Human Rights Watch denuncia ejecuciones extrajudiciales en Brasil
Las polic¨ªas de R¨ªo de Janeiro y S?o Paulo matan con impunidad total, seg¨²n la organizaci¨®n
Ejecuciones extrajudiciales frecuentes, grupos de extorsi¨®n parapoliciales que act¨²an a su libre albedr¨ªo, informes policiales que omiten informaci¨®n o que directamente falsean la realidad, manipulaci¨®n de los escenarios de los cr¨ªmenes, ausencia de investigaciones m¨ªnimamente cre¨ªbles y, como consecuencia de todo lo anterior, impunidad casi total para los polic¨ªas que incurren en violaciones flagrantes de los derechos humanos m¨¢s elementales, como el derecho a la vida. Estas son las constataciones a las que llega Human Rights Watch (HRW) en el contundente informe de 122 p¨¢ginas divulgado este martes que analiza el enquistado problema de la brutalidad policial en las dos mayores capitales brasile?as. La organizaci¨®n denuncia que las autoridades de R¨ªo de Janeiro y S?o Paulo manejan una l¨®gica err¨®nea de que seguridad p¨²blica y respeto a los derechos humanos son prioridades enfrentadas.
No son pocos los informes que ya han denunciado anteriormente el mismo fen¨®meno. En R¨ªo todo el mundo asume que los cuerpos de polic¨ªa que operan en las favelas no suelen andarse con muchas contemplaciones a la hora de combatir la delincuencia: son habituales los disparos a quemarropa, los registros de viviendas sin orden judicial y los interrogatorios en las mismas favelas y en dudosas situaciones de legalidad. HRW suma a todo lo anterior un fen¨®meno de m¨¢xima gravedad: las ejecuciones extrajudiciales y el encubrimiento de esos asesinatos por parte de los propios cuerpos de seguridad.
"En diciembre de 2006 la polic¨ªa de R¨ªo mat¨® a R.A. en un supuesto episodio de auto de resistencia. Los polic¨ªas alegaron que dispararon en leg¨ªtima defensa durante un tiroteo contra un grupo de cuatro hombres al cual R.A. pertenecer¨ªa. Los polic¨ªas tambi¨¦n declararon que R.A no habr¨ªa muerto in situ y que ellos habr¨ªan intentado salvar su vida llev¨¢ndolo a un hospital. Sin embargo, la madre de la novia de R.A. cont¨® a HRW que vio a la polic¨ªa dispar¨¢ndole cuando estaba arrodillado y con las manos en alto, rendido e implorando por su vida", relata el informe titulado "Fuerza letal: Violencia policial y seguridad p¨²blica en R¨ªo de Janeiro y S?o Paulo".
El t¨¦rmino "auto de resistencia" se usa en R¨ªo para definir los casos en los que la polic¨ªa se ve forzada a matar en leg¨ªtima defensa. En S?o Paulo la misma figura se denomina "resistencia seguida de muerte". HRW explica en su informe que los cuerpos de seguridad recurren frecuentemente a estos t¨¦rminos para maquillar sus excesos. Seg¨²n la organizaci¨®n, cuyo informe analiza una serie de 200 casos de abusos policiales desde 2006, existen pruebas sustanciales para afirmar que 51homicidios respondieron a ejecuciones extrajudiciales a manos de la polic¨ªa. En todos los casos, los testimonios de testigos presenciales y los laudos forenses apuntan inequ¨ªvocamente a disparos realizados a quemarropa (a una distancia inferior a 50 cm), en muchos casos por la espalda, en la nuca o directamente en la parte posterior de la cabeza. HRW relata un caso en el que ni siquiera consta en los informes policiales el apellido del polic¨ªa que efectu¨® los disparos.
"Una pr¨¢ctica muy frecuente es que tras una confrontaci¨®n la polic¨ªa rescate a las personas que ya est¨¢n muertas con el pretexto de darles auxilio. Las trasladan a los hospitales en los propios coches policiales y despu¨¦s dicen que han muerto por el camino. Algunas de esas v¨ªctimas llegan al hospital desnudas y con disparos en el cr¨¢neo. ?Cu¨¢l es el objetivo real? Destruir las pruebas y las escenas del crimen. Los forenses nos insisten en que ¨¦ste es uno de los problemas principales para investigar estos excesos", comenta Jos¨¦ Miguel Vivanco, Director de HRW para las Am¨¦ricas.
La organizaci¨®n muestra cifras alarmantes. En 2008 la polic¨ªa de R¨ªo mat¨® a 1.137 personas. En diez ¨¢reas de la ciudad que se encontraban bajo el control policial los agentes liquidaron a 825 individuos en presuntos "autos de resistencia", mientras que s¨®lo se contabilizaron 12 bajas de efectivos en esos mismos enfrentamientos. Por cada muerte a manos de los polic¨ªas se produjeron 23 detenciones. HRW extrapola este dato a EEUU: En 2008 la polic¨ªa norteamericana arrest¨® a 37.000 personas por cada muerte en enfrentamientos armados.
Seg¨²n HRW, lo m¨¢s sangrante es que los agentes responsables de las ejecuciones ilegales en R¨ªo y San Pablo raramente responden ante la justicia. Seg¨²n muestra el informe, la raz¨®n principal para explicar que los agentes eludan sistem¨¢ticamente cualquier responsabilidad es que la polic¨ªa se investiga a s¨ª misma. La fiscal¨ªa no cuenta con equipos de investigadores independientes y especializados en violencia policial que permitan dilucidar la verdad de estas violaciones.
Durante la ¨²ltima d¨¦cada en R¨ªo de Janeiro se registraron 7.800 denuncias contra polic¨ªas por presuntas conductas criminales. La fiscal¨ªa s¨®lo inici¨® 42 procesos judiciales. S¨®lo cuatro de ellos culminaron en condena.
Para mejorar esta tr¨¢gica situaci¨®n, HRW recomienda a las autoridades de R¨ªo y S?o Paulo que los polic¨ªas informen de las muertes por "auto de resistencia" inmediatamente despu¨¦s de que ¨¦stas se hayan producido. Asimismo se subraya la necesidad de aplicar de manera rigurosa un protocolo de actuaci¨®n policial en los escenarios de los cr¨ªmenes y poner en marcha equipos de investigadores que diluciden los casos de violaciones de los derechos m¨¢s b¨¢sicos por parte de los polic¨ªas.
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