La sombra de los Stroessner
"Val¨ªa la pena ser su hijo", relata una nuera del fallecido dictador paraguayo
Aunque el antiguo dictador de Paraguay, Alfredo Stroessner, falleci¨® en 2006 a los 93 a?os despu¨¦s de casi dos d¨¦cadas en el exilio en Brasilia, su sombra todav¨ªa planea. Pero hay algunas se?ales de que las cosas pueden empezar a cambiar en el pa¨ªs suramericano despu¨¦s de que Fernando Lugo ganara las elecciones presidenciales del pasado mes de abril, poniendo fin a 61 a?os de hegemon¨ªa pol¨ªtica del Partido Colorado.
Sin duda, el dirigente m¨¢s poderoso e influyente del Partido Colorado fue Alfredo Stroessner. Despu¨¦s de un golpe de Estado en 1954, el general¨ªsimo, como le denomina el escritor paraguayo Roa Bastos en su c¨¦lebre libro Yo, el supremo, se autoelev¨® a la presidencia siete veces entre 1954 y 1989 gracias a elecciones fraudulentas, institucionalizando la corrupci¨®n y clientelismo.
Un anticomunista f¨¦rreo, Paraguay era la ¨²nica naci¨®n en la regi¨®n durante su reinado que no manten¨ªa relaciones con un pa¨ªs comunista, excepto con Yugoslavia. Un vestigio del stroessnerismo son las relaciones diplom¨¢ticas con China. Paraguay reconoce hasta hoy a Taiw¨¢n como la ¨²nica China.
Edgar Ruiz Diaz, un periodista de Abc Color de Asunci¨®n, quien ha investigado a fondo para destapar la inmensa fortuna que los Stroessner hab¨ªan saqueado en uno de los pa¨ªses m¨¢s pobres de la regi¨®n, calcula que probablemente "entre 2.000 y 3.000 millones de d¨®lares terminaron en los bolsillos de los antiguos gobernantes".
Olivia Stroessner, la hija adoptiva del difunto dictador, dijo hace unos a?os que las palizas, la represi¨®n y los asesinatos que se comet¨ªan en su pa¨ªs fueron impuestos por el Gobierno estadounidense. "EE UU exig¨ªa que el comunismo fuera reprimido", afirm¨® en una entrevista en 2006 en Abc Color.
Mar¨ªa Eugenia Pachi Heikel, de 57 a?os, es la ex esposa de Gustavo Stroessner, hijo del dictador. En una entrevista telef¨®nica con este peri¨®dico, parece justificar la mano dura que impuso su suegro. "Est¨¢bamos luchando contra el comunismo", alega. "No tuvimos los mismos problemas [pol¨ªticos en esa ¨¦poca de los a?os 1970] que otros pa¨ªses como Uruguay y Chile. Se pod¨ªan dejar las puertas de tu coche abiertas sin que nadie te lo robara".
Heikel acompa?¨® a su ex marido y a la familia Stroessner al exilio en Brasil. Sus problemas con su esposo comenzaron en esa ¨¦poca. "Fue a ¨¦l a quien le afect¨® m¨¢s el exilio", cuenta. "Le cambi¨® mucho y se notaba que no estaba bien. Rezaba todo el tiempo y lleg¨® hasta tal punto nuestra relaci¨®n que no me quer¨ªa dar dinero para comprar una coca-cola. Me cuentan que todav¨ªa sigue igual".
Heikel decidi¨® no volver al lado de su marido en 1993, cuando viaj¨® a R¨ªo de Janeiro para participar en una competici¨®n h¨ªpica. Al separarse de Gustavo Stroessner, su marido decide abandonarla a su propia suerte sin un centavo. Admite que cuando viv¨ªa en R¨ªo hasta lleg¨® a temer por su vida. "Ten¨ªa mucho cuidado por donde andaba", dijo.
La hija de inmigrantes finlandeses que llegaron a Paraguay en la d¨¦cada de 1920 cuenta que otra persona que le hizo la "vida imposible" despu¨¦s de separarse de su marido fue Marta Rodr¨ªguez, la esposa de Alfredito Stroessner, quien se mat¨® cuando rondaba los 50 a?os por su adicci¨®n a la droga. El padre de Marta era el general Andr¨¦s Rodr¨ªguez, el hombre de confianza de Alfredo Stroessner que le derroc¨® en el golpe de 1989.
Heikel cuenta que fue Gustavo Stroessner quien le pidi¨® a su cu?ada Marta que la denunciara por robo de bienes de su marido. "Eso no era cierto. En el juicio nunca se prob¨® nada", cuenta. Como no ten¨ªa hijos con Gustavo, Heikel explica que la gran lucha de la familia era marginarla para que los herederos con v¨¢stagos como Marta Rodr¨ªguez pudieran hacerse con parte de la fortuna del dictador.
En 1998, cuando volvi¨® definitivamente a Paraguay, Heikel relat¨® en la prensa paraguaya que la fortuna de su ex marido oscilaba "entre 300 y 500 millones de d¨®lares" y que estaban depositados en bancos de EE UU y Suiza.
?C¨®mo es posible que un coronel de la fuerza a¨¦rea paraguaya pudiera acumular una cuantiosa fortuna de 500 millones de d¨®lares? Documentos de la justicia paraguaya revelan que el hijo del dictador "exig¨ªa y obten¨ªa" cuantiosos beneficios ilegales a trav¨¦s de casinos y de sus empresas aseguradoras. "Val¨ªa la pena ser hijo de Alfredo Stroessner", dijo Heikel. La ex esposa de Gustavo Stroessner cuenta que lleg¨® a "un arreglo" con su ex marido en 2002. A?ade que no fue una suma "de muchos millones", pero le permite "vivir tranquila".
Aunque algunos afirman que Gustavo Stroessner iba a ser el heredero natural de su padre, Heikel lo niega. "?l no quer¨ªa ser presidente. Yo le aconsej¨¦ que no se metiera en pol¨ªtica".
Aunque muchos paraguayos exigen que la fortuna de los Stroessner salga por fin a la luz, Heikel muestra su escepticismo respecto a que las cosas cambien en Paraguay con el flamante presidente Lugo. "No tengo mucha confianza en la justicia paraguaya", concluye.
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