Y la microhistoria
Como en la pol¨ªtica, la historia se mueve en las grandes dimensiones del tiempo y del espacio, pero sus avatares m¨¢s apasionantes y decisivos se producen en formas concentradas e intensas: en los despachos del Kremlin o de Zhongnanhai, en las mezquitas y aulas de Qom o en el despacho oval de la Casa Blanca. El historiador, el periodista, el chismoso profesional quiere tener un testigo, estar all¨ª aunque sea de forma vicaria, mediante grabaciones secretas, narraciones de fuentes acreditadas y finalmente, si no hay m¨¢s remedio, recreaciones y fantas¨ªas literarias y cinematogr¨¢ficas. A falta de mejores materiales, una serie televisiva como ¡®El ala oeste¡¯ se nutre de esta ansiedad por conocer, al fin, el poder con sus arcanos en el momento en que se toman las decisiones.
Un libro extraordinario, publicado hace apenas dos meses, incide de lleno en este af¨¢n de conocimiento verdadero, en este caso de los hechos, reuniones y decisiones que rodearon la matanza de Tiananmen, en junio de 1989. Se trata de las memorias de Zhao Ziyang, tituladas ¡®Prisionero de Estado¡¯, redactadas durante sus quince a?os de arresto domiciliario y clandestinamente entregadas al editor de Hong Kong que las ha dado a la imprenta en chino y en ingl¨¦s. Zhao era el secretario general del Partido Comunista y el hombre al que Deng Xiaoping, el aut¨¦ntico hombre fuerte de la dictadura comunista, quer¨ªa convertir en su sucesor. Pero los hechos de Tiananmen terminaron con su carrera en muy escasos d¨ªas y con su libertad durante los 16 a?os que sobrevivi¨® a su fulminante destituci¨®n.
Zhao protagoniz¨® y sali¨® perdedor de una feroz lucha por el poder, que ya hab¨ªa llevado a la destituci¨®n dos a?os antes de su predecesor, Hu Yaobang, erosionados ambos por el poder del ala m¨¢s conservadora del PC chino que eliminaron as¨ª a dos de los mayores liberalizadores de la econom¨ªa china, a falta de poder hacerlo con su principal protagonista, el propio Deng. Las protestas estudiantiles de Tiananmen empezaron precisamente como homenaje a Hu Yaobang a ra¨ªz de su muerte y fueron recibidas muy pronto con comprensi¨®n por parte de Zhao y con enorme hostilidad por parte del primer ministro Li Peng y muy pronto del l¨ªder m¨¢ximo Deng Xiaoping, que probablemente fue en estos a?os cuando termin¨® de convencerse, al hilo de la perestroika de Gorbachev. del peligro que implicar¨ªa para el poder comunista una traslaci¨®n de la libertad econ¨®mica al terreno de la pol¨ªtica.
Las memorias de Zhao permiten seguir con detalle los d¨ªas que transcurren desde principios de abril hasta el 4 de junio, el d¨ªa de la matanza, completando as¨ª el cuadro que ofreci¨® otro libro imprescindible, a pesar de que sea controvertida su autor¨ªa e incluso su autenticidad, como son ¡®Los Papeles de Tiananmen¡¯, trazando un cuadro tenebroso sobre la infracci¨®n sistem¨¢tica de las propias reglas de juego establecidas por el partido y el estado chino cuando se trata de zanjar en una disputa interna por el poder. Pero van mucho m¨¢s lejos, tanto en la exposici¨®n de sus ideas pol¨ªticas y econ¨®micas como en los detalles del proceso que se le hizo fuera de cualquier legalidad y reglamento. La fuerza de una burocracia imp¨ªa, el papel central de la comisi¨®n militar y de quien la preside (de quien dependen la polic¨ªa, los servicios secretos y la seguridad del partido), las obsesiones del r¨¦gimen, el poder de los ancianos, el secretismo y la verg¨¹enza con que se tratan los conflictos y el miedo a perder la cara ante los gobiernos extranjeros aparecen una y otra vez en las memorias y definen las caracter¨ªsticas de un r¨¦gimen totalitario realmente distinto a los reg¨ªmenes comunistas europeos.
Estos textos de los que disponemos sobre lo que ocurri¨® en Pek¨ªn en aquellos d¨ªas decisivos de 1989 me hacen pensar que tambi¨¦n tendr¨¢ el m¨¢ximo inter¨¦s conocer alg¨²n d¨ªa la microhistoria de lo que est¨¢ ocurriendo ahora entre Teher¨¢n y Qom, las capitales pol¨ªtica y espiritual del r¨¦gimen jomeinista, con otros protagonistas y otras circunstancias, pero algunos componentes muy similares: una disputa a muerte por el poder interno en el momento de una sucesi¨®n, una confrontaci¨®n entre quienes quieren convertir la dictadura en un r¨¦gimen aceptable y quienes se encastillan en el poder absoluto, la movilizaci¨®n de unos j¨®venes totalmente ajenos a lo que se juega entre bastidores, la sombra de la intervenci¨®n de una mano exterior enemiga esgrimida siempre por el bando m¨¢s reaccionario. En este tipo de reg¨ªmenes es muy probable que sea precisamente en la microhistoria de estos momentos excepcionales donde podemos hallar las mejores explicaciones sobre la naturaleza del poder y de sus arcanos.
(Enlaces, con el editor brit¨¢nico de Zhao Ziyang y con el correspondiente de Los papeles de Tiananmen¡¯).
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