Brown quiere fijar un calendario para iniciar en 2010 la salida de Afganist¨¢n
Londres plantear¨¢ en una cumbre en enero traspasar el control de la seguridad
El Gobierno brit¨¢nico ha lanzado con apenas unas horas de diferencia mensajes aparentemente contradictorios sobre la guerra de Afganist¨¢n. El lunes por la noche, el primer ministro, Gordon Brown, expres¨® su esperanza de que la retirada de las tropas brit¨¢nicas empezar¨¢ en 2010. Este martes por la ma?ana, el jefe del Foreign Office, David Miliband, dejaba claro que la presencia brit¨¢nica en el conflicto afgano va para largo y se puede incrementar.
Pero los mensajes no eran contradictorios. Brown, que ley¨® el tradicional discurso anual del primer ministro sobre pol¨ªtica exterior en el banquete de gala en la City de Londres, estaba expresando m¨¢s un deseo que un pron¨®stico y lo hac¨ªa en un mensaje destinado al consumo interno, pensando sobre todo en las elecciones de la pr¨®xima primavera.
Miliband, en cambio, habl¨® en Edimburgo ante la asamblea parlamentaria de la OTAN: su mensaje estaba destinado a los aliados y su objetivo era convencerles de que, a pesar del creciente escepticismo de los votantes brit¨¢nicos sobre la guerra afgana, el Gobierno de Londres sigue comprometido en ella.
Brown expres¨® su deseo de que en la cumbre sobre Afganist¨¢n, que se celebrar¨¢ en Londres en enero bajo el paraguas de Naciones Unidas, se pueda pactar un calendario para la transferencia gradual del control del territorio afgano a fuerzas locales, a imagen de lo que se ha ido haciendo en el conflicto de Irak. Para el primer ministro brit¨¢nico, es pol¨ªticamente muy importante que esa transferencia de poderes empiece en 2010 y permita aliviar la presencia de soldados brit¨¢nicos en Afganist¨¢n, para poder ir a las elecciones de primavera en Reino Unido con el mensaje de que la retirada ya ha empezado.
Otra cosa es que se sepa cu¨¢ndo puede acabar. El mensaje del calendario para la retirada es de mero consumo interno: Downing Street ha admitido este martes que no se puede hablar todav¨ªa de una estrategia de salida y el discurso, horas despu¨¦s, de David Miliband dej¨® claro que la presencia brit¨¢nica en Afganist¨¢n se va a prolongar durante a?os.
Miliband defendi¨® la implementaci¨®n de una estrategia pol¨ªtica en paralelo a la militar, que se asentar¨ªa sobre tres patas. La primera, apostar por el Gobierno local m¨¢s que el nacional, al menos en una primera fase del plan, "seleccionando, entrenando, facultando e inspeccionando a los responsables de gobernar en las provincias y distritos de Afganist¨¢n". La segunda, promover de alguna manera la reinserci¨®n de los talibanes m¨¢s moderados, "demostrando [a los yihadistas] que no pueden ganar y facilitando el retorno a sus comunidades de aquellos que est¨¢n dispuestos a vivir en paz". Y, la tercera, promoviendo un cambio en las relaciones con Pakist¨¢n de forma que la comunidad internacional ayude a la poblaci¨®n paquistan¨ª, y conseguir as¨ª que los paquistan¨ªes combatan "a Al Qaeda y a los talibanes afganos que amenazan a nuestros ciudadanos".
Miliband dijo que Reino Unido apoya los planes a favor de una Organizaci¨®n de Reintegraci¨®n Nacional para ayudar a los antiguos combatientes afganos a volver a sus hogares. "Una vez que la reintegraci¨®n haya ganado impulso y la insurgencia haya empezado a desgastarse o desmoronarse, entonces tenemos que apoyar al presidente Karzai para llegar hasta los altos mandos que pueden ser convencidos de renunciar a Al Qaeda y perseguir sus objetivos de forma pac¨ªfica dentro del marco constitucional", a?adi¨® el ministro de Exteriores brit¨¢nico.
Ni Brown ni Miliband hicieron vaticinios sobre el tiempo que las tropas occidentales deber¨¢n seguir en Afganist¨¢n, pero un alto mando brit¨¢nico, el general David Richards, pronostic¨® el mes pasado que las fuerzas brit¨¢nicas seguir¨¢n luchando en primera l¨ªnea hasta el a?o 2014.
El Ej¨¦rcito brit¨¢nico recomienda "sobornar" a posibles reclutas de talibanes
Las fuerzas brit¨¢nicas destacadas en Afganist¨¢n deber¨ªan comprar con dinero a eventuales reclutas de los talibanes, seg¨²n un nuevo manual de instrucciones del Ej¨¦rcito, del que informa el diario The Times. Los jefes militares brit¨¢nicos deber¨ªan tambi¨¦n hablar con los dirigentes insurgentes aunque ¨¦stos tuviesen sangre en las manos para intentar acabar cuanto antes el conflicto afgano.
Esas instrucciones para la contrainsurgencia representan una revisi¨®n estrat¨¦gica de los responsables militares tras el fracaso de los esfuerzos por derrotar a los talibanes. El nuevo manual indica que los comandantes del Ej¨¦rcito brit¨¢nico deber¨ªan sobornar a los afganos para impedir su reclutamiento por los talibanes. ?stos pagan unos diez d¨®lares al d¨ªa a quienes se unen a su lucha contra las fuerzas invasoras.
Los jefes militares brit¨¢nicos destacados en Afganist¨¢n se quejan de que tienen menos dinero disponible para sobornar a los locales que sus colegas estadounidenses. Seg¨²n el nuevo manual, el dinero puede ser la respuesta si se distribuye con prudencia.
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