Alemania aventura que no habr¨¢ acuerdo sobre cambio clim¨¢tico en Copenhague

Alemania, primera potencia industrial europea y primer emisor de gases de efecto invernadero de la Uni¨®n, est¨¢ convencida de que en Copenhague no se obtendr¨¢ un tratado para combatir el cambio clim¨¢tico que tome el relevo de Kioto. Lo m¨¢ximo que debe esperarse de esa cita, seg¨²n Berl¨ªn, es un acuerdo pol¨ªtico general que m¨¢s adelante puede convertirse en un tratado. El pron¨®stico germano trascendi¨® mientras los l¨ªderes europeos debat¨ªan dificultosamente sobre la estrategia a seguir en Copenhague. La discusi¨®n sobre si acudir o no a la cita con el montante de las compensaciones a ofrecer a los pa¨ªses en v¨ªas de desarrollo de vio perturbada por los objeciones de nueve pa¨ªses del centro y Este de Europa al reparto de la carga entre los propios europeos.

"Yo quiero que de aqu¨ª salga una cifra porque debemos estimular a los dem¨¢s pa¨ªses desarrollados a hacer lo mismo", se?al¨® el primer ministro sueco, Frederik Reinfeldt, presidente de turno de la Uni¨®n antes de encerrarse a discutir con los restantes l¨ªderes europeos. "Pero no estamos todav¨ªa preparados para hacerlo", reconoci¨®. Alemania, por un lado, y Polonia, bien secundada por Hungr¨ªa y otros, por el otro, son los principales obst¨¢culos a lograr una posici¨®n com¨²n.

La Comisi¨®n Europea present¨® el mes pasado una estimaci¨®n de que los pa¨ªses industrializados deber¨ªan compensar con unos 100.000 millones anuales en 2020 a los menos desarrollados a cambio de sus esfuerzos en el recorte de los gases da?inos. En esa evaluaci¨®n, entre 22.000 y 50.000 millones deber¨ªan proceder del erario p¨²blico y el resto deber¨ªa ser aportado por la industria. Seg¨²n Bruselas, un reparto justo supondr¨ªa que la UE cargara con entre el 10% y el 30% de esa cantidad p¨²blica, entre 2.000 y 15.000 millones de euros anuales, a repartir entre los Veintisiete en funci¨®n de las emisiones y de la capacidad para pagar (Producto Interior Bruto nacional).

El objetivo de Copenhague es dar continuidad el tratado de Kioto que vence en 2012, para lo que la UE ha ofrecido recortes del 20% de gases de efecto invernadero en 2020, y llegar hasta el 30% si otros pa¨ªses se suman al compromiso.

Ayuda financiera

Los pa¨ªses en desarrollo han dicho que no participar¨¢n en ning¨²n plan de recorte si no reciben antes soporte financiero. Alemania criticaba hoy jueves la aparente disposici¨®n europea a abrir la cartera sin que otros pa¨ªses hagan nada y que se hablara de cifras ya antes de acudir a Copenhague, lo que debilitar¨ªa la posici¨®n negociadora de la Uni¨®n. Entrar con una horquilla de entre 2.000 y 15.000 le puede suponer a Europa salir con una carga notablemente superior. Por razones t¨¢cticas algunos quieren mantener la cartera a buen recaudo durante alg¨²n tiempo", coment¨® el primer ministro dan¨¦s, Lars Lokke Rasmussen. "Estoy en desacuerdo y desear¨ªa que de Bruselas saliesen cifra concretas"

Otro frente abierto era el del reparto interno de esa carga, a realizar atendiendo al doble par¨¢metro de las emisiones y de la riqueza nacional, que para Espa?a supone entre 139 y 250 millones de euros anuales, seg¨²n distintos baremos. La presidencia sueca present¨® la propuesta de que "si la aplicaci¨®n [de los par¨¢metros] supone una carga desproporcionada para los pa¨ªses menos pr¨®speros [de la UE], se har¨¢ un ajuste que tenga en consideraci¨®n la capacidad de pagar de esos Estados". El primer ministro h¨²ngaro, Gordon Bajnai, haciendo de portavoz de los nueve pa¨ªses de su entorno dijo que tal propuesta no era aceptable por ambigua.

Quiere la Uni¨®n Europea acudir a Copenhague en posici¨®n de liderazgo mundial y moral en el combate contra el cambio clim¨¢tico, pero el negociador de Berl¨ªn pronosticaba en Bruselas que no habr¨¢ gran acuerdo en la capital danesa y que quiz¨¢ haya que conformarse s¨®lo con un acuerdo pol¨ªtico general que fije l¨ªmites en financiaci¨®n, volumen de emisiones y otras medidas que los ministros pueden usar m¨¢s adelante en un tratado.

Desde Washington llegan se?ales que confirman lo dif¨ªcil del empe?o. Barack Obama sigue sin anunciar que viajar¨¢ a la capital danesa, lo que se interpreta como que el presidente no est¨¢ seguro del ¨¦xito de la cita. Adem¨¢s, Estados Unidos, segundo emisor mundial de gases de efecto invernadero, est¨¢ volcado en la reforma sanitaria, lo que desplaza a un segundo plano el cambio clim¨¢tico. De hecho, un grupo de senadores republicanos amenaz¨® este jueves con boicotear el paso por el comisis¨®n de Medio Ambiente de un proyecto que busca una reducci¨®n para 2020 del 20% en las emisiones con respecto a 2005, a?o de corte que trasladado al 1990 que ofrecen los europeos supone un recorte en torno al 7%, alejad¨ªsimo del 20% del que habla la UE.