Cautela de Bogot¨¢ tras la incursi¨®n de un helic¨®ptero venezolano

Prudencia. Es lo que pidi¨® el Gobierno colombiano ante un nuevo incidente en la frontera con Venezuela. Un helic¨®ptero militar de este pa¨ªs invadi¨® el espacio a¨¦reo colombiano y sobrevol¨® Arauca, al noreste del pa¨ªs, durante unos 20 minutos, a pesar de la presencia de una brigada del Ej¨¦rcito.

El hecho ocurri¨® el mi¨¦rcoles a las 9.30. Fue el ministro de Defensa, Gabriel Silva, quien lo denunci¨® en conferencia de prensa. Calific¨® el episodio de "no accidental". Adem¨¢s, desde la canciller¨ªa, se tach¨® el suceso de "inaceptable" y en un comunicado dejaron claro que "en una actitud prudente las fuerzas militares colombianas no reaccionaron". De inmediato se envi¨® una nota de protesta pidiendo explicaciones.

Al mismo tiempo, desde Davos, el presidente, ?lvaro Uribe, pidi¨® de nuevo prudencia. "Siempre, hist¨®ricamente, Colombia ha interpretado eso como errores y no queremos pensar que no es nada distinto a un error".

El sobrevuelo del helic¨®ptero es un elemento m¨¢s en las tensas relaciones que mantienen ambos pa¨ªses y que se agravaron el a?o pasado tras el pol¨¦mico acuerdo alcanzado entre Colombia y Estados Unidos que permite a los segundos la utilizaci¨®n de siete bases a¨¦reas, y que el presidente venezolano, Hugo Ch¨¢vez, cree que servir¨¢ de punta de lanza para una supuesta invasi¨®n estadounidense a su pa¨ªs.

Para el congresista conservador Santiago Castro, vicepresidente de la C¨¢mara de Representantes, el suceso del helic¨®ptero fue una "evidente agresi¨®n militar y una provocaci¨®n". Castro pidi¨® que en cuanto se inicien las sesiones legislativas, en marzo, se celebre por fin un debate sobre las posibles medidas militares, pol¨ªticas, econ¨®micas y diplom¨¢ticas y de seguridad frente a posibles agresiones militares externas.

"No tengo duda que el helic¨®ptero cumpl¨ªa una tarea de reconocimiento, de vigilancia y fotograf¨ªa a¨¦rea", asegur¨® Castro a este peri¨®dico. Sus declaraciones se basan en la afirmaci¨®n del ministro Silva: los pilotos sab¨ªa d¨®nde estaban, eran plenamente conscientes del territorio que sobrevolaban.

Aunque el Gobierno colombiano siempre habla de prudencia, desde finales del a?o pasado el titular de Defensa ha sido claro: "Nos estamos preparando para evitar una agresi¨®n", en referencia a las inversiones "necesarias" que est¨¢n acometiendo para tener capacidad de disuasi¨®n y de reacci¨®n".

Hasta el momento, se ha destinado una partida considerable de dinero para mejorar la capacidad de respuesta del Ej¨¦rcito y las dem¨¢s fuerzas. El temor de Bogot¨¢, aunque el ministro Silva lo niegue, es que Colombia entre en una carrera armamentista amparado en una disculpa: que el vecino pa¨ªs no les sorprenda con las manos vac¨ªas.

"?S¨®lo hay recomendaciones sobre compra de armamento o ya se est¨¢n comprando armas?", se preguntaba alarmado, a finales de diciembre, el analista Le¨®n Valencia. El tema inquieta bastante en Colombia, ya que por este camino las relaciones bilaterales de ambos pa¨ªses s¨ª se pueden convertir, f¨¢cilmente, en un polvor¨ªn.

A finales de 2009, la detenci¨®n de supuestos esp¨ªas colombianos en Caracas ech¨® a¨²n m¨¢s le?a al fuego. Venezuela derrib¨® puentes que unen poblaciones de las dos naciones, arreci¨® sus duros agravios verbales -"provocaciones", como las califica el canciller colombiano, Jaime Berm¨²dez-, hubo cierres de frontera e incluso se adoptaron medidas unilaterales en asuntos comerciales, lo que Bogot¨¢ calific¨® como violaci¨®n de tratados. Este ¨²ltimo asunto, que ha llevado a la ruina a empresarios colombianos, ha supuesto demandas de los dos pa¨ªses ante la ONU.