Mitos, sentimientos y derecho internacional
Kosovo es una cuesti¨®n emocional para serbios y albanokosovares. Ning¨²n tribunal del mundo podr¨¢ emitir una sentencia sobre sentimientos, identidades, percepciones y mitos. Sea cual sea el dictamen de el Tribunal Internacional de Justicia (TIJ), una instituci¨®n creada y auspiciada por la ONU y que dilucida asuntos entre Estados -no confundir con el Tribunal Penal para la antigua Yugoslavia (TPIY) ni con la Corte Penal Internacional, que juzgan cr¨ªmenes de guerra y contra la humanidad- no cerrar¨¢ heridas ni zanjar¨¢ una cuesti¨®n compleja que hunde sus ra¨ªces en el siglo XIV. S¨®lo una futura integraci¨®n de todos los Balcanes en la Uni¨®n Europea lograr¨¢ difuminar el peso de las fronteras, m¨¢s mentales que f¨ªsicas.
El Gobierno de Belgrado sostiene que Kosovo es el pilar de la naci¨®n, la esencia de la identidad serbia, y que la declaraci¨®n unilateral de independencia, proclamada el 17 de febrero de 2008, es ilegal porque viola su soberan¨ªa y contraviene la resoluci¨®n 1244 del Consejo de Seguridad, que, a su entender, garantiza la integridad territorial de la Rep¨²blica Federal de Yugoslavia. Tambi¨¦n sostiene que Kosovo nunca fue una rep¨²blica dentro de Yugoslavia sino territorio aut¨®nomo, como Voijvodina, sin derecho a la secesi¨®n.
El Gobierno de Kosovo considera que la limpieza ¨¦tnica y los cr¨ªmenes de guerra cometidos en su territorio en 1998 y 1999 contra la poblaci¨®n civil son razones suficientes para romper con el maltratador, y que Yugoslavia y su Constituci¨®n dejaron de existir y que ¨¦sta carece de validez legal. En aquel conflicto perdieron la vida 10.000 personas y cerca de un mill¨®n de albanokosovares, la mitad de la poblaci¨®n, fueron expulsados de sus casas.
El 90% de la poblaci¨®n de Kosovo es ¨¦tnicamente albanesa y desea la independencia del territorio. Sesenta y tres pa¨ªses han reconocido el nuevo Estado, entre ellos EE UU y 22 de los 27 de la Uni¨®n Europa. No lo han hecho Rusia y China y la mayor¨ªa de los latinoamericanos. La ONU, tampoco. Ha sido el alto organismo el que se ha dirigido al CIJ para conocer su opini¨®n, que no ser¨¢ vinculante.
Los defensores de la legalidad de la independencia de Kosovo sostienen que la resoluci¨®n 1244 est¨¢ superada por los acontecimientos en la regi¨®n porque la Rep¨²blica Federal de Yugoslavia dej¨® de existir en mayo de 2006 tras la independencia de Montenegro y que la referencia sobre la integridad territorial se encuentra en el pre¨¢mbulo, sin peso legal, y no en el texto de resoluci¨®n. Son argumentos de ingenier¨ªa jur¨ªdica, pero los contrarios, tambi¨¦n.
Estados Unidos, Reino Unido y Alemania fueron los principales impulsores de la independencia de Kosovo. Serbia perdi¨® la oportunidad de buscar soluciones intermedias tras el asesinato el 12 de marzo de 2003 de su primer ministro reformista Zoran Djindijc, el hombre que envi¨® al dictador Slobodan Milosevic al TPIY. Durante casi cinco a?os, Serbia estuvo prisionera de las maquinaciones de Vojislav Kostunica, un dem¨®crata que hizo el camino inverso hasta aliarse con los ultranacionalitas del Partido Radical, cuyo l¨ªder, Vojislav Seselj, est¨¢ procesado por cr¨ªmenes de guerra. Los gobiernos de Kostunica rechazaron la autonom¨ªa y s¨®lo la ofrecieron al final, cuando el proceso era imparable.
La decisi¨®n no vinculante del TIJ se producir¨¢ posiblemente en abril, durante la presidencia espa?ola de la UE. Espa?a es uno de los cuatro pa¨ªses de la Uni¨®n que no ha reconocido a Kosovo.
El TIJ ya emiti¨® una pol¨¦mica sentencia en febrero de 2007 en la que declaraba genocidio la matanza de Srebrenica (8.000 varones musulmanes asesinados en tres d¨ªas de junio de 1995), pero exim¨ªa a Serbia de la responsabilidad en la planificaci¨®n y financiaci¨®n de la guerra de Bosnia-Herzegovina cuando nadie duda de que Milosevic y el presidente croata, Franjo Tudjman, ambos difuntos, fueron los principales arquitectos.
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