Una 'narcoaldea' para El Chapo

Lo llaman el Tri¨¢ngulo Dorado. Es una zona monta?osa en donde confluyen tres Estados mexicanos cuyos nombres est¨¢n hoy ligados al narco: Sinaloa, Durango y Chihuahua. Y en una de sus c¨²spides, cerca de una poblaci¨®n de nombre Las Trancas, del municipio de Tamazula, el Ej¨¦rcito mexicano descubri¨® la semana pasada un enorme laboratorio de drogas sint¨¦ticas. "Es toda una f¨¢brica", asegur¨® a EL PA?S el portavoz de la Procuradur¨ªa General de la Rep¨²blica (PGR), Ricardo N¨¢jera.

El laboratorio, productor de metanfetaminas, como confirm¨® la PGR, es en realidad, seg¨²n describen las autoridades y quienes fueron testigos del hallazgo, una aldea completa, asentada en una superficie total de 240 hect¨¢reas, en las que, adem¨¢s de un caser¨ªo, hab¨ªa una residencia principal, con el acondicionamiento t¨ªpico de las mansiones de ciudad, incluidas conexi¨®n a Internet, televisi¨®n por sat¨¦lite y aparatos de gimnasia.

Las autoridades se?alan que "todo indica" que el macrolaboratorio pertenece al Cartel del Sinaloa, a Joaqu¨ªn Guzm¨¢n Loera, m¨¢s conocido como El Chapo. Algunas versiones period¨ªsticas incluso se?alan que el narcotraficante, que se fug¨® en 2001 de una c¨¢rcel de "alta seguridad", pas¨® alguna temporada en ese lugar.

"Las 25 caba?as y casas r¨²sticas que lo componen estaban organizadas como un complejo industrial formal; tres de ellas eran cocinas, una caba?a de primeros auxilios, otra brindaba servicios generales, una m¨¢s era lavander¨ªa, y hab¨ªa tambi¨¦n dormitorios, plantas de luz, bodegas y almacenes de combustible", seg¨²n escribi¨® el reportero Abel Barajas, en el diario Reforma.

La narcoaldea se encontraba a 2.000 metros de altura. Todas las casas estaban ocultas tras la maleza. Tan integradas se encontraban en el bosque, que ayer las autoridades tuvieron que solicitar la intervenci¨®n de los encargados de medio ambiente del Gobierno para que les ayuden a desmontar el hallazgo sin da?ar m¨¢s el entorno.

Si bien se trata del laboratorio n¨²mero 158 que descubre este Gobierno desde 2006, se tratar¨ªa del m¨¢s grande de cuantos han encontrado dedicados a procesar metanfetaminas, y el mayor fuera de Michoac¨¢n, el Estado que m¨¢s produce ese tipo de estupefacientes. No se recuerda ning¨²n laboratorio como ¨¦ste. No solo se trata de que hayan encontrado ocho calderas perfectamente instaladas, cada una con una capacidad de 1.000 litros, ni del hallazgo de bodegas atiborradas de 100 contenedores de 200 litros cada uno para ¨¢cido clorh¨ªdrico o acetona, o los 100 bultos de 25 kilos cada uno de hidr¨®xido de sodio... Es, sobre todo, que en ese pico de las monta?as, en ese lugar donde los soldados no encontraron ni un alma, ah¨ª hab¨ªa de todo para que nadie extra?ara la ciudad y sus recursos: es la evidencia del poder, del poder que permite montar d¨®nde y c¨®mo se quiere toda una f¨¢brica de producci¨®n, en la que un capataz de identidad todav¨ªa desconocida pod¨ªa incluso pedir a la carta una chica de alterne: se encontr¨® un cat¨¢logo de mujeres.

Tras el hallazgo no son pocos los que han recordado que algunas publicaciones, como la revista Proceso, han dicho que en una zona de esa serran¨ªa contrajo matrimonio El Chapo hace un par de a?os. Otros han tra¨ªdo a cuento las memorias publicadas el a?o pasado por Julio Scherer Garc¨ªa, en el libro-entrevista La reina del Pac¨ªfico, en donde Sandra ?vila Beltr¨¢n habla sobre construcciones como ¨¦sta, en la serran¨ªa, a la que s¨®lo se llega con avioneta o helic¨®ptero, y en la que se dan grandes reuniones de los capos.

En abril pasado, el arzobispo H¨¦ctor Gonz¨¢lez Mart¨ªnez fue m¨¢s all¨¢. A ¨¦l le toca oficiar en Durango, y dijo que ah¨ª, que en Durango, viv¨ªa El Chapo. Las autoridades le pidieron que fuera m¨¢s espec¨ªfico y m¨¢s responsable. Unos d¨ªas m¨¢s tarde un ret¨¦n de falsos polic¨ªas lo retuvo y lo dej¨® ir sin m¨¢s. Quiz¨¢ no estaba tan errado el arzobispo. Por lo pronto, meses despu¨¦s, ah¨ª, en el Tri¨¢ngulo Dorado, en Las Trancas, cerca de la natal Sinaloa de El Chapo, descubrieron ropa de finas marcas, lujos propios de un alto capo y una evidencia m¨¢s para acrecentar el rumor del poder¨ªo de los narcos.