Una Nobel de la Paz en un barco testarudo
27 activistas, entre ellos la premio Nobel de la Paz Mairead Corrigan Maguire, desaf¨ªan el sitio israel¨ª sobre la Franja y arriban al puerto de Gaza con una tonelada de medicamentos
Soldados israel¨ªes han matado hoy a un granjero de 67 a?os en Yen¨ªn (Cisjordania). Han detenido a una docena de hombres en esa ciudad, en Nablus, Kalkilia y Ramala. Las fuerzas de seguridad palestinas leales al presidente, Mahmud Abbas, se dedican tambi¨¦n con esmero a clausurar organizaciones sociales en la ¨®rbita de Ham¨¢s y a capturar a sus gestores, dirigentes pol¨ªticos y l¨ªderes estudiantiles. Ochenta profesores afines a los islamistas han sido destituidos fulminantemente la ¨²ltima semana en Cisjordania. Sin novedad. La campa?a pol¨ªtico-militar contra los fundamentalistas, vencedores en las elecciones en 2006, sigue su curso. Pero cuando se trata de Gaza, el asedio apenas conoce l¨ªmites. Nadie se libra en la franja. Salir del territorio ocupado es privilegio de unos pocos. Y entrar, tambi¨¦n. Salvo para un peque?o grupo de activistas de derechos humanos que est¨¢ provocando cierto desconcierto en las autoridades israel¨ªes. Llegan en barco. Anuncian de antemano que violar¨¢n el bloqueo israel¨ª para llamar la atenci¨®n sobre los estragos que padece la franja. El bote zarp¨® desde L¨¢rnaca (Chipre) ayer, y aunque funcionarios israel¨ªes aseguraron que se impedir¨ªa su atraque, esta ma?ana han desembarcado en el puerto pesquero de la ciudad de Gaza.
Entre los 27 pasajeros irreductibles navegaba la premio Nobel de la Paz irlandesa Mairead McGuire (1976), el pol¨ªtico palestino Mustaf¨¢ Barghuti, y un activista israel¨ª, Gideon Spiro, que desaf¨ªa la terminante prohibici¨®n de su Gobierno a ciudadanos israel¨ªes de pisar suelo de Gaza. Pasar¨¢n cuatro d¨ªas en el territorio ocupado en compa?¨ªa de m¨¦dicos -se transporta una tonelada de medicamentos-, abogados y profesores jud¨ªos, cristianos, musulmanes y agn¨®sticos. Su objetivo es simple: que la lamentable situaci¨®n econ¨®mica de la franja, caldo de cultivo de extremismos a¨²n por llegar, no caiga en el olvido. Un cometido muy dif¨ªcil dada la actitud de los pa¨ªses occidentales, y tambi¨¦n los ¨¢rabes. Salvo alguna excepci¨®n de diputados del Parlamento Europeo, todos miran para otro lado.
Huwaida Arraf, abogada estadounidense y pasajera del barco, explica: "Israel est¨¢ cometiendo cr¨ªmenes de guerra al imponer un castigo colectivo al mill¨®n y medio de habitantes de Gaza. El art¨ªculo 33 de la Cuarta Convenci¨®n de Ginebra proh¨ªbe esas acciones. Sin embargo, dado que Israel es el poder ocupante y mantiene un control efectivo sobre el ¨¢rea, hemos notificado nuestra llegada. Pero como abusan extremadamente de su poder, no le pedimos permiso". Jeff Halper, un veterano activista israel¨ª, explicaba recientemente otro motivo que para lanzar esta empresa. "Israel califica los territorios ocupados desde 1997 como territorios en disputa para eludir la aplicaci¨®n de los Convenios de Ginebra. Pero es evidente que mantiene el control. Si detiene los barcos, no podr¨¢ negar en modo alguno que es potencia ocupante".
Sigue si¨¦ndolo, aunque la Marina israel¨ª no haya abordado el barco. "Antes sal¨ªan al mar entre 2.000 y 3.000 pescadores. Hoy faenan unos 240. Aunque los Acuerdos de Oslo (1994) establecen que los barcos pesqueros podr¨¢n navegar hasta las 20 millas, hoy s¨®lo se les permite pescar hasta las seis millas", explica Halper. Las fronteras terrestres est¨¢n pr¨¢cticamente selladas. El espacio a¨¦reo no tiene gran relevancia. No est¨¢n en Gaza para organizar vuelos.
Mientras, las autoridades israel¨ªes no parecen saber muy bien a que carta quedarse, aunque tampoco parecen preocupadas por una ruptura del bloqueo que no deja de tener un car¨¢cter meramente simb¨®lico. Algunos funcionarios comentaban ayer que se impedir¨ªa al atraque. Pero el diario Yediot Ahoronot informaba esta ma?ana de que el Ministerio de Asuntos Exteriores permiti¨® el desembarco tras varias consultas llevadas a cabo durante la noche.
Organizado por The Free Gaza Movement (Movimiento por una Gaza Libre), los impulsores de la iniciativa -es la segunda vez que desembarcan en el territorio palestino- se toman la aventura con un toque de humor. Porque invitar a la traves¨ªa al director general del Ministerio de Exteriores israel¨ª, Aharon Abramovich, y al ministro de defensa, Ehud Barak, es un brindis al sol. "Les animamos a que se sumen a nosotros. Por favor, dejen sus armas en casa. No somos violentos", escrib¨ªan el lunes en uno de sus comunicados.
Halper no ha viajado en esta ocasi¨®n, pero lo hizo en la primera singladura de agosto. "Me dec¨ªan", comentaba entonces, 'ten cuidado al ir a Gaza, que pones en riesgo tu vida'. En Gaza me dieron la ciudadan¨ªa palestina y el pasaporte. Pues bien, fui encarcelado cuando regres¨¦ a Israel. Algunos reclusos israel¨ªes me insultaron despu¨¦s de que un palestino me reconociera y dijera ?t¨² eres el del barco". Halper fue liberado al d¨ªa siguiente, a finales de agosto. "Nunca hab¨ªa ocurrido que la v¨ªctima de la ocupaci¨®n sea adem¨¢s castigado por la comunidad internacional". Pasar unas horas entre rejas es la suerte que puede correr el activista Gideon Spiro si vuelve a Israel a trav¨¦s del cruce de Erez.
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