Fuerzas somal¨ªes y et¨ªopes cercan el ¨²ltimo basti¨®n isl¨¢mico en Somalia
Etiop¨ªa mantendr¨¢ su presencia militar en el pa¨ªs vecino hasta que el Gobierno de transici¨®n "sea capaz de controlar la situaci¨®n"
Fuerzas del Gobierno somal¨ª y soldados et¨ªopes han emprendido una ofensiva contra el ¨²ltimo basti¨®n que conserva la milicia de la Uni¨®n de Tribunales Isl¨¢micos (UTI) en Somalia, la ciudad portuaria de Kismayo, con el fin de concluir con ¨¦xito las operaciones emprendidas el pasado domingo para retomar la capital, Mogadiscio.
Fuentes oficiales han confirmado que en las ¨²ltimas horas se han producido ataques en la localidad de Gilib, la m¨¢s importante antes de llegar a Kismayo, donde est¨¢n concentrados los l¨ªderes isl¨¢micos desde que se replegaron de Mogadiscio el jueves pasado. Kismayo est¨¢ en el sur de Somalia, a unos 200 kil¨®metros de la frontera con Kenia. Es la segunda poblaci¨®n m¨¢s importante del pa¨ªs despu¨¦s de Mogadiscio, desde donde han partido los soldados et¨ªopes y somal¨ªes para combatir a los milicianos isl¨¢micos.
En su desplazamiento hacia Kismayo, las tropas oficiales han ocupado la poblaci¨®n de Barawe, 180 kil¨®metros al suroeste de la capital somal¨ª. Al parecer, el desplazamiento es m¨¢s lento de lo previsto por las minas que han colocado los combatientes isl¨¢micos en la ruta.
El primer ministro somal¨ª, Mohamed Ali Gedi, ha afirmado hoy que conf¨ªa en que Kismayo quede bajo el control de las tropas oficiales en los pr¨®ximos dos d¨ªas. Hoy mismo se han escuchado tiroteos en la ciudad, aunque seg¨²n testimonios de residentes de Kismayo, no entre las tropas atacantes y los milicianos defensores sino, al parecer, debido a rivalidades internas entre los islamistas. El m¨¢ximo l¨ªder isl¨¢mico, Sharif Sheij Ahmed, ha advertido desde Kismayo que sus combatientes dar¨¢n una dura batalla y que no tienen intenci¨®n de replegarse en esta ocasi¨®n.
Tambi¨¦n opondr¨¢n resitencia en Mogadiscio, donde ha asegurado que a¨²n cuentan con la mitad de sus efectivos, escondidos en sus casas. En la capital, no obstante, ha reinado hoy la calma, una vez superados los disturbios que se generaron despu¨¦s de que abandonaran la ciudad los combatientes isl¨¢micos. Anoche una madre y su hija perecieron en el norte de la ciudad al estallar una granada de mano lanzada contra su vivienda, sin que se sepa hasta el momento las razones del atentado.
No m¨¢s 'se?ores de la guerra'
Los tribunales isl¨¢micos de Somalia conservaban hasta la semana pasada Mogadiscio y amplios sectores del centro y sur del pa¨ªs, zonas que hab¨ªan ocupado despu¨¦s de meses de luchas contra los se?ores de la guerra, hasta entonces los due?os del pa¨ªs. El 24 de diciembre Etiop¨ªa lanz¨® una ofensiva por tierra y por aire para apoyar al Gobierno de transici¨®n y atacar a los milicianos isl¨¢micos, al considerar el avance de estos ¨²ltimos en Somalia como una amenaza para la soberan¨ªa et¨ªope.
En una rueda de prensa ofrecida hoy en la capital, el primer ministro somal¨ª ha dicho que no existe una fecha para la salida de las tropas et¨ªopes de Somalia. Sin ellas, seg¨²n los analistas, es muy dif¨ªcil que se sostenga el debilitado Gobierno de transici¨®n que fue elegido en Kenia en 2004. "Los et¨ªopes estar¨¢n en el pa¨ªs hasta que el Gobierno de transici¨®n sea capaz de controlar la situaci¨®n", ha afirmado Gedi.
Somalia vive sumida en el caos desde 1991, cuando varios se?ores de la guerra derrocaron al dictador Siad Barre. Sin Gobierno efectivo, la capital se dividi¨® en barrios controlados por milicias rivales. El ¨²nico negocio estable era el tr¨¢fico de drogas y el de armas. Los tribunales isl¨¢micos aparecieron primero en el sur de Mogadiscio, donde lograron imponer el orden con la aplicaci¨®n estricta de la ley isl¨¢mica. El apoyo popular y de los comerciantes a su gesti¨®n les convirti¨® en una fuerza militar, que en junio tom¨® todo Mogadiscio.
Con la retirada de los milicianos isl¨¢micos, algunos de esos se?ores de la guerra se han apresurado a recuperar el control de antiguos territorios, pero Gedi ha afirmado que el pa¨ªs no quedar¨¢ en sus manos. "Mi Gobierno promete que no aceptar¨¢ ning¨²n poder personal y que en el pa¨ªs no habr¨¢ de nuevo se?ores de la guerra", ha dicho.
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