Una guerra inminente

Cuando un capo cae, los dem¨¢s no lloran. La muerte de Arturo Beltr¨¢n Leyva, l¨ªder del cartel de Sinaloa, s¨®lo puede ser interpretada de una forma por sus competidores y, sobre todo, por los que hasta ahora hab¨ªan estado a sus ¨®rdenes: una gran oportunidad. No ser¨ªa de extra?ar que, antes del velatorio, ya empezaran a sonar los tiros del rito sucesorio. Porque, adem¨¢s, munici¨®n no falta: el d¨ªa que los infantes de Marina abatieron a el jefe de jefes fue, casualmente, el m¨¢s sangriento de la era Calder¨®n. Ya de por s¨ª la cifra pone los pelos de punta: 64 personas muertas. Pero si se le a?ade el m¨¦todo, la situaci¨®n no puede ser peor. De muestra, lo ocurrido en Sonora: los hermanos Jes¨²s Alberto y Adolfo F¨¦lix Ram¨ªrez fueron decapitados y arrojados desde una avioneta.

Tres a?os despu¨¦s de la llegada de Felipe Calder¨®n a la presidencia mexicana, el crimen organizado no parece padecer de anemia. El procurador general de la Rep¨²blica, Arturo Ch¨¢vez Ch¨¢vez, dijo ayer que el mal no es generalizado, que el 80% de los homicidios suceden en siete de los 32 Estados de la Rep¨²blica, y que hay 1.000 municipios en los que no se ha reportado ni una v¨ªctima durante 2009.

Es un consuelo que no alcanza a los habitantes de los Estados que lindan con las fronteras, con los puertos de importancia o con las rutas de la droga. Ellos saben que, hablando de narcotr¨¢fico, la muerte del perro no acaba con la rabia. Y los que hasta ahora hab¨ªan compartido intereses con los Beltr¨¢n Leyva no tienen precisamente curr¨ªculos tranquilizadores. No hay m¨¢s que acudir a la memoria. La ruptura -hace s¨®lo un a?o- de los Beltr¨¢n con su hasta entonces principal aliado, Joaqu¨ªn El Chapo Guzm¨¢n, dej¨® cientos de muertos y un nuevo equilibrio de poderes. El jefe Beltr¨¢n se ali¨® con el sanguinario cartel de Los Zetas y, juntos, fueron expandi¨¦ndose por varios Estados del pa¨ªs, entre ellos Guerrero, Chiapas, Quintana Roo, Tamaulipas y el Distrito Federal. Numerosos ejecutados dan fe silenciosa de ello.

Durante un encuentro con la prensa, el procurador Ch¨¢vez Ch¨¢vez dijo ayer que, hasta donde ¨¦l sab¨ªa, la operaci¨®n contra los Beltr¨¢n Leyva fue preparada y ejecutada en exclusiva por la Marina de M¨¦xico, aunque no descart¨® que los servicios de inteligencia de Estados Unidos estuvieran al tanto, "porque la colaboraci¨®n de los dos pa¨ªses contra el narcotr¨¢fico es cada vez m¨¢s estrecha". El procurador tambi¨¦n confirm¨® que el cantante Ram¨®n Ayala y el grupo Los Bravos del Norte -arrestados en una fiesta de Tepoztl¨¢n organizada por Beltr¨¢n Leyva y sus compinches- quedar¨¢n detenidos mientras se investiga su grado de complicidad o colaboraci¨®n con la banda de narcotraficantes. Tambi¨¦n de aqu¨ª se puede extraer una ense?anza muy clara: cantarle en directo a un capo tiene sus riesgos. Sobre todo si est¨¢ a punto de ser cazado.