La foto m¨¢s deseada
Por fin consigui¨® Lieberman la foto deseada. Y m¨¢s deseada que las dos anteriores que busc¨® y no logr¨®. Avigdor Lieberman, jefe de la diplomacia israel¨ª, hab¨ªa visitado en las ¨²ltimas semanas Par¨ªs y Berl¨ªn. Pero el trato dispensado en estas capitales europeas no fue el recibimiento propio de un ministro de Exteriores. Por su car¨¢cter de ultraderechista -con marcado acento racista en algunas de sus tesis, problemas judiciales de corrupci¨®n al margen-, sus hom¨®logos Bernard Kouchner y Frank-Walter Steinmeier optaron por una alternativa casi humillante.
No es frecuente que un ministro de Exteriores no ofrezca una conferencia de prensa conjunta o que al menos no comparezca cuando un colega realiza una visita oficial bien anunciada. Kouchner no apareci¨® ante las c¨¢maras. Lieberman, tampoco. S¨ª lo hizo d¨ªas m¨¢s tarde en Praga. La Rep¨²blica Checa es uno de los m¨¢s fieles aliados de Israel en Europa.
En Berl¨ªn fue peor. Al menos Kouchner recibi¨® a Lieberman en la sede del ministerio. El ministro de Asuntos Exteriores alem¨¢n, Frank-Walter Steinmeier, ni eso le concedi¨®. Le cit¨® en un restaurante de la ciudad alemana. Un feo cargado de simbolismo pol¨ªtico. Ayer en Washington, Hillary Clinton sigui¨® el protocolo. Despu¨¦s del discurso del primer ministro israel¨ª, Benjam¨ªn Netanyahu -acogido con buenas maneras aunque sin alabanzas por la Casa Blanca-, el presidente estadounidense, la secretaria de Estado y el enviado especial para Oriente Pr¨®ximo, George Mitchell, han prometido perseverar en los esfuerzos diplom¨¢ticos. Imposible no acogerle como corresponde a un jefe de la diplomacia y seguir los pasos de Berl¨ªn y Par¨ªs, que muy probablemente tambi¨¦n cambiar¨¢n el paso en el futuro cercano.
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