?Discriminada? "Lo normal"
Un 58% de los inmigrantes latinoamericanos que viven en Espa?a dice que se siente rechazado
La peruana Iris Sandoval, de 23 a?os, lleg¨® a Espa?a hace tres. Es camarera y dice sentirse "contenta" en este pa¨ªs. Cuando se le pregunta si se ha sentido discriminada, sonr¨ªe y evade responder. S¨®lo suelta una frase corta. "Lo normal". Un 40% de los inmigrantes extranjeros residentes en la Uni¨®n Europea (UE) coincide con ella, seg¨²n un informe divulgado el mi¨¦rcoles por la Agencia de Derechos Fundamentales de la UE. El estudio tambi¨¦n apunta que los latinoamericanos, un 58%, son precisamente el grupo que m¨¢s resiente la discriminaci¨®n en Espa?a, frente a un 54% de los norteafricanos y un 43% de los rumanos.
El malestar es sutil, mas no por ello pasa inadvertido. "La falta de informaci¨®n, los prejuicios y la manipulaci¨®n de ciertos grupos de extrema derecha han causado da?o en la sociedad", comenta Ra¨²l Jim¨¦nez, portavoz de la Asociaci¨®n Rumi?ahui Hispano Ecuatoriana para Colaboraci¨®n al Desarrollo.
Los niveles de preocupaci¨®n en Espa?a son menores comparados con los m¨¢s altos que refleja el estudio. Los norteafricanos residentes en Italia advierten una discriminaci¨®n de un 94%, seguidos por los gitanos de Hungr¨ªa (un 90%).
El n¨²mero de denuncias, sin embargo, es mucho menor. S¨®lo un 20% de las v¨ªctimas de un delito racista acude a la polic¨ªa y la mayor¨ªa desconoce los centros de ayuda en caso de sufrir una agresi¨®n. S¨®lo un 12% de los rumanos, un 16% de los norteafricanos y un 19% de los latinoamericanos saben d¨®nde pedir ayuda.
Jim¨¦nez lo atribuye a que existe una "falta de rigor" para aplicar las penas contra los agresores, y recuerda el ataque que sufri¨® una joven ecuatoriana en el metro de Barcelona en octubre de 2007. El agresor fue condenado en marzo de este a?o a ocho meses de prisi¨®n. "Se piensa que no existe el mismo rigor al juzgar un caso de racismo; la falta de justicia no hace sino alimentar esa desconfianza", explica.
El rechazo no s¨®lo ha sido advertido por los residentes. El mexicano Juan Iv¨¢n Reyes, de 30 a?os, reside en San Jos¨¦ (EE UU) y quer¨ªa conocer Madrid. Sus vacaciones comenzar¨ªan el 25 de enero. Reyes relata que el d¨ªa de su llegada decidi¨® dar un paseo por las principales atracciones de la ciudad. Las vacaciones terminaron cuando, en pleno centro madrile?o, pregunt¨® a un polic¨ªa d¨®nde estaba la Plaza Mayor. "Me pidi¨® inmediatamente el pasaporte. Se lo mostr¨¦ y me dijo, 'esto es falso, tu no eres mexicano", explica en entrevista telef¨®nica.
Posteriormente, Reyes fue conducido a una comisar¨ªa, acusado de no llevar un documento v¨¢lido para acreditar su estancia. No se le permiti¨® hacer una llamada ni se llam¨® a su consulado. "Me dijeron que eso s¨®lo pasaba en las pel¨ªculas", recuerda. Estuvo detenido unas 72 horas. S¨®lo las gestiones de la embajada mexicana consiguieron que fuera liberado y pudiera regresar a casa. "Fue una pesadilla", relata.
Los autores del estudio insisten en que las cifras del informe s¨®lo reflejan una porci¨®n del problema real. "Hay una enorme cifra oculta de delitos racistas no contabilizados", coment¨® Joanna Goodey, responsable del informe de la Uni¨®n Europea. Goodey advirti¨® tambi¨¦n de la "resignaci¨®n" que impera entre los inmigrantes, de ese 40% que lo asume como algo "normal".
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