El Ej¨¦rcito toma el control de los puertos y aeropuertos en Venezuela
Caracas acelera la pol¨ªtica de nacionalizaciones pese a la crisis
La falta de dinero se empieza a notar. Los buques alquilados por Petr¨®leos de Venezuela para llevar crudo a los clientes amenazan con parar despu¨¦s de varios meses sin cobrar. Los contratistas que operan en las plataformas de extracci¨®n acumulan facturas por 7.800 millones de d¨®lares desde finales de 2008, que el Ministerio de Energ¨ªa ha prometido pagar por cuotas. El Banco Central de Venezuela se vio obligado a vender, en marzo, siete toneladas del oro monetario para transferir el efectivo a un fondo de desarrollo. La crisis, que seg¨²n el presidente Ch¨¢vez, no llegar¨ªa a Venezuela, toca a la puerta. Y pese a ello, las nacionalizaciones de empresas, que hasta el a?o pasado se hab¨ªan desarrollado por la v¨ªa de la compra, ahora se ejecutan con mano militar, a trav¨¦s de la expropiaci¨®n.
Desde que estall¨® la crisis econ¨®mica mundial, el Gobierno venezolano ha sufrido una fuerte reducci¨®n de sus ingresos como consecuencia de la ca¨ªda de los precios del petr¨®leo. El barril venezolano, que en julio de 2008 alcanz¨® una cotizaci¨®n hist¨®rica en 126 d¨®lares, hoy se vende en los mercados internacionales por 43,5 d¨®lares. La gran dificultad que afronta la Administraci¨®n Ch¨¢vez es que ha calculado su presupuesto para el a?o 2009 sobre la base de un barril a 60 d¨®lares y de una producci¨®n de 3,6 millones de barriles por d¨ªa, que financiar¨ªa casi el 60% de los gastos nacionales. Pero hasta marzo de este a?o, el precio promedio del crudo local ha sido de 37,3 d¨®lares y el volumen de producci¨®n ?seg¨²n el ¨²ltimo informe de la OPEP? es de 2,1 millones de barriles diarios.
Como consecuencia de la escasez de fondos, uno de los directivos del Banco Central de Venezuela, Armando Le¨®n, recomend¨® al Gobierno no incurrir en m¨¢s nacionalizaciones que, a la larga, el Estado no podr¨ªa financiar. Tambi¨¦n, a principios de a?o, el ministro de Econom¨ªa y Finanzas, Al¨ª Rodr¨ªguez Araque, coment¨® la posibilidad de que se suspendiera la compra de la filial venezolana del Banco Santander, anunciada en julio pasado por el presidente Ch¨¢vez.
Pero la revoluci¨®n, lejos de cambiar de rumbo en medio de las dificultades econ¨®micas, se ha radicalizado. Tras la victoria electoral del 15 de febrero ?cuando fue aprobada la enmienda constitucional que le permitir¨¢ reelegirse indefinidamente en el poder?, Ch¨¢vez ha tomado nuevo aire para seguir adelante con la toma de los medios de producci¨®n que anunci¨® en 2006, al jurar como presidente para un segundo periodo consecutivo de seis a?os. S¨®lo en el ¨²ltimo mes, el mandatario ha ordenado las expropiaciones de la planta arrocera de la multinacional norteamericana Cargill, que desde hace 23 a?os opera en Venezuela; y de la finca El Pi?al, propiedad de la papelera irlandesa Smurfit Cappa Group.
Tambi¨¦n anunci¨®, el pasado jueves, que la nacionalizaci¨®n del Banco de Venezuela, propiedad del Grupo Santander, seguir¨ªa adelante "para impulsar el desarrollo econ¨®mico y el desarrollo social con esa bola de billete que tienen los bancos privados". Adem¨¢s, este s¨¢bado el Ej¨¦rcito tom¨® el control de los puertos y aeropuertos que hasta hace una semana estaban en manos de gobernadores y alcaldes y que constitu¨ªan una importante fuente de ingreso para las regiones. Ahora ser¨¢n administrados por el Gobierno.
Por un lado Ch¨¢vez intenta sumar recursos y por otro, los resta. El incremento del dominio estatal sobre la econom¨ªa ha ahuyentado la inversi¨®n extranjera: seg¨²n cifras de la Conferencia de la ONU sobre Comercio y Desarrollo, en 2007 Venezuela s¨®lo recibi¨® 400 millones de d¨®lares en inversi¨®n extranjera directa, la cifra m¨¢s baja que en la regi¨®n en ese a?o; en ese mismo per¨ªodo, Colombia recibi¨® 8.200 millones de d¨®lares y Brasil, otros 34.400 millones. Pero el fin del dominio capitalista, dir¨ªa el comandante, vale el sacrificio.
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