La derecha fundamentalista israel¨ª vuelve a la carga
Fan¨¢ticos jud¨ªos cuelgan carteles del presidente Peres tocado con una kefia palestina y le tildan de "liberador de terroristas"
Condoleezza Rice, secretaria de Estado norteamericana, exclama en una vi?eta del dibujante Biderman, del diario "Haaretz": "?Preparados!". Enfrente, el primer ministro Ehud Olmert suda y carga sobre sus hombros a dos dirigentes de su partido, mientras un par de l¨ªderes ultras -Avigdor Lieberman y el ultraortodoxo Eli Yishai, ministros de su Gobierno— le traban los pies. El semblante del presidente palestino, Mahmud Abbas, tambi¨¦n denota esfuerzo, dado que a sus espaldas se encarama un miliciano armado de Ham¨¢s con su cintur¨®n de explosivos.
Los obst¨¢culos para impulsar un proceso de paz son innumerables y de calado. Ambas partes admiten que nada se ha acordado a d¨ªa de hoy. Todav¨ªa no hay fecha para la conferencia de Annapolis (Estados Unidos), que debe congregar a finales de mes a delegaciones israel¨ªes y palestinas, y que s¨®lo supondr¨¢ un banderazo de salida a la negociaci¨®n. Pero la derecha fundamentalista israel¨ª no acepta la m¨¢s m¨ªnima concesi¨®n, ni siquiera que se hable del desmantelamiento de una colonia en territorio ocupado. No digamos de ceder un mil¨ªmetro de Jerusal¨¦n o del retorno de un refugiado. Y comienza a soliviantarse.
En muchas paredes de las calles de Jerusal¨¦n aparecieron la noche del domingo -exactamente 12 a?os despu¨¦s del magnicidio del entonces jefe del Ejecutivo, Isaac Rabin— carteles en los que aparece el presidente israel¨ª, Sim¨®n Peres, tocado con una kefia palestina. "Liberador de terroristas. Peres, presidente de los ¨¢rabes", reza el eslogan. Tambi¨¦n se representa a George W. Bush de igual guisa. Id¨¦nticos montajes a los que sufri¨® Rabin desde meses antes de ser asesinado por Yigal Amir en Tel Aviv, el 4 de noviembre de 1995.
Son s¨®lo alrededor de 300 los prisioneros palestinos liberados en los ¨²ltimos meses, reos de delitos poco relevantes y condenados a penas reducidas. Pero, ahora, Olmert ha anunciado que estudia la excarcelaci¨®n de cientos de reclusos para fortalecer al mandatario Abbas en su lucha contra los islamistas de Ham¨¢s. La derecha radical, para nada marginal en el Estado jud¨ªo, ha comenzado su campa?a de amenazas siempre encubiertas. La noche del domingo brotaron manifestaciones en repulsa a los esfuerzos mediadores de la secretaria de Estado estadounidense, Condoleezza Rice.
Quienes han empapelado montones de muros de la ciudad santa son activistas del Frente Nacional Jud¨ªo. Dan miedo. Dirigidos por Baruch Marzel, un ex dirigente del partido Kach, ilegalizado en Israel por racista y terrorista, est¨¢n regenerando el caldo de cultivo que propici¨® el asesinato de Rabin. Nadie se toma a broma ni considera una baladronada los exabruptos de Marzel y sus huestes.
"Nadie ha muerto a causa de la libertad de expresi¨®n", declar¨® este hombre residente en uno de los asentamientos de Hebr¨®n, ciudad de Cisjordania en la que sus ac¨®litos atacan con fuerza y frecuencia crecientes a la poblaci¨®n civil ¨¢rabe al amparo de la protecci¨®n del Ej¨¦rcito. Se sienten impunes, entre otros motivos porque los gobiernos hebreos siempre les han tratado con guante de seda. Y gozan de un respaldo popular m¨¢s amplio del que reflejan sus resultados en las urnas. Porque a la hora de votar, al fin y al cabo, los israel¨ªes optan por partidos que defienden similares posiciones y que cuentan con verdaderas opciones de cosechar buen n¨²mero de esca?os.
Los indicios de fanatismo brotan en los ¨²ltimos d¨ªas. El domingo, el Maccabi Haifa disputaba un partido de f¨²tbol con el Beitar Jerusal¨¦n. Cuando se reclam¨® un minuto de silencio en memoria de Isaac Rabin, cientos, sino miles, de aficionados del equipo jerosolimitano abuchearon -"?qui¨¦n es Rabin?", se mofaron- y gritaron consignas en alabanza de Yigal Amir, el asesino confeso del ex primer ministro. En la cancha del Beitar es frecuente escuchar a la turba gritar: "Muerte a los ¨¢rabes". "Detesto a esta gente bruta y violenta que, lamento decirlo, representan a un sector considerable de la afici¨®n", reaccion¨® Ehud Olmert, seguidor apasionado de este club y de este deporte.
Nahum Barnea, analista del peri¨®dico Yediot Ajoronot, augura: "Parece que la temporada de calma en el debate pol¨ªtico ha llegado a su fin. Un periodo diferente se est¨¢ iniciando. Un periodo tormentoso, dram¨¢tico?".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.