V¨ªctimas de Somalia: entre la miseria, los piratas y los traficantes
Las ONG advierten sobre el empeoramiento de las condiciones de los refugiados somal¨ªes que intentan llegar a Yemen a trav¨¦s del golfo de Ad¨¦n
Escudos humanos. En eso se han convertido los refugiados y emigrantes que cruzan el golfo de Ad¨¦n desde la explosi¨®n de la pirater¨ªa -y de los intentos de reprimirla- en el Oc¨¦ano ?ndico, seg¨²n Francisco Otero, jefe de la misi¨®n de M¨¦dicos Sin Fronteras (MSF) en Yemen. "La vigilancia ha producido cambios en los procedimientos de los traficantes de personas y de los piratas de la regi¨®n: ambas mafias han empezado a operar como si hubiesen constituido una sociedad", denuncia en una conversaci¨®n telef¨®nica. La asociaci¨®n clandestina ha empeorado todav¨ªa m¨¢s la ya de por s¨ª degradante situaci¨®n de los civiles que huyen de Somalia, que ahora tambi¨¦n est¨¢n sujetos a la ley de los piratas en alta mar.
"Los traficantes de personas arrojan por la borda a los emigrantes, a menudo desde aguas profundas, para que lleguen por sus propios medios a la playa"
"Las misiones de la OTAN y Atalanta han embrutecido el trato a los pasajeros, que acostumbran viajar hacinados, incluso amarrados y en las bodegas de carga"
Los africanos dedicados al saqueo y secuestro de buques, de acuerdo con la descripci¨®n de Otero, se camuflan con los refugiados para planear los potenciales abordajes sin ser detectados por las patrullas de la Organizaci¨®n del Tratado del Atl¨¢ntico Norte (OTAN) y de la misi¨®n Atalanta. Esta presencia ha embrutecido el trato a los pasajeros, que acostumbran viajar hacinados -incluso amarrados y en las bodegas de carga- y sin comida ni bebida. El jefe de la misi¨®n de MSF, que tiene 48 a?os y naci¨® en La Coru?a, relata que los nav¨ªos prolongan las traves¨ªas hasta seis d¨ªas, en funci¨®n de las necesidades de los piratas: "Esta gente armada y violenta claramente aumenta la inseguridad y los riesgos para la poblaci¨®n civil que escapa de Somalia".
Una poblaci¨®n sin otra opci¨®n -realidad t¨¦trica hasta extremos impensables que MSF detall¨® en un informe de junio de 2008-, para la que el merodeo de la polic¨ªa mar¨ªtima s¨®lo a?ade perjuicios. La semana pasada, las ONG que trabajan en la zona (entre ellas, el Comit¨¦ Internacional de la Cruz Roja e Interm¨®n Oxfam) alertaron por en¨¦sima vez sobre la enorme dimensi¨®n de la cat¨¢strofe humana con epicentro en Mogadiscio, que a la lucha armada interna suma el agravante natural de la sequ¨ªa, una de las peores de la ¨²ltima d¨¦cada. Seg¨²n los c¨¢lculos de la Organizaci¨®n de las Naciones Unidas (ONU), alrededor de 3,2 millones de somal¨ªes necesitan asistencia alimentaria.
El destino de los que no saben nadar
Geogr¨¢ficamente separados por el golfo de Ad¨¦n, Somalia y Yemen pertenecen al grupo de pa¨ªses de pobreza inestimable, seg¨²n los ¨²ltimos c¨¢lculos estad¨ªsticos disponibles en el Banco Mundial (BM). Las dificultades para acceder a las fuentes de informaci¨®n ahondan la sensaci¨®n de inestabilidad de la regi¨®n (todos los datos del BM son provisionales). Un perfil difuso de Somalia y Yemen emerge de la consideraci¨®n del producto bruto por cabeza (428 y 644 euros), la expectativa de vida (48 y 62 a?os), la mortalidad infantil (90 y 75 beb¨¦s fallecen cada 1.000 nacimientos), la desnutrici¨®n de los ni?os menores de 5 a?os (33% y 41%) y el acceso al agua potable (29% y 66% de la poblaci¨®n).
Pero, a¨²n con la perspectiva de un cambio que no signifique necesariamente una mejora, alrededor de 50.000 somal¨ªes y et¨ªopes se aventuraron en 2008 a cruzar el golfo de Ad¨¦n -aunque una minor¨ªa us¨® el camino terrestre de Yibuti- con la intenci¨®n de refugiarse en Yemen, de acuerdo con el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR). Esta agencia afirma que 590 refugiados perecieron en el trayecto y 359 desaparecieron sin dejar rastro. En lo que va del a?o, ACNUR ha detectado alrededor de 20.000 refugiados llegados a distintos puntos de los 500 kil¨®metros de la costa yemen¨ª, 131 muertos y 66 extraviados en el camino.
Para algunos, la lucha contra la adversidad concluye con la contemplaci¨®n de Yemen, que la experiencia de la tragedia somal¨ª transforma en tierra prometida. MSF se?ala que la llegada a la Pen¨ªnsula Ar¨¢biga es el momento cr¨ªtico -y el de mayor peligro- de la traves¨ªa porque los traficantes evitan ponerse al alcance de las fuerzas de seguridad costeras. Con esa prevenci¨®n, arrojan por la borda a los emigrantes, a menudo desde aguas profundas, para que lleguen por sus propios medios a la playa. "Pero la mayor¨ªa de los africanos no saben nadar y se ahogan", apunta Otero.
De un infierno a otro
"Somalia padece un desorden cr¨®nico. No existe informaci¨®n precisa sobre desarrollos econ¨®micos y financieros, circunstancia que obsta la cooperaci¨®n con nuestra instituci¨®n". Con esta explicaci¨®n, el Fondo Monetario Internacional (FMI) justifica la inexistencia de registros que involucren a Mogadiscio. Sobre Yemen, el FMI se pronuncia con mayor amplitud: "es uno de los pa¨ªses m¨¢s pobres de Oriente Medio. Alrededor del 35% de la poblaci¨®n vive por debajo de la l¨ªnea de la pobreza. Sus reservas de petr¨®leo se agotar¨¢n entre el a?o pr¨®ximo y 2012, con el agravante de que Yemen tiene escasos recursos naturales. El agua escasea, las instituciones p¨²blicas son d¨¦biles y la inseguridad aumenta mientras se extiende el uso del 'qat', un narc¨®tico vegetal al alcance de la clase baja".
La coyuntura yemen¨ª no es, precisamente, alentadora. Pero en Somalia, las milicias de insurgentes y las fuerzas que se atribuyen el derecho a gobernar el pa¨ªs libran una guerra civil desde 1991. M¨¢s de 800.000 somal¨ªes abandonaron Mogadiscio desde enero de 2007 -casi un tercio de la poblaci¨®n de la capital-, expulsados por la violencia continua y los abusos contra los derechos humanos, seg¨²n un informe de Human Rights Watch. En el centro del pa¨ªs, m¨¢s de un mill¨®n de somal¨ªes han sido desplazados de sus hogares y cientos de miles malviven en campos cercanos a la carretera que une la capital con la localidad de Afgoye.
Las graves dificultades de Somalia no son desconocidas para el mundo desarrollado y los organismos multilaterales. Situado en la cola de la periferia econ¨®mica mundial, el pa¨ªs ha salido de la intrascendencia a partir de la pirater¨ªa mar¨ªtima. Otero cree que esta amenaza para las tripulaciones y las mercanc¨ªas es una oportunidad para llamar la atenci¨®n sobre el drama humanitario que padece la poblaci¨®n somal¨ª. "Vemos que se habla mucho sobre la cuesti¨®n comercial y de la seguridad de los barcos que pasan por aqu¨ª, pero lo que urge es pacificar Somalia. No hay otra forma de resolver el problema", apostilla. Desde luego, Yemen no puede ofrecer una alternativa de bienestar para los civiles somal¨ªes. Pero la opci¨®n de permanecer en Somalia no es una opci¨®n por la vida.
Crisis y deportaci¨®n en Yemen
A Yemen, rep¨²blica de Oriente Pr¨®ximo, llegan refugiados de dos nacionalidades distintas: somal¨ªes y, en menor medida, et¨ªopes. La ONG M¨¦dicos sin Fronteras (MSF) advierte que los primeros gozan del reconocimiento del Gobierno yemen¨ª, privilegio del que carecen los civiles de Etiop¨ªa, que son considerados inmigrantes ilegales. Y, por ende, sometidos al tr¨¢mite de repatriaci¨®n.
La crisis econ¨®mica compromete la subsistencia de los emigrantes que s¨ª consiguen quedarse en Yemen. MSF explica que, antes, los refugiados ocupaban los puestos de trabajo que los yemen¨ªes dejaban vacantes, a menudo limpiando casas o en la construcci¨®n. La situaci¨®n ha cambiado y el paro en Yemen obliga a los extranjeros a seguir la ruta hacia Arabia Saudita.
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