despu¨¦s del asesinato de Kennedy, viaj¨® a M¨¦xico para seguir los pasos de Oswald. Helena Garro de Paz, hija del Premio Nobel de Literatura Octavio Paz, tambi¨¦n rompe el silencio y confirma que conoci¨® a Oswald en una fiesta de los comunistas mexicanos.

"Oswald era el hombre adecuado y estaba dispuesto a hacerlo", asegura Marino, confirmando que La Habana estuvo detr¨¢s del magnicidio. El ex esp¨ªa, que en el documental aparece casi siempre de espaldas mientras da vueltas en coche, asegura que ha decidido hablar ahora porque "futuras generaciones deben saber la verdad". Marino justifica el asesinato asegurando que "para los cubanos, Kennedy era la contrarrevoluci¨®n en persona". Huismann ha asegurado, tras el pase de prensa del documental, que de momento ni La Habana ni Washington han reaccionado a sus revelaciones, que, si est¨¢ en lo cierto, obligar¨ªa a "reescribir un cap¨ªtulo de la Guerra Fr¨ªa". El realizador espera "una ola de reacciones" tras la emisi¨®n del documental y conf¨ªa en que alguna televisi¨®n de EE UU lo emita.

Keenan asegura que las investigaciones realizadas en 1963 en M¨¦xico por parte del FBI como de la CIA eran "tan explosivas" que el propio presidente Lyndon B. Johnson orden¨® a los agentes volver a Washington de inmediato y mantener el secreto. Johnson muri¨®, seg¨²n el documental, convencido de que Castro estaba detr¨¢s de la muerte de Kennedy, pero prefiri¨® ocultar la verdad al pa¨ªs con el fin de evitar la II Guerra Mundial. "Fue una hora amarga para el FBI. Por motivos pol¨ªticos debimos callar. Todav¨ªa me averg¨¹enzo de ello", afirma Keenan, quien considera que este documental "abrir¨¢ nuevas v¨ªas de investigaci¨®n". Keenan conf¨ªa en que futuras generaciones sepan la verdad sobre el asesinato de Kennedy cuando se desclasifiquen los archivos secretos sobre el tema en 2038. "Yo ya no estar¨¦ vivo", dijo el ex agente del FBI.