Ir¨¢n redobla su desaf¨ªo a Occidente

El Gobierno iran¨ª ha aprobado este domingo la construcci¨®n de 10 nuevas plantas de enriquecimiento de uranio, seg¨²n anunci¨® la televisi¨®n estatal. La decisi¨®n constituye un claro desaf¨ªo a la comunidad internacional, justo dos d¨ªas despu¨¦s de que el Organismo Internacional de la Energ¨ªa At¨®mica (OIEA) amonestara a Ir¨¢n por estar construyendo una segunda instalaci¨®n de esa naturaleza a las afueras de Qom. "Sin duda, eso acelera la pendiente por la que Teher¨¢n se est¨¢ deslizando. Est¨¢n jugando con fuego", advirtieron fuentes diplom¨¢ticas europeas consultadas por este diario.

La Casa Blanca reaccion¨® indicando que "el tiempo se est¨¢ agotando para que Ir¨¢n despeje las inquietudes de la comunidad internacional sobre su programa nuclear". El portavoz de la presidencia de EE UU, Robert Gibbs, observ¨® que, de concretarse, el programa ser¨ªa una "nueva seria violaci¨®n de las obligaciones impuestas a Ir¨¢n por el Consejo de Seguridad de la ONU y otro ejemplo de la voluntad de Ir¨¢n de aislarse".

El Consejo de Ministros iran¨ª, reunido bajo la presidencia de Mahmud Ahmadineyad, ha ordenado a la Organizaci¨®n de la Energ¨ªa At¨®mica de Ir¨¢n que inicie la construcci¨®n de las 10 nuevas plantas. Ahmadineyad, que acababa de regresar triunfante de una gira por Am¨¦rica Latina, dijo que su pa¨ªs necesita 20.000 megavatios m¨¢s y que para ello debe producir entre 250 y 300 toneladas de combustible nuclear al a?o. La planta de enriquecimiento de uranio de Natanz, la ¨²nica en funcionamiento conocida, ha producido 980 kilos en el ¨²ltimo a?o y 1.763 desde que se puso en marcha, pero s¨®lo tiene activas 4.000 centrifugadoras de las 50.000 proyectadas, seg¨²n datos del ¨²ltimo informe del OIEA publicado el pasado d¨ªa 16.

A ese ritmo necesitar¨ªan 500.000 centrifugadoras, las m¨¢quinas en las que se enriquece el uranio hasta convertirlo en combustible nuclear, que sirve tanto para hacer funcionar una central el¨¦ctrica como para fabricar una bomba at¨®mica. Sin embargo, Ahmadineyad anunci¨® que han dise?ado modelos m¨¢s potentes y podr¨¢n obtener el mismo resultado con menos aparatos.

"Las nuevas plantas tendr¨¢n el mismo tama?o que el principal complejo de enriquecimiento, en Natanz, y las obras comenzar¨¢n durante los pr¨®ximos dos meses", inform¨® la locutora de PressTV. Ese extremo y el anuncio de que ya tienen decidido el emplazamiento de cinco de las nuevas instalaciones hace sospechar que la medida estaba prevista con anterioridad.

"No puede ser improvisado, pero anunciarlo despu¨¦s de la resoluci¨®n del OIEA del pasado viernes significa que han decidido tirarse al precipicio y llevarse por delante cualquier posibilidad de negociaci¨®n", reaccionaba con incredulidad una fuente diplom¨¢tica europea cercana a las conversaciones nucleares que se han mantenido con Ir¨¢n desde el descubrimiento de su programa secreto en el verano de 2002. Adem¨¢s, el pr¨®ximo mi¨¦rcoles, el Gobierno va a estudiar la posibilidad de producir el uranio enriquecido al 20% que necesita para su reactor de investigaci¨®n m¨¦dica y para el que ha rechazado la propuesta internacional de intercambiarlo por su uranio (que s¨®lo est¨¢ enriquecido al 3,5%).

Los observadores coinciden en se?alar que se trata de una pataleta tras el tir¨®n de orejas internacional, al igual que ya sucedi¨® en febrero de 2006 cuando el OIEA envi¨® el caso iran¨ª al Consejo de Seguridad por primera vez. Como en aquella ocasi¨®n, el Parlamento ha blandido la amenaza de reducir la cooperaci¨®n con ese organismo. Alentados por el presidente de la C¨¢mara y antiguo negociador nuclear, Ali Lariyan¨ª, 226 de los 290 diputados firmaron una carta en la que exigen al Gobierno medidas a tal efecto.

No est¨¢ claro c¨®mo Teher¨¢n puede reducir a¨²n m¨¢s una cooperaci¨®n a la que est¨¢ obligado por su firma del Tratado de No Proliferaci¨®n (TNP) y que, seg¨²n su representante ante el OIEA, Ali Ashghar Soltanieh, no va a denunciar. En 2006, una iniciativa similar del Parlamento se tradujo en que dej¨® de aplicar el Protocolo Adicional al TNP, un compromiso que permite las inspecciones sin advertencia previa. Ir¨¢n es el ¨²nico pa¨ªs con un programa de enriquecimiento que no lo acepta. Entonces, el Gobierno iran¨ª tambi¨¦n se descolg¨® con un plan para la construcci¨®n de otras 19 centrales nucleares, adem¨¢s de la de Bushehr, en la que desde mediados de los noventa trabaja con la ayuda de una empresa estatal rusa.

Pero tanto o m¨¢s que la condena internacional, a Ir¨¢n le ha dolido el respaldo de China y Rusia a la nueva resoluci¨®n. "No han sido sinceros", se quejaba Mostafa Kavakebian, miembro de la comisi¨®n de Exteriores del Parlamento, citado por la agencia Mehr. El diputado propon¨ªa que el Consejo de Seguridad Nacional revise el caso y tome medidas al respecto. El diario Iran News se preguntaba si a¨²n les pueden considerar aliados. "Los dirigentes iran¨ªes han invertido mucho en China y Rusia durante los ¨²ltimos a?os, pero ambos pa¨ªses siempre se han aprovechado de Ir¨¢n para sus propios intereses", aseguraba en un editorial.

El empe?o nuclear iran¨ª se ha convertido, bajo la ¨¦gida de Ahmadineyad, en una cuesti¨®n de orgullo nacional. En el quinto exportador mundial de petr¨®leo, casi nadie cuestiona las inversiones millonarias destinadas a ese proyecto. Las autoridades las justifican tanto en t¨¦rminos cient¨ªficos como de producci¨®n de energ¨ªa el¨¦ctrica para liberar crudo para la exportaci¨®n.

Sin embargo, los expertos ven poca l¨®gica en ese razonamiento, ya que Ir¨¢n apenas ha desarrollado sus reservas de gas natural y a¨²n as¨ª, este combustible produce el 75% de su electricidad. Aumentar esa capacidad apenas costar¨ªa una fracci¨®n de las infraestructuras nucleares. El cient¨ªfico Ahmad Shirzad, una de las escasas voces cr¨ªticas con el proyecto, cifr¨® en 5.000 millones de d¨®lares ese gasto, en una entrevista concedida a este diario a mediados de 2007. Adem¨¢s, la autosuficiencia energ¨¦tica a la que los iran¨ªes dicen aspirar quedar¨ªa en entredicho por su pronta necesidad de importar uranio. Dado que sus reservas se calculan entre 15.000 y 30.000 toneladas, los reactores que planea acabar¨ªan con ellas para 2023.