Miles de personas presencian la primera ejecuci¨®n p¨²blica en Mogadiscio
El ajusticiado es un hombre que asesin¨® a otro cuando intentaba robarle un tel¨¦fono m¨®vil
M¨¢s de 6.000 personas han asistido esta tarde en Mogadiscio al fusilamiento de un condenado por las cortes isl¨¢micas, en la primera ejecuci¨®n p¨²blica que se cumple desde que los l¨ªderes religiosos controlan la capital somal¨ª. El ajusticiado es un hombre que el pasado 10 de septiembre asesin¨® a un habitante de Mogadiscio cuando intentaba robarle un tel¨¦fono m¨®vil.
Esta tarde, ha muerto por los disparos de un escuadr¨®n de fusilamiento en una abarrotada explanada de una academia de polic¨ªas de esta capital. "?Allahu Akbar!" (Dios es grande), han dicho los integrantes del escuadr¨®n y parte del p¨²blico justo despu¨¦s de que Abdulkader Mohamed Diriye, conocido como Malay, recibiera dos tiros, en la cabeza y en el pecho. Diriye hab¨ªa sido condenado a muerte por las cortes isl¨¢micas ayer, jueves. Se trata de la primera condena a la pena capital que ejecuta la Uni¨®n de Cortes Isl¨¢micas desde que en junio le arrebat¨® el control de Mogadiscio a varios se?ores de la guerra.
El llamamiento para acudir a la ejecuci¨®n p¨²blica hab¨ªa sido hecho por radio por los fiscales isl¨¢micos. La seguridad del lugar estaba a cargo de unos 200 milicianos, uniformados y con turbantes blancos y rojos. Las indicaciones a los periodistas han sido severas. "Ning¨²n periodista puede tomar fotos; nadie puede sacar im¨¢genes con los tel¨¦fonos celulares", advirti¨® un hombre con una larga barba roja, subido a un todoterreno que ten¨ªa una ametralladora.
Amenazas a la prensa
"El que no cumpla la orden, ser¨¢ castigado y el equipo ser¨¢ confiscado", ha amenazado el miliciano. A la hora programada, han entrado a gran velocidad diez camionetas artilladas, conocidas en este pa¨ªs como veh¨ªculos t¨¦cnicos, que se han desplegado por el lugar y han ordenado al p¨²blico que no se moviera. El reo ha entrado con las manos y los pies atados. Seis religiosos se han acerdado a ¨¦l para decirle algo que no se pod¨ªa escuchar a distancia. Le han pedido despu¨¦s que rezara y se postrara para sus oraciones.
Mientras estaba rezando, ocho hombres armados se han alineado en la plaza. Dos milicianos han llevado al reo frente al escuadr¨®n de fusilamiento y le han ordenado que se sentara, mirando a quienes le iban a matar. Despu¨¦s de cubrir la cabeza al reo, el jefe del escuadr¨®n ha pedido a a sus hombres que tomaran posici¨®n y luego ha dado la orden final. Los disparos han tumbado al reo. Despu¨¦s de los tiros, mientras unos lanzaban alabanzas, algunos vomitaban y otros escapaban del lugar. El jefe de seguridad de las Cortes Isl¨¢micas, Sheikh Yusuf Mohamed Siyad, ha dicho que este acto es una lecci¨®n para aquellos que pretendan violar las leyes, y ha insistido en las amenazas a los periodistas.
"Cualquier periodista que haya hecho una foto o lo haya grabado, ser¨¢ castigado con pu?o de hierro", ha advertido. Los parientes del ejecutado, llorando, se han excusado de hacer comentarios, no as¨ª la madre del hombre que hab¨ªa sido asesinado. "Estoy feliz. Esto s¨ª es justicia. El asesin¨® a mi hijo, dejadle que muera", ha afirmado la se?ora. "As¨ª todos lo recordar¨¢n antes de que quieran hacer algo parecido", ha a?adido. Tambi¨¦n ayer fue condenado a muerte otro asesino, pero de momento se ha librado de la pena capital porque los parientes de la persona que mat¨® han dicho a las Cortes Isl¨¢micas que no est¨¢n de acuerdo con la sentencia.
Las opiniones de la gente que ha presenciado la ejecuci¨®n p¨²blica difer¨ªan entre quienes apoyaban la medida y quienes mostraban su repulsi¨®n. "Odiamos a estos crueles ladrones. Matan a gente, as¨ª que deben morir", ha dicho Kusow Hassan, de 23 a?os. "Los asesinos dejar¨¢n de matar, porque si no, saben que van a morir", ha agregado. Pero la joven Siyaro Hussein, de 19 a?os, ten¨ªa una idea distinta. "Esto no es justicia, porque no hubo posibilidad de apelar y el acusado no ten¨ªa abogado", ha afirmado. Y tambi¨¦n ha criticado el car¨¢cter p¨²blico de la ejecuci¨®n: "La gente no deber¨ªa participar, porque estos actos dejan un trauma".
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