Berlusconi: "Los italianos quieren ser como yo"
El primer ministro se considera "v¨ªctima de una campa?a subversiva" de comunistas y cat¨®licos
Mucho m¨¢s que el verdugo de la libertad de prensa, Silvio Berlusconi se siente una v¨ªctima de ese sistema. "Que se diga que est¨¢ en peligro la libertad de prensa (en Italia) es un chiste contado por la minor¨ªa comunista y cat¨®lico-comunista y de sus peri¨®dicos, que son el 90% de la prensa".
Eso ha dicho este lunes el jefe de Gobierno italiano en una entrevista matutina, destinada a la cuota de pantalla de jubilados y amas de casa, a trav¨¦s del Canale 5, una de sus tres cadenas privadas. Sin rozar ni de lejos los esc¨¢ndalos que le acosan desde hace meses, mezclando las patra?as con anuncios demag¨®gicos de seguridad ciudadana y ofertas de leyes favorables a la Iglesia, Berlusconi pasa de nuevo al ataque.
Desde luego, Berlusconi no se arrepiente de sus querellas a La Repubblica y L'Unit¨¤: "Para ellos la libertad de prensa es solo libertad de insulto, mixtificaci¨®n, difamaci¨®n". No solo: "Han montado una campa?a subversiva que trata de ir contra la voluntad del pueblo. Pero tengo el 70% de popularidad, la mayor¨ªa de los italianos quiere ser como yo".
"?La raz¨®n?", le pregunta c¨¢ndido el periodista, Maurizio Belpietro, ex director de Panorama y hoy director del peri¨®dico Libero, ambos controlados por Berlusconi: "Se reconocen en m¨ª y aprueban mi comportamiento porque saben que Berlusconi no roba y no utiliza el poder para su beneficio personal, como han hecho todos esos que, sobre todo de la otra parte pol¨ªtica, me han precedido en esta dif¨ªcil responsabilidad".
El resumen de la entrevista es esta queja-denuncia: "Con esta informaci¨®n, pobre Italia, un pa¨ªs que arriesga, por culpa de los comunistas y los cato-comunistas, una tiran¨ªa que oprime a los ciudadanos".
Tras agitar el fantasma del comunismo y lanzar su andanada contra los cat¨®licos de base, Berlusconi define como "excelente" su relaci¨®n con el Vaticano, y niega que haya prevista una reuni¨®n con el secretario de Estado, Tarcisio Bertone. "No veo la necesidad", enfatiza. Su choque con la Santa Sede tras el ataque de Il Giornale al director de Avvenire ni siquiera ha existido. "Todo ha sido una invenci¨®n de los peri¨®dicos".
En todo caso, su Gobierno est¨¢ listo para hacer algunas concesiones generosas a la Santa Sede: "La defensa de los valores fundamentales como la vida humana y la familia est¨¢n ah¨ª", afirma sin asomo de pudor en la voz, "para dar testimonio de la excelencia de nuestras relaciones. Excelencia que probaremos con temas importantes como el testamento vital".
La ley del testamento vital, que llegar¨¢ en los pr¨®ximos d¨ªas a la C¨¢mara, fue redactada por el sector ultracat¨®lico y pro-vida del Pueblo de la Libertad en febrero pasado, en plena pol¨¦mica emotiva por la muerte de de Eluana Englaro , la mujer que vivi¨® 17 a?os en coma irreversible gracias a una sonda que la alimentaba e hidrataba. El proyecto de ley aprobado en el Senado por la derecha y algunos demoscristianos del centro izquierda recoge la posici¨®n de la Iglesia, que considera la nutrici¨®n artificial como un apoyo vital y no como una cura m¨¦dica, lo que, en esencia, negar¨¢ a todos los pacientes el derecho a rechazarla. El mensaje de Berlusconi se lee como un reto a Gianfranco Fini, el presidente de la C¨¢mara de Diputados y casi el ¨²nico miembro de la mayor¨ªa que ha hecho p¨²blica su posici¨®n favorable a una ley laicista y no "¨¦tica".
Nada ni nadie parece hoy en grado de frenar la ¨²ltima escalada populista de Berlusconi. El primer ministro anunci¨® que aumentar¨¢ el n¨²mero de militares desplegados en las ciudades para garantizar la seguridad de los ciudadanos, y prometi¨® reformar la ley de procedimiento penal, "de la que hay gran necesidad", para "garantizar el respeto a la intimidad de todos".
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