Han dejado de ser una amenaza

Entremos en algunos detalles del informe de las seis organizaciones humanitarias (Amnist¨ªa Internacional, Cageprisoners, Center for Constitutional Rights, Center for Human Rights and Global Justice at New York University School of Law, Human Rights Watch, y Reprieve) sobre los 39 presuntos terroristas desaparecidos en manos de Estados Unidos. La lista tiene tres apartados. En la primera categor¨ªa entran los prisioneros cuya detenci¨®n por Estados Unidos ha sido reconocida y se desconoce en cambio todo sobre su situaci¨®n en cambio. Son tres los nombres que aparecen en la lista, dos de los cuales se asegura que han permanecido detenidos en una c¨¢rcel secreta en Polonia. La segunda categor¨ªa incluye a personas sobre las que existen fuertes evidencias, incluyendo testimonios visuales, de su detenci¨®n secreta por parte de Estados Unidos pero que tampoco se sabe nada sobre su situaci¨®n. En esta situaci¨®n hay 18 o 19 detenidos, la mayor parte de los cuales han pasado por c¨¢rceles secretas de Pakist¨¢n, Afganist¨¢n y Libia, y uno de ellos como m¨ªnimo por Guant¨¢namo. La tercera categor¨ªa incluye 18 individuos sobre los que hay alguna evidencia de su detenci¨®n por parte de Estados Unidos y nada se sabe de su situaci¨®n actual.

Casi seguro que los 39 detenidos son efectivamente terroristas muy peligrosos (con una salvedad: los hijos menores de edad detenidos con sus padres y en algunos casos encarcelados en condiciones y con un trato similar). Pero esta condici¨®n no es un argumento para la vulneraci¨®n del derecho y de toda norma de comportamiento civilizada por parte de quienes persiguen a los terroristas, hasta el punto de que se comporten a su vez como terroristas. Creo que a todos nos hubiera gustado verles juzgados y condenados por los tribunales, a ser posible por una corte internacional, con todas las garant¨ªas judiciales y con los beneficiosos efectos p¨²blicos que proporciona la justicia. Espa?a, sin ir m¨¢s lejos, est¨¢ haci¨¦ndolo con los sospechosos de los atentados del 11-M.

Hay una categor¨ªa transversal en las listas de estos detenidos y es la de las personas sobre las que se hace constar que el 19 de julio de 2006 ¡±su nombre fue incluido en la lista de los ¡®terroristas que ya han dejado de ser una amenaza¡¯¡±. En esta situaci¨®n se hallan once de los 39 desaparecidos. (Uno de ellos es Mustafa Setmarian Nasar, el ciudadano sirio-espa?ol considerado como uno de los m¨¢ximos dirigentes de Al Qaeda). S¨®lo por este hecho la Administraci¨®n norteamericana debe una explicaci¨®n p¨²blica sobre la situaci¨®n de todos ellos. En caso contrario se impondr¨¢ la evidencia de que han sido ejecutados sumariamente sin juicio alguno.

Las seis instituciones piden a Estados Unidos que termine inmediatamente con estas pr¨¢cticas, que d¨¦ a conocer los nombres y la situaci¨®n de los actuales detenidos, permita el acceso de la Cruz Roja a las c¨¢rceles, acuse formalmente a los detenidos y los conduzca ante tribunales que respondan a las normas internacionales, y permita que se comuniquen con sus familias y con sus abogados. Piden tambi¨¦n que repare e indemnice a los detenidos clandestinamente y, ¨²ltimo punto, insta a los otros gobiernos a que no cooperen con esta pol¨ªtica norteamericana y denuncien en cambio todo lo que sepan sobre este tipo de comportamientos.

Esta ¨²ltima cuesti¨®n afecta tambi¨¦n al Gobierno espa?ol y a muchos otros gobiernos europeos, que han permitido o no han impedido el paso de vuelos secretos con prisioneros desde unas c¨¢rceles clandestinas a otras por aeropuertos de su soberan¨ªa. Dos gobiernos de la UE, como el de Polonia y el de Rumania, han permitido adem¨¢s la instalaci¨®n de c¨¢rceles secretas en su territorio. Es probable que alg¨²n otro gobierno haya proporcionado tambi¨¦n auxilio m¨¢s directo a estas actividades ilegales. Sobre todo esto versa el segundo informe del Consejo de Europa que ayer se dio a conocer y que viene a completar la investigaci¨®n realizada por el Parlamento Europeo.

Ayer escrib¨ª sobre el presidente-disidente y hoy he tropezado con la referencia a un libro que trata a Bush de rebelde-en-jefe. No son chistes. Al contrario, es una enorme verg¨¹enza, para los ciudadanos norteamericanos y europeos y para sus respectivos gobiernos. Estamos ante un enorme Gal que han montado en nuestras narices y que tuvo en las Azores la foto del oprobio. El Congreso norteamericano, los parlamentos europeos, las instituciones de la UE deben reaccionar. ?D¨®nde est¨¢ la Europa de los valores tantas veces evocada por unos y otros? Una Europa que no se construya sobre el derecho, el respeto a la dignidad de la persona y las garant¨ªas jur¨ªdicas perder¨¢ el alma y se perder¨¢ a s¨ª misma, dejar¨¢ de ser Europa.