Mujica seduce a los empresarios
El presidente electo de Uruguay encandila a 1.500 hombres de negocios de todo el mundo y les garantiza seguridad jur¨ªdica para que inviertan en el pa¨ªs
El presidente electo de Uruguay, Jos¨¦ Mujica, almorz¨® el pasado mi¨¦rcoles, en un lujoso hotel del balneario uruguayo de Punta del Este, con 1.500 empresarios de diversos pa¨ªses y les habl¨® de "inversi¨®n", de "seguridad jur¨ªdica" y de "generar riqueza". Nada tendr¨ªa de particular este hecho, quiz¨¢, si no fuese porque este hombre, el futuro presidente de Uruguay, pas¨® 15 a?os en prisi¨®n y tiene el cuerpo cosido a balazos por haber sido dirigente del Movimiento de Liberaci¨®n Nacional-Tupamaros (MLN), la guerrilla que durante las d¨¦cadas de 1960 y 1970 trat¨® de imponer el socialismo en el pa¨ªs suramericano a base de secuestros, robos, sabotajes y asesinatos.
M¨¢s sorprendente podr¨ªa resultar todav¨ªa el espectacular efecto que tuvieron su iniciativa y su estilo llano y directo, que tanta popularidad le granje¨® durante la campa?a electoral del pasado mes de octubre. Los peri¨®dicos uruguayos y argentinos hablaban al d¨ªa siguiente del "entusiasmo" del empresariado y la "seducci¨®n" de Mujica, de c¨®mo el mandatario, de 74 a?os, al¨¦rgico a las corbatas, hab¨ªa "encandilado" a los hombres de negocios, algunos de ellos muy relevantes, que pagaron 100.000 d¨®lares -en concepto de donaci¨®n a un hospital local- por escuchar al hombre que desde el pr¨®ximo 1 de marzo regir¨¢ los destinos del pa¨ªs. "?Jugala ac¨¢!, que no te la van a expropiar, ni te van a doblar el lomo con los impuestos", clam¨® Mujica. "La gente cuando vota lo hace con la ilusi¨®n de poder vivir un poco mejor, y eso es lo que despu¨¦s nos reclama en la calle; por eso necesitamos la inversi¨®n, porque genera trabajo", explic¨®. Y aclar¨®: "Pero eso tiene un previo: leyes claras y tangibles".
El discurso, que en boca de otro bien podr¨ªa ser calificado de liberal, gener¨® incluso el aplauso de su rival en las pasadas elecciones, el blanco Luis Alberto Lacalle. El todav¨ªa presidente, Tabar¨¦ V¨¢zquez, se ausent¨® de la cita para ceder todo el protagonismo a su sucesor y compa?ero de partido.
Especialmente nutrida fue la representaci¨®n de empresarios argentinos, e inevitables las comparaciones realizadas al terminar el acto, como recogieron al d¨ªa siguiente los diarios Clar¨ªn y La Naci¨®n. "Est¨¢ claro que ac¨¢ se respetan las instituciones y las transiciones; en la Argentina no est¨¢ tan claro", afirm¨® Cristiano Rattaz- zi, presidente de Fiat Argentina. "Da un poco de envidia", reconoc¨ªa H¨¦ctor M¨¦ndez, jefe de la Uni¨®n Industrial Argentina, que remach¨® diciendo que "el d¨ªa que perdamos la esperanza, tendremos que venir a vivir a Uruguay".
El camino de Mujica al poder no ha sido f¨¢cil. "Tengo que aprender a callarme la boca", lleg¨® a afirmar durante la campa?a electoral. Su carisma y extraversi¨®n le hab¨ªan tra¨ªdo algunos problemas que, con el tiempo, han ido olvid¨¢ndose y dando paso a un aprecio extendido y a que algunos incluso hablen del Lula uruguayo.
Especialmente pol¨¦micas fueron las declaraciones vertidas en un libro aparecido el pasado mes de septiembre, en el que, por ejemplo, afirmaba que "los Kirchner son de izquierda, pero una izquierda que, mamma m¨ªa, es una patota" (banda de matones) o calificaba a los argentinos de "manga de ladrones". Las oportunas y reiteradas disculpas devolvieron la paz al R¨ªo de La Plata, y hoy los empresarios argentinos, como se ha visto, elogian su figura.
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