Pakist¨¢n se lanza contra los talibanes
28.000 soldados desencadenan una ofensiva contra el feudo de los insurgentes en Wazirist¨¢n del Sur.- Decenas de miles de civiles huyen de los combates
Objetivo: Aislar y destruir a los talibanes. El Ej¨¦rcito paquistan¨ª ha lanzado finalmente este s¨¢bado, tras cuatro meses de preparativos, su asalto terrestre contra Wazirist¨¢n del Sur. Esa regi¨®n tribal est¨¢ considerada el principal santuario de los radicales islamistas fuera de Afganist¨¢n. Desde all¨ª, los insurgentes han organizado atentados terroristas en todo Pakist¨¢n, contra las fuerzas de EE UU y de la OTAN al otro lado de la frontera, e incluso en Occidente. La operaci¨®n, bautizada Camino de Salvaci¨®n, amenaza con provocar un nuevo ¨¦xodo de civiles. Decenas de miles ya han abandonado la zona en los ¨²ltimos meses.
"La operaci¨®n ha empezado esta ma?ana temprano y en ella intervienen tropas terrestres y medios a¨¦reos", ha anunciado el portavoz del Ej¨¦rcito, el general Athar Abbas. Seg¨²n fuentes militares citadas por los medios locales, dos divisiones, con un total de 28.000 soldados y el apoyo de fuerzas auxiliares, han atacado el feudo talib¨¢n desde el norte, el este y el sur, en una maniobra envolvente que ha encontrado una fuerte resistencia. Los milicianos han respondido con lanzagranadas, ametralladoras y fuego antia¨¦reo a los bombardeos artilleros y de la aviaci¨®n. El parte militar da cuenta de cuatro soldados muertos y 12 heridos en varios enfrentamientos distintos.
Wazirist¨¢n del Sur, la m¨¢s hostil de las siete agencias semi aut¨®nomas del cintur¨®n tribal paquistan¨ª, se convirti¨® en un santuario yihadista desde la intervenci¨®n estadounidense en Afganist¨¢n en 2001, tras el 11-S. Los miembros de Al Qaeda y los talibanes que hu¨ªan de los bombardeos encontraron hospitalidad en las tierras de los Mehsud, una de las dos principales tribus de la zona, cuyos hombres constituyen la m¨¢s poderosa banda armada islamista del noroeste de Pakist¨¢n. Seg¨²n el Ej¨¦rcito, desde sus dominios se han lanzado el 80% de los dos centenares de atentados suicidas que el pa¨ªs ha sufrido desde 2007, y tambi¨¦n la ola de ataques de las dos ¨²ltimas semanas. Abbas estima que sus hombres se enfrentan a 10.000 insurgentes locales que cuentan con la ayuda de unos 1.500 combatientes extranjeros, en su mayor¨ªa uzbecos y de otros pa¨ªses de Asia Central. "Hay ¨¢rabes, pero ¨¦stos est¨¢n principalmente en el mando, facilitando recursos y experiencia, o como adiestradores", ha asegurado el portavoz al ser preguntado por la presencia de Al Qaeda.
Resulta dif¨ªcil saber c¨®mo se est¨¢n desarrollando los combates. Los periodistas extranjeros tienen prohibido el acceso a las ¨¢reas tribales y muchos de los reporteros locales han huido de los bombardeos. Adem¨¢s, los tel¨¦fonos han quedado cortados despu¨¦s de que los talibanes destruyeran una torre de telecomunicaciones en la localidad de Tiarza, seg¨²n informa la agencia Reuters. La ¨²nica fuente de informaci¨®n independiente son los desplazados que abandonan la zona.
Seg¨²n el portavoz militar, unos 100.000 lo han hecho en anticipaci¨®n del asalto. Amnist¨ªa Internacional, por su parte, estima que entre 90.000 y 150.000 de los 600.000 habitantes de Wazirist¨¢n del Sur han dejado sus casas desde julio, cuando empez¨® a planearse la intervenci¨®n. Pero fuentes humanitarias temen que, una vez empezadas las operaciones militares, puedan duplicarse esas cifras. De momento, este s¨¢bado resultaba dif¨ªcil que nadie se moviera porque el Ej¨¦rcito ha bloqueado todas las carreteras de acceso a las localidades de Wana, Razma y Jandola, que delimitan el per¨ªmetro de la campa?a.
"M¨¢s gente va a salir", ha admitido el coronel Waseem Shahid, de un grupo de apoyo del Ej¨¦rcito, citado por la agencia France Presse. "Estimamos que otras 100.000 personas m¨¢s pueden resultar desplazadas, digamos que en total pueden ser entre 150.000 y 200.000". Estos desplazados vienen a sumarse a los casi dos millones que provoc¨® esta primavera la campa?a en el Valle del Swat y los distritos adyacentes, muchos de los cuales a¨²n no han podido regresar a sus hogares.
Hasta ahora, los nuevos desplazados han encontrado acomodo en casas de familiares en las comarcas vecinas de Banu, Dera Ismail Jan y Tank, en Wazirist¨¢n del Norte. Tampoco parecen tener otra alternativa. Las autoridades no han preparado campamentos y la ONU, cuyo Programa Mundial de Alimentos fue objeto de un atentado suicida a principios de octubre, tiene problemas de seguridad para enviar personal a la zona.
No es la primera vez que el Ej¨¦rcito paquistan¨ª, presionado por Estados Unidos, intenta tomar el control de esta regi¨®n. En tres ocasiones anteriores (2004, 2006 y 2007), los militares terminaron aceptando sendas treguas ante las fuertes bajas que les infligieron. Muchos analistas atribuyeron esas derrotas a la falta tanto de hombres como de medios suficientes para la tarea.
Pero en esta ocasi¨®n la moral se ve reforzada por el ¨¦xito en el Valle del Swat. Aunque algunos comentaristas se muestran esc¨¦pticos. "Han empezado una nueva operaci¨®n sin acabar la anterior", comenta en un e-mail Husain Imam, un periodista de Peshawar.
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