Revoluci¨®n Mexicana: ?Tenemos algo que celebrar?
El pr¨®ximo 20 de noviembre arrancar¨¢n oficialmente los festejos por el centenario de la Revoluci¨®n Mexicana
El pr¨®ximo 20 de noviembre arrancar¨¢n oficialmente los festejos por el centenario de la Revoluci¨®n Mexicana, que se cumple en 2010. ?Qui¨¦n le iba a decir al General C¨¢rdenas que ser¨ªan precisamente los seguidores de G¨®mez Mor¨ªn los que encabezar¨ªan las celebraciones conmemorativas de la gesta revolucionaria? ?Y qui¨¦n le explica a G¨®mez Mor¨ªn que son sus Accionistas quienes tendr¨¢n que ensalzar las virtudes de un movimiento de car¨¢cter eminentemente socialista y anticlerical?
Mientras las autoridades federales emanadas de las filas del Partido Acci¨®n Nacional tratar¨¢n de colocar en el centro de los festejos la figura de don Francisco I. Madero, la poblaci¨®n sigue viendo en Emiliano Zapata y Francisco Villa las figuras emblem¨¢ticas del movimiento.
?Y los seguidores de Plutarco El¨ªas Calles? Ah!, con ellos nunca se sabe, parafraseando a ese personaje de la televisi¨®n llamado la Chimoltrufia: como dicen una cosa dicen la otra. Quiz¨¢ por eso a cien a?os del inicio del movimiento apenas un poco m¨¢s de la cuarta parte de la poblaci¨®n percibe que son los priistas quienes mejor representan y defienden el ideario revolucionario ?Cu¨¢ntos en las filas del Revolucionario Institucional se atrever¨ªan hoy a declararse partidarios de lo colectivo por encima del inter¨¦s particular, de las organizaciones sociales por encima del individualismo ciudadano? Seamos sinceros, a juzgar por los hechos, deben ser pocos los pri¨ªstas del siglo XXI que realmente profesan la ideolog¨ªa plasmada en los estatutos de su partido.
Pero al margen de partidos pol¨ªticos e ideolog¨ªas, siete de cada diez personas consideran que s¨ª hay materia para festejar los logros conseguidos tras la Revoluci¨®n Mexicana. Cuando inici¨® el siglo XX ¨¦ramos una sociedad de analfabetos en la que la inmensa mayor¨ªa carec¨ªa de lo m¨ªnimo, por lo que la esperanza de vida apenas rebasaba los treinta a?os. ?ramos un pa¨ªs donde las libertades de expresi¨®n y asociaci¨®n no exist¨ªan; donde el sufragio efectivo era un sue?o; una naci¨®n condenada al autoritarismo y a la injusticia producto de la reelecci¨®n interminable de autoridades carentes de toda legitimidad. Cien a?os despu¨¦s los mexicanos seguimos luchando por conseguir que realmente se cumplan todos los preceptos plasmados en la Constituci¨®n de 1917, pero sin duda tenemos mucho que festejar.
El 2010 se aproxima y las predicciones apocal¨ªpticas empiezan a escucharse con mayor frecuencia. Los problemas econ¨®micos, pol¨ªticos y sociales que estamos viviendo en M¨¦xico parecen apuntar a que el ciclo de-diez-a-diez se puede repetir. No son pocos -29%- quienes est¨¢n convencidos que en el pr¨®ximo a?o habr¨¢ un gran movimiento social en nuestro pa¨ªs. A ellos se suma otro 34% que opina que hay cierta probabilidad de que eso ocurra, aunque no mucha.
De ninguna manera soy partidaria del destino irreductible, pero no dejo de pensar que deb¨ªan ser muy pocos los mexicanos que en 1909 sospechaban que, apenas pasaran los festejos por el centenario de la Independencia, M¨¦xico ser¨ªa el escenario de la primera gran revoluci¨®n social del siglo XX.
No hace mucho paseando por la Feria del Libro de Madrid cay¨® en mis manos un ejemplar de "El M¨¦xico de Porfirio D¨ªaz. Estudio sobre el desenvolvimiento general de la Rep¨²blica mexicana", edici¨®n que form¨® parte de la colecci¨®n "A trav¨¦s de Am¨¦rica" de F. Sempere y Compa?¨ªa, Editores, con fecha de publicaci¨®n: octubre de 1910.
En este libro, en el que el espa?ol Julio Sesto estampara como dedicatoria "Pueblos an¨¢rquicos: miraos en este espejo", el autor describe las condiciones, seg¨²n su muy particular apreciaci¨®n, de la prensa, el arte, el trabajo, los negocios, la agricultura y las ciencias en el M¨¦xico porfiriano, trabajo que al decir de los editores fue de tal ¨¦xito, que la primera edici¨®n se agot¨® a los pocos meses de haber salido.
En el cap¨ªtulo final de tan solicitada obra y que lleva por t¨ªtulo "Algo sobre el general D¨ªaz y el ma?ana de M¨¦xico", Sesto afirma, dos meses antes de que estallara la Revoluci¨®n, que: "...hoy que se ha dado en preguntar en M¨¦xico hacia d¨®nde vamos, asumi¨¦ndose una actividad pesimista que no tiene por qu¨¦ posesionarse de ella los mexicanos en tan sumo grado... No hay, pues, ninguna amenaza para el ma?ana de M¨¦xico. La estabilidad econ¨®mica y la estabilidad de la actitud pasiva del pueblo garantizan la paz en aquella tierra... Habr¨¢ sencillamente mutaciones de reg¨ªmenes pol¨ªticos puramente internos y de f¨®rmula, los que, si se llevan a cabo con prudencia, no comprometer¨¢n el orden... Hay una gran fuerza de sabidur¨ªa comprimida por un grupo de mexicanos ilustres que, cuando sea aplicada, har¨¢ marchar al pa¨ªs quiz¨¢ mejor todav¨ªa que hoy."
Perdone se?or Madero / no fui a la Revoluci¨®n / pa volverme hacendado / y convertirme en patr¨®n Y si acaso no cumplimos / lo que ya se prometi¨® / se ir¨¢ otra vez a las armas / de nuevo a la rebeli¨®n. Corrido de la entrevista de Zapata y Madero, Jos¨¦ Mu?oz Cota
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