"Es una victoria para el sentido com¨²n"
El discurso ¨ªntegro de Obama en espa?ol tras la aprobaci¨®n de la reforma sanitaria
Buenos d¨ªas, a todos. Esta noche, despu¨¦s de cerca de 100 a?os de negociaci¨®n y frustraci¨®n, despu¨¦s de d¨¦cadas de intentos, y de un a?o de constante esfuerzo y debate, el Congreso de Estados Unidos ha aprobado finalmente que los trabajadores estadounidenses y las familias estadounidenses y los peque?os empresarios estadounidenses merecen la seguridad de saber que aqu¨ª, en este pa¨ªs, ni una enfermedad ni un accidente deber¨ªa poner en peligro los sue?os por los que han trabajado toda la vida.
Esta noche, en un momento en que los cr¨ªticos dijeron que ya no era posible, nos sobrepusimos al peso de nuestra pol¨ªtica. Hicimos retroceder la influencia excesiva de intereses particulares. No ca¨ªmos en el recelo ni el cinismo ni el miedo. En lugar de eso, demostramos que a¨²n somos gente capaz de hacer grandes cosas y enfrentarnos a nuestros m¨¢s grandes retos. Probamos que este Gobierno -un Gobierno del pueblo y para el pueblo- todav¨ªa trabaja para el pueblo.
Quiero dar las gracias a cada miembro del Congreso que se levant¨® esta noche con coraje y convicci¨®n para hacer realidad la reforma del sistema sanitario. Y s¨¦ que ¨¦ste no fue un voto sencillo para mucha gente. Pero fue el voto correcto. Quiero agradecer a la presidenta Nancy Pelosi su extraordinario liderazgo, y al l¨ªder de la mayor¨ªa Steny Hoyer y al coordinador Jim Clyburn su dedicaci¨®n para conseguir acabar el trabajo. Quiero agradecer a mi excepcional vicepresidente, Joe Biden, y a mi maravillosa secretaria de Sanidad y Servicios sociales, Kathleen Sebelius, su fant¨¢stico trabajo en este asunto.
Quiero dar las gracias a los muchos trabajadores en el Congreso, y a mi incre¨ªble equipo en la Casa Blanca, que han trabajado sin descanso durante el ¨²ltimo a?o con estadounidenses de todas las clases sociales para forjar un paquete de reformas que finalmente sea digno del pueblo al que fuimos enviados a servir.
La votaci¨®n de hoy responde a los sue?os de tantos que han luchado por esta reforma. A cada estadounidense an¨®nimo que se tom¨® un momento para sentarse y escribir una carta o redactar un correo electr¨®nico con la esperanza de que su voz ser¨ªa escuchada, ha sido escuchada esta noche. A los incalculables ciudadanos que llamaron a las puertas e hicieron llamadas de tel¨¦fono, que se organizaron y movilizaron con la firme convicci¨®n de que el cambio en este pa¨ªs no viene de arriba, sino desde abajo, d¨¦jenme reafirmar su convicci¨®n: este momento es posible gracias a ustedes.
Lo m¨¢s importante, la votaci¨®n de hoy responde a las plegarias de cada estadounidense que ten¨ªa la honda esperanza de que se hiciera algo con un sistema de sanidad que funciona para las compa?¨ªas de seguros, pero no para la gente corriente. Para la mayor¨ªa de estadounidenses, este debate nunca ha girado sobre abstracciones, sobre la lucha entre derecha e izquierda, republicanos o dem¨®cratas, siempre ha sido sobre algo m¨¢s personal. Es sobre cada estadounidense que conoce el impacto de abrir un sobre y comprobar que las primas se han disparado de nuevo en una ¨¦poca que ya es suficientemente dura. Es sobre cada padre que sabe lo que es la desesperaci¨®n de intentar conseguir cobertura para un ni?o con una enfermedad cr¨®nica y s¨®lo escuchar "no", una y otra y otra vez. Es sobre cada peque?o empresario aut¨®nomo obligado a elegir entre asegurar a sus empleados o mantener el negocio abierto. Nos hemos entregado a esta causa por ellos.
Esta noche no es una victoria para el partido de cada uno, es una victoria para ellos. Es una victoria para el pueblo estadounidense. Es una victoria para el sentido com¨²n.
Ahora, ni que decir tiene que la votaci¨®n de esta noche levantar¨¢ un frenes¨ª de an¨¢lisis inmediatos. Habr¨¢ comentarios sobre los ganadores y perdedores en Washington, predicciones sobre qu¨¦ significa para los dem¨®cratas y los republicanos, para mi saldo electoral, para mi Administraci¨®n. Pero despu¨¦s de que el debate se desvanezca y los pron¨®sticos se desvanezcan y el polvo se asiente, lo que permanecer¨¢ en el recuerdo no es el sistema puesto en marcha por el Gobierno que algunos tem¨ªan, o el status quo que sirve a los intereses de la industria aseguradora, sino un sistema sanitario que incorpora las ideas de ambas partes, un sistema que funciona mejor para el pueblo estadounidense.
Si tiene un seguro m¨¦dico, esta reforma s¨®lo le da m¨¢s control para frenar los peores excesos y abusos de la industria aseguradora, con algunas de las m¨¢s severas medidas de protecci¨®n que este pa¨ªs ha conocido, de modo que consiga aquello por lo que paga.
Si no tiene un seguro, esta reforma le da la oportunidad de acudir a un sistema centralizado para comprarlo, que le dar¨¢ opciones, competencia y precios m¨¢s baratos. Y eso incluye la mayor bajada en la historia del coste de la asistencia sanitaria para familias y peque?os negocios, as¨ª que si pierde su empleo y cambia de trabajo, o comienza un nuevo negocio, ser¨¢ finalmente capaz de comprar asistencia de calidad y asequible, y la seguridad y la tranquilidad de esp¨ªritu que conllevan.
Esta reforma es lo que hab¨ªa que hacer por nuestros mayores. Hace Medicare m¨¢s fuerte y solvente, y extiende su vigencia casi una d¨¦cada. Y es lo que hab¨ªa que hacer por nuestro futuro. Reducir¨¢ nuestro d¨¦ficit en m¨¢s de 100.000 millones de d¨®lares en la pr¨®xima d¨¦cada, y en m¨¢s de un bill¨®n en la d¨¦cada siguiente.
As¨ª que no es una reforma radical. Pero es una reforma muy importante. Esta ley no arreglar¨¢ todo lo que funciona mal en nuestro sistema sanitario. Pero nos mueve decisivamente en la direcci¨®n correcta. As¨ª es el verdadero rostro del cambio.
Pero por muy crucial que sea este d¨ªa, no es el fin de este viaje. El martes, el Senado tomar¨¢ las enmiendas a esta ley que la C¨¢mara ha adoptado, y son enmiendas que han fortalecido esta ley y eliminado disposiciones que no cab¨ªan en ella. Algunos han predicho otro asedio con maniobras parlamentarias para retrasar la aprobaci¨®n de estas mejoras. Espero que no suceda. Es tiempo de llevar este debate a su fin y comenzar la dura labor de llevar a la pr¨¢ctica de forma adecuada esta reforma por el bien de los estadounidenses. Este a?o, y los a?os siguientes, tenemos la solemne responsabilidad de hacerlo bien.
Este d¨ªa tampoco supone el final de la tarea a la que se enfrenta nuestro pa¨ªs. La tarea de revitalizar nuestra econom¨ªa contin¨²a. El trabajo de promover la creaci¨®n de empleo en el sector privado contin¨²a. La tarea de volver los sue?os de las familias estadounidenses a su alcance contin¨²a. Y seguimos marchando, con renovada confianza, con la energ¨ªa que da esta victoria en su nombre.
Finalmente, este d¨ªa representa otro cimiento firmemente colocado en la fundaci¨®n del sue?o americano. Esta noche, respondimos a la llamada de la historia como hicieron muchas generaciones de estadounidenses antes que nosotros. Cuando nos enfrentamos a la crisis, no rehuimos el desaf¨ªo, lo superamos. No evitamos nuestra responsabilidad, la aceptamos. No temimos nuestro futuro, le dimos forma.
Gracias, Dios os bendiga, y Dios bendiga a los Estados Unidos de Am¨¦rica.
Fuente: p¨¢gina web de la Casa Blanca.
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