Paraguay despliega al Ej¨¦rcito para frenar a un nuevo grupo guerrillero

Fernando Lugo, actual presidente de Paraguay, fue obispo durante una d¨¦cada en el departamento de San Pedro, uno de los m¨¢s pobres del pa¨ªs, hasta que en 2004 el papa Juan Pablo II le retir¨® el ministerio por sus simpat¨ªas con la Teolog¨ªa de la Liberaci¨®n. Seis a?os despu¨¦s, siguiendo ¨®rdenes de Lugo, el Ej¨¦rcito paraguayo ha desplegado en San Pedro la Operaci¨®n Yaguaret¨¦ [Jaguar, en lengua guaran¨ª], uno de los mayores operativos de seguridad en la historia del pa¨ªs suramericano. Durante las dos ¨²ltimas semanas, medio millar de polic¨ªas y soldados peinan el terreno, de superficie pantanosa y clima subtropical, cerca de la frontera con Brasil, en busca de miembros del autodenominado Ej¨¦rcito del Pueblo Paraguayo (EPP), un grupo guerrillero de ideolog¨ªa marxista que se dedica principalmente al secuestro y la extorsi¨®n para financiar una futura revoluci¨®n comunista.

La orden fue dada por el presidente hace dos semanas, tras la liberaci¨®n de Fidel Zavala, un acaudalado ganadero, secuestrado durante m¨¢s de tres meses por el EPP. Adem¨¢s, las autoridades se?alan al grupo guerrillero como el responsable de algunos de los secuestros m¨¢s recordados en Paraguay; entre ellos, el de Cecilia Cubas, la hija del ex presidente Ra¨²l Cubas, cuyo cad¨¢ver fue hallado enterrado en una casa abandonada a las afueras de Asunci¨®n en febrero de 2005, pese a que su padre hab¨ªa pagado el rescate, calculado en 800.000 d¨®lares.

El ministro del Interior, Rafael Filizzola, ha afirmado que "el objetivo de la operaci¨®n es garantizar la seguridad de la zona", y ha pedido prudencia y discreci¨®n a los partidos pol¨ªticos durante el desarrollo de la misma. Sin embargo, los reproches a Lugo y al propio ministro del Interior no han tardado en escucharse. Especialmente criticadas han sido las palabras del ministro acerca de que "hay personas que tienen que definirse: o act¨²an como parte de una organizaci¨®n de derechos humanos o asumen el rol de defensa de las personas que hoy son sospechosas de ser parte de esta organizaci¨®n criminal". Sectores de izquierda dicen estar "en alerta" ante la Operaci¨®n Yaguaret¨¦, por la posible violaci¨®n de los derechos humanos durante la misma, afirm¨® recientemente Hugo Richer, el dirigente del Partido Convergencia Popular Socialista

M¨¢s contundente todav¨ªa ha sido la Coordinadora de los Derechos Humanos del Paraguay (Codehupy), al repudiar "la represi¨®n y criminalizaci¨®n de la protesta social, que se ha traducido en numerosos casos de asesinatos, desapariciones, detenciones e imputaciones no demostradas". Codehupy ha exigido que las investigaciones en los departamentos se realicen "evitando violaciones a los derechos civiles, torturas, abusos f¨ªsicos y ps¨ªquicos, principalmente contra dirigentes sociales y miembros de organizaciones campesinas" y se ha opuesto p¨²blicamente a las pol¨¦micas declaraciones del ministro del Interior.

La ¨²ltima guerrilla que oper¨® en Paraguay fue la Organizaci¨®n Pol¨ªtico-militar (OPM), un grupo fundado en los setenta para atacar la dictadura de Alfredo Stroessner (1954-1989) y desarticulado brutalmente por la polic¨ªa pol¨ªtica de aquel Gobierno autoritario. Ocurre que algunos de sus miembros ahora forman parte del Gobierno de Fernando Lugo, si bien siempre han marcado una gran distancia con esta organizaci¨®n guerrillera. La labor sacerdotal e ideol¨®gica de Lugo en San Pedro llev¨® a algunos miembros de la oposici¨®n a acusar al mandatario de simpatizar con el EPP, lo que se interpreta como una de las razones de la en¨¦rgica reacci¨®n del presidente ante una organizaci¨®n formada por una decena de c¨¦lulas y unos 200 integrantes, pero sin un aparente respaldo popular masivo. Los servicios secretos han asegurado la existencia de un v¨ªnculo entre el grupo armado y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

Aunque no hay datos exactos, hasta la fecha son al menos 15 los detenidos por los comandos especiales, un resultado juzgado como escaso en Paraguay, lo que ha llevado al ministro Fillizzola a recordar que se trata de una misi¨®n sin fecha de caducidad, "m¨¢s una carrera de precisi¨®n que de velocidad". Entre los capturados est¨¢ Jos¨¦ Villalba, hermano del presunto comandante del EPP, Osvaldo Villalba. La seguridad del presidente Lugo ha sido reforzada ante el temor de que pueda ser secuestrado, despu¨¦s de una serie de amenazas provenientes de grupos no identificados.

Este viernes, el Gobierno paraguayo pedir¨¢ formalmente a Brasil que revoque la condici¨®n de refugiado a tres ex dirigentes de ideolog¨ªa izquierdista, presuntamente vinculados con los secuestros efectuados durante los noventa, seg¨²n informa Efe.