El Ej¨¦rcito tailand¨¦s rodea a los manifestantes acampados junto a la sede del Gobierno
Al menos dos personas han muerto y 103 han resultado heridas tras los choques entre las Fuerzas Armadas y los opositores
La mano dura que desde ayer empez¨® a emplear el Ej¨¦rcito tailand¨¦s para contener a los miles de manifestantes contra el Gobierno de Abahisit Vejjajiva ha tenido su efecto. Seg¨²n un portavoz de las Fuerzas Armadas, los militares han dispersado a los opositores en numerosas zonas de Bangkok, permitiendo as¨ª la reanudaci¨®n del tr¨¢fico en varias calles que antes estaban ocupadas.
Agentes antidisturbios, pertrechados con gases lacrim¨®genos, se han desplegado por m¨¢s de 50 puntos de la capital del pa¨ªs, centro principal de las protestas y donde rige el estado de excepci¨®n. Desde ayer, han cerrado a cal y canto todos los accesos que llevan al Palacio Real y otros edificios p¨²blicos. Tras varias horas de intensos combates, los soldados han conseguido entrar en la zona ocupada por los manifestantes cerca de la Casa del Gobierno, en el centro de la ciudad.
Los enfrentamientos han dejado hasta la noche del lunes dos muertos y al menos 94 personas heridas, seg¨²n la oficina del primer ministro. En algunos puntos de la ciudad contin¨²an los disturbios de los opositores que persiguen la ca¨ªda del Gobierno y la celebraci¨®n de elecciones anticipadas. En un discurso televisado, el primer ministro, Abhisit Vejjajiva, ha exigido que se retiren de las calles y ha pedido a la poblaci¨®n que coopere para restablecer el orden.
En un intento de recuperar el cruce de calles de Din Daeng, en el centro de la ciudad, unos 400 soldados emplearon gas lacrim¨®geno y realizaron disparos de advertencia al aire. Algunos testigos, citados por la BBC, aseguran que los militares han disparado contra la multitud.
Sin embargo, unos 300 manifestantes, de los 30.000 repartidos por todo Bangkok y otras provincias, se han hecho fuertes y han respondido esta ma?ana a las advertencias con disparos, lanzando al menos una docena de c¨®cteles molotov e intentando estrellar un coche en llamas contra los militares, que desde ayer y por orden gubernamental recurren a la fuerza para dispersar a los opositores.
Entre los heridos, la mayor¨ªa a causa de intoxicaci¨®n por el gas, se hallan tanto manifestantes como soldados, y al menos cinco se encuentran en estado cr¨ªtico. Seg¨²n ha dicho el primer ministro, cuatro soldados han resultado heridos por disparos de los activistas durante la carga del Ej¨¦rcito para desalojar una intersecci¨®n que bloqueaban en el casco viejo de la ciudad.
Previamente, el Gobierno hab¨ªa anunciado la detenci¨®n de varios manifestantes, pero no hab¨ªa indicado el n¨²mero exacto ni hab¨ªa revelado m¨¢s detalles por razones de seguridad. La Polic¨ªa tiene orden de arrestar a todos los l¨ªderes de las protestas. El principal cabecilla, Arisman Poongruengrong, fue detenido ayer por la ma?ana.
Sin embargo, la situaci¨®n estaba lejos de ser controlada por el Ej¨¦rcito. Vejjajiva tuvo que escapar de la sede del Ministerio del Interior, cuando medio centenar de opositores irrumpieron en las instalaciones para pedir su dimisi¨®n. Poco despu¨¦s, el Gobierno declaraba el estado de excepci¨®n en Bangkok y en otras cinco provincias vecinas de la capital, con la finalidad de restaurar el orden y acabar con las protestas antigubernamentales.
La oposici¨®n llama a la revoluci¨®n
Las protestas de los opositores al Ejecutivo tailand¨¦s, al que acusan de llegar al poder el pasado diciembre mediante procedimientos antidemocr¨¢ticos, se han recrudecido a lo largo del fin de semana. Este s¨¢bado, el Gobierno de Vejjajiva se vio obligado a suspender la Cumbre de la ASEAN y otros estados de Asia-Pac¨ªfico que se celebraba en Pattaya.
Jatuporn Promphan, otro de los l¨ªderes de las protestas antigubernamentales, ha pedido a sus seguidores en todo el pa¨ªs que se movilicen en las calles y marchen hacia la capital. Los camisas rojas, como son conocidos los opositores por el color de las prendas que visten, apoyan el regreso al poder de ex primer ministro Thaksin Shinawatra. En un mensaje emitido por una radio af¨ªn al ex mandatario, Promphan ha asegurado que el estado de derecho no rige ya en Tailandia y que los camisas rojas tienen que echar abajo al Gobierno de Vejjajiva. El propio Thaksin, exiliado en el extranjero desde que en octubre pasado fue condenado a dos a?os de c¨¢rcel por abuso de poder, llam¨® ayer a sus seguidores a impulsar una "revoluci¨®n popular".
Tailandia sufre una grave crisis pol¨ªtica que ha paralizado la vida del pa¨ªs desde 2006, cuando un golpe de Estado militar expuls¨® al entonces primer ministro Shinawatra. Desde 1932, ha sufrido 18 golpes de Estado y los analistas no descartan que se produzca otro en breve. La crisis econ¨®mica, con un reguero de despedidos en las grandes f¨¢bricas e industrias, ha supuesto para los pol¨ªticos leales a Shinawatra un buen caldo de cultivo para intentar recuperar el poder que les arrebataron los soldados por medio de la asonada militar. La oposici¨®n de los camisas rojas congrega a trabajadores reci¨¦n despedidos con leales al ex primer ministro.
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