Ir¨¢n, la Tercera Guerra Mundial y el Emperador Desnudo

He aqu¨ª una gran historia. Es lo que acaba de ocurrirle a George W. Bush. No tiene precedentes. Hace pocas semanas, exactamente el 17 de octubre, el presidente de Estados Unidos volvi¨® a referirse a uno de sus temas favoritos de los ¨²ltimos cuatro a?os: Ir¨¢n. "Lo ¨²nico que digo es que si queremos evitar la III Guerra Mundial debemos interesarnos en prevenir que [Ir¨¢n] tenga los conocimientos necesarios para fabricar un arma nuclear". M¨¢s tarde, volvi¨® Bush a defender este planteamiento.

Mira por d¨®nde, la Agencia Central de Inteligencia (CIA), y los otros 15 servicios de inteligencia de Estados Unidos han hecho p¨²blico ayer un nuevo y m¨¢s preciso informe sobre Ir¨¢n. Podr¨ªa titularse as¨ª: donde dije digo, digo Diego.

El r¨¦gimen de Teher¨¢n, dice el amplio y profundo informe de inteligencia, dej¨® de interesarse en acceder a la tecnolog¨ªa para fabricar armas nucleares en 2003.

?No lo sab¨ªa Bush cuando el 17 de octubre y d¨ªas siguientes habl¨® de frenar la III Guerra Mundial?

Pues s¨ª lo sab¨ªa. Todos los informes relevantes de la comunidad de inteligencia -y ¨¦ste nuevo lo es, porque es el punto de vista no de la CIA sino de las 16 agencias de inteligencia— son elevados con anterioridad a su desclasificaci¨®n al presidente de los Estados Unidos.

El asesor de Seguridad Nacional, Stephen Hadley, ha reconocido al hacerse p¨²blico el informe, ayer lunes 4 de diciembre, que las conclusiones del documento se le anticiparon al presidente Bush "en agosto o septiembre" pasados. Es decir, que Bush habl¨® de la III Guerra Mundial sabiendo que Ir¨¢n, seg¨²n el nuevo informe, hab¨ªa frenado su programa nuclear en 2003.

Aunque los supuestos del nuevo informe deber¨ªan ser sometidos a debate, lo cierto es que coinciden con los argumentos que durante estos a?os ha sostenido el director general del Organismo Internacional de Energ¨ªa At¨®mica (OIEA), seg¨²n los cuales Ir¨¢n no representaba ninguna amenaza inmediata y que estaba por determinar si realmente el enriquecimiento de uranio que ven¨ªa impulsando estaba destinado a la fabricaci¨®n de armas at¨®micas o fines pac¨ªficos, como defiende el r¨¦gimen de Teher¨¢n.

Pero aparte de desnudar la pol¨ªtica agresiva y belicista sin fundamentos de Bush, el nuevo informe conocido el pasado lunes arroja luz sobre otros dos procesos.

El primero es interno, es decir, afecta a Estados Unidos. La CIA, bajo el director George Tenet, y los dem¨¢s servicios de inteligencia sirvieron en bandeja a Bush lo que ¨¦ste requer¨ªa, entre septiembre de 2002 y marzo de 2003, para justificar la guerra de Irak. Una guerra fijada de antemano y justificada m¨¢s tarde con datos falsos. Ello condujo a varios informes del Senado norteamericano en los cuales la CIA y los servicios aparecieron como los malos de la pel¨ªcula que condujeron a un presidente inexperto de hocico hacia la invasi¨®n de Irak. Ahora estos mismos servicios parecen querer curarse en salud. Es decir: que si Bush, el vicepresidente Richard Cheney y otros halcones, deciden antes de abandonar la presidencia, a primeros de 2009, lanzar un ataque contra Ir¨¢n, no puedan usar los informes como excusa o pretexto. "No en mi nombre", vienen a decir los 16 servicios de inteligencia.

El segundo proceso a tener en cuenta es que la afirmaci¨®n de los servicios de EE UU de que Ir¨¢n estaba a un paso de producir la bomba at¨®mica ha sido el puente para reconstruir las maltrechas relaciones entre la Uni¨®n Europea y EE UU tras los enfrentamientos en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas en el umbral de la guerra de Irak, en febrero y marzo de 2003.

Toda la pol¨ªtica europea ha tendido a seguir a Bush y a mostrarle que le acompa?ar¨ªan en la presi¨®n sobre Ir¨¢n, sanciones inclu¨ªdas.

La expresi¨®n m¨¢s grotesca la ha protagonizado Bernard Kouchner, el ex socialista ministro de Asuntos Exteriores de Francia, quien el 16 de septiembre pasado lleg¨® al extremo de declarar respecto a la situaci¨®n de Ir¨¢n que "Francia tiene que estar preparada para lo peor, que es la guerra".

Cuatro a?os de pol¨ªtica belicista contra Ir¨¢n basada en un presupuesto que, como en el caso de Irak, se ha revelado falso. Y ahora reconocido por los mismos que han sostenido que Ir¨¢n estaba a punto de conseguir el arma nuclear.

El emperador Bush, pues, ha quedado al desnudo y la ausencia de una pol¨ªtica europea independiente, pues tambi¨¦n.