La guerra de Afganist¨¢n se parece cada vez m¨¢s a un Vietnam para los brit¨¢nicos
Pol¨¦mica entre Gordon Brown y la madre de uno de los soldados muertos en el conflicto
La guerra de Afganist¨¢n se parece cada vez m¨¢s a lo que para Estados Unidos fue Vietnam: un conflicto sangriento, impopular y destinado a la derrota. El domingo, miles de personas asistieron en todo el pa¨ªs a los tradicionales homenajes en el aniversario del armisticio de la I Guerra Mundial. La asistencia a la ofrenda floral en el Cenopath, en Whitehall, encabezada por la reina y por los primeros ministros a¨²n vivos, cuadruplic¨® la de otros a?os.
Este mi¨¦rcoles, cientos de personas se han concentrado en Wootton Bassett, junto a la base de la RAF en Lynehan, para recibir los cad¨¢veres de seis soldados brit¨¢nicos tiroteados la semana pasada por un afgano que formaba parte de los cientos de polic¨ªas entrenados por las fuerzas brit¨¢nicas. Desde que hace un a?o la Legi¨®n Brit¨¢nica empez¨® a homenajear a los muertos a medida que sus ata¨²des van llegando a Reino Unido, los homenajes f¨²nebres en Wootton Bassett se han convertido en s¨ªmbolo de las penurias de esa guerra.
Los brit¨¢nicos ven cada vez con m¨¢s preocupaci¨®n un conflicto que empez¨® hace ya ocho a?os y al que no ven salida. El escepticismo se ha ido acentuando a medida que se incrementaba el n¨²mero de bajas: la mitad de los 230 soldados brit¨¢nicos fallecidos en Afganist¨¢n ha muerto en el ¨²ltimo a?o. Otros cientos son v¨ªctimas de amputaciones horrorosas.
Una encuesta difundida este domingo por la BBC revela que el 64% de los brit¨¢nicos cree que la guerra no se puede ganar, el 63% opina que las fuerzas brit¨¢nicas deber¨ªan retirarse lo antes posible y el 52% que no vale la pena combatir debido a los enormes niveles de corrupci¨®n que se dan en el pa¨ªs. El ¨²ltimo ejemplo han sido las fraudulentas elecciones presidenciales.
Disculpas por mala redacci¨®n
El primer ministro Gordon Brown se ha visto obligado a disculparse p¨²blicamente ante Jacqui Janes, la madre de un soldado muerto en Afganist¨¢n, a la que hab¨ªa enviado una carta de condolencia llena de faltas ortogr¨¢ficas. La pol¨¦mica quiz¨¢s no hubiera llegado a mayores, entre otras cosas porque los problemas de visi¨®n que sufre el primer ministro hacen que tenga una caligraf¨ªa particularmente dif¨ªcil. Pero el diario The Sun public¨® el lunes la carta de Brown y ha publicado tambi¨¦n la transcripci¨®n de la dura conversaci¨®n telef¨®nica que mantuvieron el domingo la se?ora Janes y el primer ministro.
La pol¨¦mica es muy significativa pol¨ªticamente por dos razones. Primero, porque pone en evidencia la brutal campa?a personal contra Brown emprendida por ese tabloide, que semanas atr¨¢s anunci¨® que pedir¨¢ el voto para el conservador David Cameron en las pr¨®ximas elecciones. Y, segundo, porque los ataques de Jacqui Janes son un reflejo del enorme malestar que hay en el Ej¨¦rcito brit¨¢nico por lo que consideran falta de medios puestos a su disposici¨®n por el Gobierno en Afganist¨¢n.
La madre se ha declarado muy ofendida porque Brown llama a Jamie Janes con el apellido James, mucho m¨¢s corriente en Reino Unido. Adem¨¢s, en un momento parece haber hecho una correcci¨®n en el nombre de pila en lugar de empezar la carta de nuevo y parece cometer faltas de ortograf¨ªa que m¨¢s parecen debidas a la manera de escribir que a dejadez.
Sin embargo, la publicaci¨®n de la conversaci¨®n privada entre los dos, que la se?ora Janes grab¨® y luego hizo llegar al diario, ha provocado m¨¢s reacciones a favor del primer ministro que a favor de la madre. La BBC ha recibido miles de llamadas y correos electr¨®nicos y seis de cada 10 son de apoyo a Brown porque consideran que la publicaci¨®n de una conversaci¨®n privada esconde objetivos pol¨ªticos y entienden que el primer ministro ha demostrado su inter¨¦s por el caso al escribir de pu?o y letra a pesar de sus dificultades de visi¨®n, cuando pod¨ªa haberse limitado a firmar una carta escrita en ordenador por sus ayudantes.
Pero Jacqui Janes no es una madre cualquiera: su hijo era la quinta generaci¨®n de soldados en la familia y ella parece estar muy bien informada sobre lo que piensa el Ej¨¦rcito acerca de la guerra en Afganist¨¢n y las penurias de su equipamiento.
Cree que Jamie muri¨® por falta de medios. "Conozco todas y cada una de las heridas que sufri¨® mi hijo aquel d¨ªa. S¨¦ que pod¨ªa haber sobrevivido pero se desangr¨® hasta la muerte. ?Qu¨¦ pensar¨ªa usted, se?or Brown, si un hijo suyo, Dios no lo quiera, hubiera hecho lo que cre¨ªa que ten¨ªa que hacer para defender a la reina y a la patria y hubiera muerto por la falta de helic¨®pteros? Lo entiende, se?or Brown, por falta de equipamiento", le dice.
Brown se empe?a en negar que en la carta hubiera faltas de ortograf¨ªa y no se disculpa por ellas, aunque s¨ª pide perd¨®n por las ofensas que la carta parece haberle causado a la madre. "Nunca he dicho que la carta me faltara el respeto. Son las faltas lo que me parece una falta de respeto", le replica ella.
"Alguien dijo hace muchos a?os que el mayor enemigo nuestro ej¨¦rcito era el Tesoro. Y ten¨ªan raz¨®n", le espeta en otro momento. "S¨¦ que nuestro Gobierno ha dejado abandonadas a nuestras tropas", a?ade. Y llega al detalle de echarle en cara al primer ministro que vaya a enviar 500 soldados en lugar de "los 2.000 que necesitan". "Nadie ha pedido 2.000 soldados m¨¢s", le replica Brown, aunque corta la discusi¨®n porque "no quiero entrar en un debate pol¨ªtico sobre eso".
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