Perros verdes en las noches blancas
Lo hermanos Kascinski son como perros verdes, lo m¨¢s raro que alguien pueda toparse hoy en la pol¨ªtca europea. Pero su actitud, su terrible ¨®rdago de esta noche, no es un meteorito ca¨ªdo del cielo. Responde a muchos a?os de labor de zapa contra Europa, a mucho dinero invertido para evitar que la Uni¨®n Europea se convierta alg¨²n d¨ªa en un agente que cuente en la escena internacional. Del otro lado del Atl¨¢ntico han llegado en muchos momentos vientos espl¨¦ndidos, que han favorecido la causa de Europa, que es la del continente de la paz y la prosperidad a trav¨¦s de la cooperaci¨®n pol¨ªtica y de la soberan¨ªa compartida. Desde la contribuci¨®n americana a la liberaci¨®n europea del nazismo, hasta el protagonismo de Bill Clinton en la acci¨®n europea contra la limpieza ¨¦tnica practicada por Serbia en los Balcanes, pasando, por supuesto, por la liberaci¨®n del comunismo sovi¨¦tico. Pero tambi¨¦n han llegado vientos nefastos, dedicados a dividir y a limitar la capacidad europea en el mundo. Los hermanos Kascinski son hijos directos de estos vientos, que han tenido a los neocons nortamericanos a sus principales valedores.
No hace mucho tiempo un notable intelectual europeo, pr¨®ximo a los neocons, me expres¨® sus reservas frente a la idea de que Europa se hubiera ampliado a 27 miembros. Para este intelectual, la entrada de pa¨ªses como Polonia no debe explicarse en t¨¦rminos de extensi¨®n del ¨¢mbito del Tratado de Roma y de todo el acervo legal acumulado durante 50 a?os de construcci¨®n europea sino como un resultado y un efecto de la unificaci¨®n del continente y superaci¨®n de la divisi¨®n de Europa consagrada emn Yalta. Si se observa la actitud polaca desde este punto de vista se ver¨¢ que los kascinski se creen acreedores de los europeos, de su solidaridad y de su dinero, y no tienen en cambio ninguna idea de obligaci¨®n ni de contrapartidas que deban aportar al conjunto en el que se han integrado.
Las noches blancas de Bruselas parecen todas iguales. Siempre hay alguien que asegura que "no hay nada cerrado hasta que todo no est¨¢ cerrado". Una forma de decir: si t¨² te atreves a boicotearlo todo yo tambien puedo hacerlo. Esta noche Polonia se ha quedado sola con su ¨®rdago, que no sabemos c¨®mo va a terminar cuando escribo estas l¨ªneas. Es un ¨®rdago absurdo, que sit¨²a al gobierno de Varsovia contra las cuerdas por su exclusiva y ¨²nica voluntad. La UE no puede humillar a Polonia ni iba a hacerlo, y la prueba es que la se?ora Merkel ha buscado cien f¨®rmulas que permitieran salvar la cara a los gemelos, que es lo ¨²nico que quieren todos los jefes de Estado y de Gobierno que asisten a las cumbres desde que se inventaron. Claro que saben todos de la ambivalencia de sus acuerdos: que lo que en Espa?a se vender¨¢ como un ¨¦xito propio y un fracaso brit¨¢nico ser¨¢ la exacta viceversa en el Reino Unido. Pero no lo saben o no lo quieren saber los Kascinski, que desean, ellos s¨ª, humillar a Alemania y a la UE y vender triunfantes una especie de revancha hist¨®rica de todos los complejos y humillaciones hist¨®ricos sufridos por Polonia.
Parece que la se?ora Merkel optaba a ¨²ltima hora, frente a la intransigencia polaca, por convocar una conferencia intergubernamental a 26 miembros, algo que legalmente es al parecer posible. Aunque me extra?ar¨ªa que los rebeldes polacos no encontraran r¨¢pidamentre una solidaridad renovada de quienes quieren paralizar la UE siempre (el Reino Unido sobre todo), lo que merecen esos ¨ªnclitos hermanos es que les dejen tirados en el camino. La UE no puede quedar paralizada al albur de los caprichos populistas de unos demagogos, dispuestos a rebuscar en las querellas hist¨®ricas para justificar su impresentable comportamiento.
El Consejo Europeo es un extra?o mecanismo de solidaridades. Nunca hay que dejar a nadie tirado, suelen decir quienes asisten a ellos. Yo se lo he o¨ªdo decir a Felipe Gonz¨¢lez, a Javier Solana y a Jos¨¦ luis Rodr¨ªguez Zapatero. Delors iba m¨¢s lejos (tambi¨¦n se lo he o¨ªdo decir) y apelaba en los peores momentos al esp¨ªritu de familia. Estaba en lo cierto: hab¨ªa esp¨ªritu de familia y era necesario que el m¨¢s viejo y experto del lugar lo convocara a la hora de resolver las mayores dificultades. El Gobierno polaco no est¨¢ en estas cosas: ni es solidario, ni le importa dejar tirados a la canciller Merkel y a todo el Consejo Europeo ni participa de esp¨ªritu de familia europeo de ning¨²n tipo. Si no accede a resolver esta noche el dilema en que ha situado a los socios europeos, merece que le dejen en la cuneta. Ser¨¢ la primera vez que sucede algo as¨ª en los cincuenta a?os de la historia de la UE. Esperemos que no llegue la sangre al r¨ªo y que esta noche de solsticio pase como la m¨¢s larga, la m¨¢s dura, la m¨¢s extra?a, pero con alg¨²n resultado viable para que la bicicleta europea no se caiga por que ya nadie le da sus pedales.
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