156 muertos y m¨¢s de 1.400 detenidos en protestas de la minor¨ªa uigur en China
La represi¨®n de una manifestaci¨®n deja tambi¨¦n un millar de heridos en la regi¨®n aut¨®noma de Xinjiang, en el oeste del pa¨ªs
La tensi¨®n ¨¦tnica que desde hace d¨¦cadas vive la regi¨®n china de Xinjiang, cuna de la minor¨ªa musulmana uigur, estall¨® el domingo con toda violencia en la capital regional, Urumqi. Al menos 156 personas resultaron muertas, 1.080 heridas y 1.434 detenidos durante las protestas y la represi¨®n que sigui¨® por parte de la polic¨ªa, seg¨²n ha informado fuentes de la polic¨ªa regional citadas por la agencia Nueva China. Se trata del incidente m¨¢s grave que se produce en esta regi¨®n aut¨®noma del oeste de China en a?os. Los manifestantes ped¨ªan que se investigara el enfrentamiento que se produjo el mes pasado entre uigures y hanes -la etnia mayoritaria, que supone m¨¢s del 90% de la poblaci¨®n y se la identifica normalmente con los chinos- en una f¨¢brica en la ciudad de Shaoguan (provincia sure?a de Guangdong), en el que murieron dos miembros de la minor¨ªa musulmana.
El estallido de violencia en Urumqi, ciudad de 2.3 millones de habitantes, tuvo lugar tras lo que aparentemente comenz¨® como una protesta pac¨ªfica por parte de 1.000 a 3.000 personas (300 a 500, seg¨²n el China Daily), que desemboc¨® en la quema de veh¨ªculos, incendio de viviendas, choques con los antidisturbios y ataques contra los hanes que, a instancias del Gobierno de Pek¨ªn, son cada a?o m¨¢s numerosos en esta provincia.
Avenidas bloquedas, las calles desiertas, coches de polic¨ªas con los gir¨®scopos en marcha, y soldados repartidos por la ciudad. Urumqi era el lunes a la una de la ma?ana hora local (seis horas menos en la Espa?a peninsular) una ciudad fantasma, una ciudad en estado de sitio, una ciudad castigada por la violencia del d¨ªa anterior.
"Hay mucho miedo. La situaci¨®n es muy grave. Los enfrentamientos fueron terribles. Comenzaron a las ocho de la tarde. Los uigures y los han se enfrentaron con barras y cuchillos. Hab¨ªa al menos 4.000 personas en la calle. Yo estaba en casa de mi esposa, cerca del gran bazar, y vi c¨®mo se peleaban, la gente herida, y c¨®mo la polic¨ªa disparaba contra los manifestantes", dice un vecino de Urumqi de la minor¨ªa hui, tambi¨¦n musulm¨¢n. "Los uigures quieren la independencia de su pa¨ªs, pero es algo imposible. China nunca lo aceptar¨¢", asegura.
El Gobierno ha clausurado Internet en toda la ciudad. S¨®lo funciona en la sala de prensa de uno de los grandes hoteles, donde han tenido que concentrarse los periodistas para poder trabajar y enviar las cr¨®nicas. A las puertas de los hoteles, soldados y antidisturbios, vigilan armados con barras. La polic¨ªa controla los accesos, e impide acercarse a las zonas donde se registraron los incidentes, en el sur de la ciudad.
"El toque de queda se extiende entre las ocho de la noche y las ocho de la ma?ana", dice el mismo vecino. "No funciona Internet porque hay una situaci¨®n especial en la ciudad", informa la empleada de un hotel. "Las l¨ªneas internacionales han sido desconectadas por orden del Gobierno", se?ala otra.
Desde el avi¨®n, apenas se ve¨ªan coches por las autopistas. La agencia oficial Xinhua asegur¨® que han sido detenidos varios cientos de manifestantes, entre ellos m¨¢s de 10 acusados de incitar la revuelta. Las autoridades buscan tambi¨¦n a otras 90 personas. Las asociaciones de uigures en el exilio dijeron que la violencia empez¨® solo despu¨¦s de que las fuerzas de seguridad reprimieran con extrema dureza la manifestaci¨®n inicialmente pac¨ªfica. Xinhua afirm¨® que la situaci¨®n, hoy lunes, se encuentra "bajo control". No ha trascendido, de momento, que se hayan producido altercados en otras zonas de Xinjiang, regi¨®n cuya superficie es 3,2 veces la de Espa?a.
Nuer Baikeli, gobernador de la regi¨®n aut¨®noma, asegur¨® que los enfrentamientos fueron incitados por fuerzas extremistas en el extranjero. "Despu¨¦s del incidente [de Shaoguan, las tres fuerzas en el exterior se esforzaron en agitar y aprovecharon la oportunidad para atacarnos, incitando las protestas callejeras", dijo en la televisi¨®n local. Las "tres fuerzas" a las que se refiere son movimientos, que, seg¨²n Pek¨ªn, promueven el separatismo, la acci¨®n militar y el extremismo religioso.
Otro responsable chino asegur¨® que "los disturbios han sido planeados por el Congreso Mundial Uigur, dirigido por Rebiya Kadeer. Esto ha sido un crimen de violencia premeditado y organizado", dijo, seg¨²n Xinhua, sin citar su nombre.
Rebiya Kadeer es una mujer de negocios uigur, que se exili¨® en Estados Unidos tras pasar varios a?os encarcelada en China. Los movimientos uigures en el exilio han rechazado la acusaci¨®n del Gobierno sobre la confabulaci¨®n, y han dicho que las protestas son resultado del fuerte descontento existente en la poblaci¨®n sobre las pol¨ªticas oficiales, y el dominio chino (han) en la econom¨ªa. "Nos est¨¢n acusando para distraer la atenci¨®n de los uigures de las discriminaci¨®n y opresi¨®n que han provocado las protestas", dijo Dilxat Raxit, portavoz del Congreso Mundial Uigur en Suecia, informa Reuters. "Comenz¨® como una congregaci¨®n pac¨ªfica. Hab¨ªa miles de personas gritando que acabe la discriminaci¨®n ¨¦tnica... Est¨¢n cansados de sufrir en silencio". En China, hay unos 8,3 millones de uigures. Esta etnia de origen turcomano cuenta tambi¨¦n con comunidades en pa¨ªses como Suecia, Alemania y Estados Unidos, adem¨¢s de su tradicional presencia en Asia Central, en pa¨ªses como Kazajist¨¢n, Tayikist¨¢n, Kirguizist¨¢n, colindantes con Xinjiang, e incluso en Uzbekist¨¢n.
Las acusaciones de complot contra los exiliados pro independentistas reproducen las que siguieron a las revueltas en T¨ªbet en marzo del a?o pasado, que, seg¨²n Pek¨ªn, fueron impulsadas por "la camarilla del Dalai Lama", el l¨ªder espiritual de los tibetanos y premio Nobel de la Paz.
Los uigures son una de las 55 minor¨ªas ¨¦tnicas chinas. Practican la religi¨®n musulmana y viven principalmente en Xinjiang. El fuerte crecimiento econ¨®mico experimentado por el sureste de China en las tres ¨²ltimas d¨¦cadas llev¨® a algunos uigures a trasladarse a esas zonas en busca de trabajo. Muchos sienten un gran resentimiento hacia el Gobierno central porque consideran que est¨¢ agostando su cultura con el env¨ªo de hanes para repoblar su regi¨®n. Adem¨¢s, le acusan de no respetar la libertad religiosa y estar extrayendo sus abundantes recursos naturales, mientras Xinjiang sigue siendo una de las regiones m¨¢s pobres del pa¨ªs.
Los uigures poseen un profundo sentimiento nacionalista, y muchos sue?an con la independencia de la que llaman Turkest¨¢n Oriental. Parte de la regi¨®n -que tambi¨¦n hace frontera con Mongolia, Rusia y Pakist¨¢n- fue independiente en algunos periodos de su historia. Pero en 1949 fue invadida por los ej¨¦rcitos de Mao Zedong.
Desde entonces, ha sido cuna de un movimiento separatista, con ocasionales atentados mortales, principalmente contra polic¨ªas chinos. El a?o pasado, se produjeron algunos antes de los Juegos Ol¨ªmpicos de Pek¨ªn, seg¨²n la prensa oficial. Las autoridades dijeron a principios de junio que han desmantelado siete c¨¦lulas terroristas en Xinjiang este a?o. Organizaciones de derechos humanos como Amnist¨ªa Internacional y Human Rights Watch acusan al Gobierno de reprimir la cultura de las minor¨ªas de Xinjiang.
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