Los dem¨®cratas prefieren caf¨¦
Nace en las redes sociales de EE UU una alternativa de izquierda al movimiento de extrema derecha 'Tea Party'
No es que no les guste beber t¨¦, es que est¨¢n hartos del Tea Party. Cansados de una ret¨®rica alienante en la que no se reconocen y saturados de que el movimiento ultraderechista siga considerando al Gobierno como el enemigo de los ciudadanos, el Coffee Party se acaba de sumar al men¨² pol¨ªtico (de izquierdas) de EE UU.
La idea surgi¨® de repente, producto de un momento de irritaci¨®n. En la noche del 26 de enero, Annabel Park, de 41 a?os, dio rienda suelta a su enfado en su p¨¢gina de Facebook. Park no pod¨ªa m¨¢s. Si escuchaba otra perorata, otra incongruencia de boca de cualquier miembro del denominado Tea Party, entrar¨ªa en ebullici¨®n. La escuch¨®. Y sucedi¨® lo siguiente: "Empecemos un Coffee Party... un Batido Party; un Red Bull Party. Lo que sea menos t¨¦... ?Qu¨¦ tal un Cappuccino Party? Eso realmente les cabrear¨ªa porque suena muy elitista... Reun¨¢monos y bebamos cappuccino y tengamos un verdadero di¨¢logo pol¨ªtico con sustancia y empat¨ªa". El espont¨¢neo estallido de rabia contra lo que amenaza ser el nuevo conservadurismo estadounidense se convirti¨® ?con la rapidez que ti?e todo lo que sucede en la Red? en el movimiento Coffee Party USA. "Despierta y reacciona", es su eslogan.
El crecimiento ha sido ?est¨¢ siendo en este momento? casi exponencial. El 1 de marzo, la p¨¢gina de Facebook de fans del Coffee Party ten¨ªa 40.000 miembros. Tres d¨ªas despu¨¦s, el n¨²mero sobrepasaba los 70.000. Ayer, contaba con casi 90.000 seguidores. Con simpatizantes en al menos 30 Estados ?sobre el total de 50 de la Uni¨®n?, el Coffee Party acaba de llamar a movilizaciones y encuentros en todo el pa¨ªs para el pr¨®ximo s¨¢bado.
As¨ª comenz¨® el Tea Party el a?o pasado y hoy cuenta con 1.200 sedes, ha organizado su primera Convenci¨®n Nacional y llen¨® de adeptos un d¨ªa de oto?o las calles de Washington. El nombre de Tea Party procede de los sucesos hist¨®ricos que en el siglo XVIII dieron lugar a la guerra de independencia norteamericana.
Como pionera en certificar por escrito su frustraci¨®n y c¨®lera, Annabel Park ocupa el cargo de coordinadora de facto del Coffee Party. Nacida en Corea del Sur, Park lleg¨® a Estados Unidos con sus padres cuando ten¨ªa nueve a?os. Park estudiaba y trabajaba en el puesto de venta de comida r¨¢pida que su familia regentaba en Houston (Tejas), lo que le hizo conocer de primera mano al norteamericano normal y corriente, el que se compra una hamburguesa y se la come apresuradamente en la calle o disfruta de unos tacos sentado en un parque en el breve espacio que el trabajo le deja para almorzar. "Claro que encontr¨¦ racismo entonces", ha declarado Park a los medios de comunicaci¨®n, que estos d¨ªas se han disputado su presencia en sus programas informativos. "Pero la mayor¨ªa de la gente era amable y la mayor¨ªa de la gente es buena gente". "No me reconozco y no reconozco a Estados Unidos en la imagen que pinta el Tea Party", puntualiza esta directora de documentales que vive en las afueras de Washington.
Pero, ?cu¨¢l es el mensaje del Coffee Party? ?Forma parte del Partido Dem¨®crata? ?Est¨¢ siendo tomado en serio? Hasta ahora, las respuestas son sencillas ?m¨¢s o menos?. Dicen sus seguidores que el Coffee Party tiene como objetivo promover una discusi¨®n c¨ªvica que aporte soluciones al discurso de la pol¨ªtica nacional, huyendo de la pr¨¢ctica de s¨®lo asignar culpas y se?alar con el dedo y que ejerce el Tea Party, el movimiento conservador que en los ¨²ltimos meses ha sacudido Estados Unidos alimentado por el rencor y el miedo de una clase media empobrecida por la crisis (el nacionalismo, la xenofobia y el fanatismo tambi¨¦n est¨¢n en su agenda de manera m¨¢s o menos obvia).
A pesar de que Park asegura que el movimiento no est¨¢ alineado con ninguno de los dos partidos tradicionales de Estados Unidos, sus mensajes coinciden con los del Partido Dem¨®crata. La misma Park fue una ferviente voluntaria en la campa?a electoral de Barack Obama en 2008. "No puedo aceptar que el Tea Party hable por todos los norteamericanos", asegura Park, aunque concede que tienen en com¨²n su frustraci¨®n con los pol¨ªticos tradicionales y el deseo de la necesidad de un mayor control fiscal.
C¨®mo de serio es el movimiento que ahora se inicia est¨¢ por ver ?como lo est¨¢ el del Tea Party?. Los republicanos lo tildan de una mera continuaci¨®n de la eterna campa?a pol¨ªtica en la que se encuentra sumergido Obama. Algunos miembros del Tea Party creen que el grupo no es m¨¢s que un intento rid¨ªculo de satirizar su leg¨ªtimo y popular movimiento.
Ya saben: ?Coffee o Tea?
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