Resumen del discurso de Obama al recibir el Nobel
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha recibido el jueves el premio Nobel de la Paz. A continuaci¨®n algunas citas de su discurso al momento de recibir el galard¨®n:
SOBRE EL PREMIO:
Ser¨ªa negligente si no reconociera la considerable controversia que ha generado vuestra generosa decisi¨®n. En parte, esto es porque estoy al comienzo, y no al final, de mis labores en el escenario mundial.
Quiz¨¢s el problema m¨¢s profundo que rodea mi recibimiento de este premio es el hecho de que yo soy el comandante en jefe de una naci¨®n que est¨¢ en medio de dos guerras. Una de estas guerras est¨¢ aplac¨¢ndose. El otro es un conflicto que Estados Unidos no busc¨®; uno en el que estamos junto a otros 43 pa¨ªses en un esfuerzo por defendernos y al resto del mundo de m¨¢s ataques.
SOBRE LOS CONFLICTOS DE HOY
Una d¨¦cada iniciando un nuevo siglo, (la) antigua arquitectura est¨¢ dobl¨¢ndose bajo el peso de nuevas amenazas. El mundo podr¨ªa no seguir estremeci¨¦ndose ante la perspectiva de una guerra entre dos superpotencias nucleares, pero la proliferaci¨®n podr¨ªa aumentar el riesgo de una cat¨¢strofe. El terrorismo ha sido por mucho tiempo una t¨¢ctica, pero la tecnolog¨ªa moderna permite que unos pocos hombres con una furia desatada asesinen a inocentes a una escala espantosa.
M¨¢s a¨²n, las guerras entre naciones han dado paso cada vez m¨¢s a conflictos dentro de los pa¨ªses. El resurgimiento de conflictos ¨¦tnicos o sectarios, el aumento de movimientos secesionistas, insurgencias y Estados fallidos, han atrapado crecientemente a civiles en un caos sin fin. En las guerras de hoy, mueren muchos m¨¢s civiles que soldados, se siembran las semillas del conflicto futuro, las econom¨ªas son destrozadas, las sociedades civiles se quiebran, aumenta la cantidad de refugiados y a los ni?os les quedan cicatrices.
JUSTIFICACION DE ACCIONES MILITARES
Afronto el mundo como es y no puedo permanecer sin hacer nada frente a las amenazas al pueblo estadounidense. Hablemos claro: el mal existe en el mundo. Un movimiento no-violento no podr¨ªa haber detenido a los ej¨¦rcitos de Hitler. Las negociaciones no pueden convencer a los l¨ªderes de Al Qaeda para que depongan las armas. Decir que la fuerza a veces es necesaria, no es un llamado al cinismo, es un reconocimiento a la historia; las imperfecciones del hombre y los l¨ªmites de la raz¨®n.
Abordo este punto porque en muchos pa¨ªses hay una profunda ambivalencia sobre las acciones militares hoy en d¨ªa, sin importar la causa. En algunos momentos, esto se une a una desconfianza reflexiva sobre Estados Unidos, la ¨²nica superpotencia militar del mundo.
Sin embargo, el mundo debe recordar que no s¨®lo se trataba de instituciones internacionales, tratados y declaraciones, lo que trajo la estabilidad al mundo despu¨¦s de la Segunda Guerra Mundial. Cualquier error que hayamos cometido, el hecho evidente es este: Estados Unidos de Am¨¦rica ha ayudado a asegurar la seguridad global por m¨¢s de seis d¨¦cadas con la sangre de nuestros ciudadanos y la fortaleza de nuestras fuerzas armadas.
...Entonces s¨ª, los instrumentos de la guerra tienen un rol a jugar en la preservaci¨®n de la paz. Y sin embargo, esta verdad debe coexistir con otra, que sin importar cu¨¢n justificada sea, la guerra promete tragedia humana. El coraje y sacrificio del soldado est¨¢ lleno de gloria, expresando la devoci¨®n al pa¨ªs, a (una) causa y a (sus) compa?eros de armas.
Pero la guerra en s¨ª misma nunca es gloriosa y nunca debemos presumir de ella como tal.
REGLAS DE COMPROMISO
Creo que todas las naciones -tanto fuertes como d¨¦biles- deben adherirse a los est¨¢ndares que gobiernan el uso de la fuerza.
Estados Unidos no puede insistir en que otros sigan las reglas del camino si nosotros mismos nos negamos a seguirlas. Porque cuando no lo hacemos, nuestra acci¨®n puede parecer arbitraria y minar la legitimidad de futuras intervenciones sin importar cu¨¢n justificada est¨¦n.
Creo que la fuerza puede ser justificada por razones humanitarias, como ocurri¨® en los Balcanes o en otros lugares que han sido marcados por la guerra. La inacci¨®n destroza nuestra conciencia y puede llevar a una intervenci¨®n posterior m¨¢s costosa. Es por eso que todas las naciones responsables deben apoyar el papel que los Ej¨¦rcitos con una orden clara pueden tener para mantener la paz.
SOBRE EL PAPEL DE EE UU Y LA OTAN
El compromiso estadounidense con la seguridad global nunca ser¨¢ dejado de lado. Pero en un mundo en el cual las amenazas son m¨¢s difusas y las misiones m¨¢s complejas, Estados Unidos no puede actuar solo. Esto se confirma en Afganist¨¢n.
Esto es cierto en Estados golpeados como Somalia, en donde el terrorismo y la pirater¨ªa se unen a la hambruna y al sufrimiento humano. Y tristemente, seguir¨¢ siendo cierto en regiones inestables en a?os venideros.
Los l¨ªderes y soldados de los pa¨ªses de la OTAN -y otros amigos y aliados- demuestran esta verdad a trav¨¦s de la capacidad y coraje que han mostrado en Afganist¨¢n. Pero en muchos pa¨ªses hay una desconexi¨®n entre los esfuerzos de aquellos que est¨¢n al frente y la ambivalencia del p¨²blico general.
Entiendo por qu¨¦ la guerra no es popular. Sin embargo, tambi¨¦n s¨¦ esto: la creencia de que la paz es deseable rara vez es suficiente para alcanzarla. La paz requiere responsabilidad. La paz acarrea sacrificios. Es por eso que la OTAN contin¨²a siendo indispensable. Es por eso que debemos fortalecer a la ONU y a las fuerzas de paz regionales y no dejar la tarea a unos pocos pa¨ªses.
SOBRE EL DESARME NUCLEAR
Estoy comprometido a mantener este tratado. Es una pieza central de mi pol¨ªtica exterior. Y estoy trabajando con el presidente (Dmitri) Medv¨¦dev para reducir las reservas nucleares de Estados Unidos y Rusia.
SOBRE IRAN Y COREA DEL NORTE
Tambi¨¦n nos incumbe a todos insistir en que naciones como Ir¨¢n y Corea del Norte no jueguen con el sistema. Aquellos que dicen respectar la ley internacional no pueden apartar su mirada cuando se desobedecen esas leyes.
Aquellos que se preocupan por su seguridad no pueden ignorar el peligro de una carrera armamentista en Oriente Pr¨®ximo o en Asia. Aquellos que buscan la paz no pueden permanecer sin hacer nada mientras los pa¨ªses se arman para una guerra nuclear.
SOBRE EL CLIMA
El mundo debe unirse para afrontar el cambio clim¨¢tico. Hay pocas disputas cient¨ªficas respecto a que si no hacemos nada nos enfrentaremos mayores sequ¨ªas, hambrunas y desplazamientos masivos que alentar¨¢n m¨¢s conflictos por d¨¦cadas. Por esta raz¨®n, no son s¨®lo cient¨ªficos y activistas quienes piden un cambio y acciones en¨¦rgicas, son l¨ªderes militares en mi pa¨ªs y otros que entienden que nuestra seguridad com¨²n pende del equilibrio.
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