Entre pirotectnia y fuegos fatuos
En M¨¦xico se cree que algunos de los eventos conmemorativos del bicentenario estaban ya programados para otras conmemoraciones
En 1910 se celebr¨® el primer centenario del inicio de la lucha por la independencia de M¨¦xico. Astuto como siempre, el entonces presidente de la Rep¨²blica, el General Porfirio D¨ªaz entendi¨® que los festejos del centenario deb¨ªan ser el escenario propicio para exhibir ante los ojos del mundo el desarrollo econ¨®mico, pol¨ªtico y tecnol¨®gico alcanzado durante su gobierno; progreso conseguido a costa de la marginaci¨®n, el hambre y la sangre de miles de mexicanos.
Plane¨® con detalle toda una agenda de eventos, publicaciones e inauguraciones, apolog¨ªas de los logros conseguidos durante la dictadura y, como en pol¨ªtica la forma es fondo, como dicen que afirmaba Jes¨²s Reyes Heroles, complement¨® h¨¢bilmente esta puesta en escena con el embellecimiento de la Ciudad de M¨¦xico, para mostrarla al mundo como una ciudad moderna, llena de magnos edificios p¨²blicos, servicios urbanos de ¨²ltima tecnolog¨ªa y decenas de monumentos hist¨®ricos imponentes.
Apenas dos meses despu¨¦s de los festejos del centenario, a D¨ªaz le estall¨® en la cara la primera revoluci¨®n social del siglo XX y en los primeros meses de 1911 saldr¨ªa desterrado rumbo a Francia para nunca volver.
Hoy, cien a?os despu¨¦s, en M¨¦xico no s¨®lo volvemos a conmemorar un centenario m¨¢s del inicio de la lucha por la independencia de Espa?a, sino que adem¨¢s estamos celebrando el centenario del inicio de la lucha revolucionaria, y lo hacemos en momentos de dif¨ªcil situaci¨®n econ¨®mica, asolados por la violencia de la guerra contra el narcotr¨¢fico y adem¨¢s textualmente inmersos en deslaves de tierra y aguas negras desbordadas debido a las inusitadas lluvias que han asolado vastas regiones en el centro del pa¨ªs.
En este contexto, la semana pasada el Presidente Felipe Calder¨®n anunci¨® formalmente los eventos que habr¨¢n de realizarse con motivo de los festejos del Bicentenario, y el Presidente se ha cansado de repetir que es necesario revalidar la imagen de M¨¦xico en el exterior y convertir 2010 en el a?o de la reconciliaci¨®n nacional. Sin embargo, y seg¨²n la encuesta que entregamos hoy en El Pa¨ªs, a la mayor¨ªa de los mexicanos (63%) le cuesta creer que realmente Calder¨®n est¨¢ buscando la reconciliaci¨®n porque, dicen, en los hechos se percibe todo lo contrario.
No es extra?o que la opini¨®n p¨²blica en M¨¦xico se muestre recelosa frente a las intenciones reales del mandatario, simplemente porque al Gobierno de Calder¨®n le cuesta mucho guardar las formas, y por lo visto tambi¨¦n el fondo.
Apenas unos d¨ªas antes del anuncio de los festejos del bicentenario, 15 muchachos mueren acribillados a balazos en Ciudad Ju¨¢rez, ciudad fronteriza con Estados Unidos, y la primera reacci¨®n de Calder¨®n es decir, sin prueba alguna, que se trataba de una pandilla de delincuentes, desafortunada declaraci¨®n de la que habr¨ªa de retractarse p¨²blicamente y que lo obligar¨ªa a reconocer que su estrategia de lucha contra el narco no est¨¢ funcionando.
Antes envi¨® al Congreso una propuesta de reforma pol¨ªtica cuya aprobaci¨®n depende por completo del favor de los diputados del partido Revolucionario Institucional porque su partido, Acci¨®n Nacional, es minor¨ªa en la C¨¢mara, y al mismo tiempo solapa una alianza electoral entre el PAN y su antag¨®nico PRD para enfrentar al PRI en algunas de las diez elecciones de gobernador (provincias) que se llevar¨¢n a cabo este a?o, so pretexto de querer terminar con "los cacicazgos que prevalecen en algunos Estados", refiri¨¦ndose directamente a los gobernadores pri¨ªstas en funciones.
El mismo d¨ªa en que habr¨ªa de llevarse a cabo el anuncio de los festejos del Bicentenario, su secretario de Gobernaci¨®n, Fernando G¨®mez Mont, renuncia a su militancia al partido Acci¨®n Nacional sin dar mayores explicaciones, dejando al descubierto las profundas divisiones que prevalecen a¨²n dentro del partido del propio presidente.
En este ambiente, y con un retraso de tres cuartos de hora, se inici¨® el evento en el que el Presidente Calder¨®n dio a conocer los m¨¢s de 2.300 eventos conmemorativos del Bicentenario y pocos entender¨ªan por qu¨¦, para un evento de car¨¢cter eminentemente patri¨®tico y nacionalista, el mandatario escogi¨® como escenario un centro de convenciones de la Capital, propiedad de un banco privado que, por a?adidura, est¨¢ intervenido por el Gobierno de los Estados Unidos.
De no haber sido porque entonaron el Himno Nacional al inicio de la ceremonia, la disposici¨®n del p¨²blico asistente y la din¨¢mica del evento lo hicieron parecer m¨¢s una nominaci¨®n a los Premios Oscar que un asunto concerniente a la unidad de la Rep¨²blica, donde se esperar¨ªa ver interactuar a los tres poderes de la Uni¨®n, gobernadores de los Estados, l¨ªderes de los partidos pol¨ªticos, fuerzas armadas y representantes de organizaciones sociales, y sin embargo s¨®lo algunos presenciaron la ceremonia y lo hicieron en car¨¢cter de meros espectadores.
Los m¨¢s de 2.300 eventos anunciados por el mandatario van desde un desfile de carros aleg¨®ricos, que costar¨¢ m¨¢s de 60 millones de d¨®lares y ser¨¢ organizado por la empresa que mont¨® la inauguraci¨®n de los Juegos Ol¨ªmpicos de Pek¨ªn, hasta una mega-pantalla itinerante de m¨¢s de 100 metros de longitud, la remodelaci¨®n de una sala de conciertos, un desfile militar sin precedentes, la construcci¨®n de la Torre Bicentenario que m¨¢s bien es un obelisco que se parece mucho al de la ciudad de Monterrey, en el norte?o estado de Nuevo Le¨®n, un concurso de himnos escolares, la repartici¨®n de 25 millones de ejemplares de un libro sobre la historia de M¨¦xico, y as¨ª contin¨²a la lista de eventos conmemorativos sin orden ni contexto com¨²n alguno.
?Qu¨¦ confuso ser¨ªa el anuncio de los miles de eventos, que en medio de este derroche de festividades, lo que pareci¨® m¨¢s interesante a m¨¢s gente fueron las exposiciones gastron¨®micas, de bailes t¨ªpicos y artesan¨ªas que anunci¨® el mandatario! Lo m¨¢s caro de todo, la Torre Bicentenario, apenas le pareci¨® interesante al 31% de los entrevistados (las opiniones sobre otros eventos se encuentran en el anexo con los datos de la encuesta completa).
Habl¨® tambi¨¦n Calder¨®n de numerosas obras de infraestructura que se har¨ªan con motivo de los festejos, listadas tambi¨¦n sin orden ni categorizaci¨®n alguna, quiz¨¢ por eso el 52% piensa que las obras anunciadas ya estaban previstas en el presupuesto para el 2010 y el mandatario s¨®lo las mencion¨® para engrosar y darle un poco m¨¢s de contenido a los festejos.
Como ocurri¨® cuando se anunciaron los Di¨¢logos por M¨¦xico, mesas de discusi¨®n sobre los temas nacionales que se llevan a cabo tambi¨¦n con motivo del Bicentenario, las culturas ind¨ªgenas brillaron nuevamente por su ausencia. Seis de cada diez mexicanos piensan que no es que a Calder¨®n se le olvide incluir a los ind¨ªgenas lo que pasa, dicen, es que no quiere que participen en los festejos del M¨¦xico independiente, una muestra m¨¢s de que su llamado a la unidad nacional es m¨¢s un discurso que hechos concretos.
Terminada la ceremonia de arranque de los festejos del Bicentenario, el presidente Calder¨®n vol¨® a Ciudad Ju¨¢rez donde lo esperaban las madres de los chicos asesinados a los que hab¨ªa llamado, sin prueba alguna, pandilla de delincuentes. "No es usted bienvenido" le espetaba en la cara la madre de dos de esos muchachos. "Si hubieran matado a alguno de sus hijos -le dec¨ªa al presidente y a su esposa- ya hubieran buscado debajo de las piedras para encontrar a sus asesinos".
Qu¨¦ tendremos los mexicanos que cada que nos toca festejar los centenarios de la independencia nacional, irremediablemente se nos mezclan fuegos artificiales con fatuos, esas peque?as llamas producto de la putrefacci¨®n, que se dan a corta distancia del suelo y aparecen especialmente en los pantanos y en los cementerios.
NOTA METODOL?GICA. Encuesta telef¨®nica realizada el 11 de febrero, considerando 500 entrevistas a personas mayores de 18 a?os seleccionadas mediante un muestreo aleatorio simple sobre el listado de tel¨¦fonos del pa¨ªs. Con el 95% de confianza, el error estad¨ªstico m¨¢ximo que podr¨ªa esperarse es del +/- 4.5. Otras encuestas en www.demotecnia.com
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