18 drogadictos mueren tiroteados en un centro de rehabilitaci¨®n de Ciudad Ju¨¢rez

Eran 23. Todos j¨®venes. Llevaban reunidos una hora, como todas las tardes, cont¨¢ndose unos a otros sus desventuras con la droga. Estaban a punto de acabar "la hora de la tribuna" cuando tres camionetas aparcaron en la puerta del centro de rehabilitaci¨®n. Los hombres que se bajaron de ellas, a¨²n no se sabe cu¨¢ntos ni por orden de qui¨¦n, los sacaron al patio. A los 23. Los pusieron en fila y dispararon contra ellos 82 veces con fusiles AK-47. Murieron 18, dos m¨¢s est¨¢n heridos graves y de los otros tres nada se sabe. Terminado el trabajo, los sicarios se montaron en las camionetas y se fueron. Ning¨²n vecino vio nada. Y si alguno vio algo, para cuando lleg¨® la polic¨ªa ya se le hab¨ªa olvidado.

Al p¨¢rrafo anterior le falta un dato fundamental. Pero es un dato que necesita su p¨¢rrafo aparte. El fusilamiento sucedi¨® en Ciudad Ju¨¢rez, en el norte de M¨¦xico, en la frontera con Estados Unidos. El a?o pasado, la guerra que enfrenta a los carteles de la droga se llev¨® por delante a 1.800 vecinos, casi todos j¨®venes, casi todos hombres, entre 17 y 25 a?os, el 90% con antecedentes policiales. Este a?o, ya son 1.500 los ejecutados. Del mismo perfil. Todo ello bajo un imponente despliegue policial.

Ciudad Ju¨¢rez no es s¨®lo la ciudad m¨¢s violenta del mundo por ¨ªndice de homicidios -la segunda es Caracas, la tercera, Nueva Orleans-, sino tambi¨¦n la m¨¢s vigilada. El Gobierno mexicano tiene desplegados all¨ª a m¨¢s de 8.000 uniformados. El mi¨¦rcoles por la noche, los polic¨ªas y los militares s¨®lo llegaron a tiempo para escoltar a las ambulancias que llevaban a los heridos al hospital. Porque los sicarios de Ciudad Ju¨¢rez, cuando se enteran de que dejaron supervivientes, suelen volver para rematarlos.

V¨ªctor Valencia de los Santos es el secretario de Seguridad P¨²blica del Estado de Chihuahua, del que Ciudad Ju¨¢rez es su ciudad m¨¢s poblada. No es un oficio envidiable. S¨®lo el pasado mi¨¦rcoles, se produjeron 40 asesinatos en Chihuahua, uno de los 32 estados de M¨¦xico. Despu¨¦s de contar a este peri¨®dico lo sucedido en el centro de rehabilitaci¨®n El Aliviane, V¨ªctor Valencia reflexiona: "No sabemos por qu¨¦ los mataron. En Ciudad Ju¨¢rez hay 50 centros de este tipo. Y no es la primera vez que se produce un ataque as¨ª. Hay quien dice que algunos de los j¨®venes asesinados pertenec¨ªan a alg¨²n cartel rival del que pag¨® a los sicarios... Y tambi¨¦n quien piensa que algunos de esos centros, m¨¢s que una labor rehabilitadora, sirven a las mafias de la droga para reclutar sicarios... Tendremos que investigar todo eso. Pero una cosa s¨ª le digo: la vida ya no vale nada aqu¨ª. Los adolescentes son utilizados por los carteles como objetos desechables... Matan a uno, reclutan a otro".

El Hospital General de Ciudad Ju¨¢rez est¨¢ custodiado por el Ej¨¦rcito. Por si los sicarios vuelven. Adem¨¢s de los 40 asesinados en Chihuahua, en el resto de M¨¦xico se produjeron el mi¨¦rcoles otros 12 asesinatos relacionados con las drogas. Uno fue el del subsecretario de Seguridad P¨²blica de Michoac¨¢n, asesinado en Morelia -otra de las ciudades m¨¢s vigiladas del pa¨ªs- junto a sus dos escoltas. Pero otro de los fallecidos en la lista imparable de muertos estaba participando en un velorio en Monterrey. Se velaba a un hombre ejecutado el domingo. Como dice la prensa local, los deudos desped¨ªan al difunto entre "m¨²sica, alcohol, comida y caballos finos", cuando fueron interrumpidos por un comando armado que quer¨ªa terminar el encargo. Mataron al que iban buscando, un nombre m¨¢s que a?adir a una lista que ya ha superado los 5.000 homicidios en ocho meses.