Uribe no se opone al intercambio de rehenes con las FARC
El presidente colombiano abre la puerta al acuerdo humanitario para conseguir la liberaci¨®n de los rehenes que siguen cautivos
Poco antes de la liberaci¨®n este martes del sargento Pablo Emilio Moncayo, el reh¨¦n m¨¢s antiguo de las FARC, el presidente de Colombia, ?lvaro Uribe, abr¨ªa de nuevo la puerta a un acuerdo humanitario que permita canjear guerrilleros presos por militares y polic¨ªas secuestrados. Lo hizo el domingo, tras la liberaci¨®n del soldado Josu¨¦ Daniel Calvo, a quien las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) entregaron de manera unilateral.
"El Gobierno ha facilitado liberaciones, ha hecho rescates y no se opone al acuerdo humanitario", dijo el presidente. Sin embargo, precis¨® una condici¨®n: que los insurgentes liberados no vuelvan a las filas guerrilleras: "No voy a devolver delincuentes a las FARC", advirti¨® el mandatario, e insisti¨® en que el canje no debe fortalecer la "capacidad criminal" de la guerrilla.
A¨²n permanecen en la selva 23 miembros de las fuerzas p¨²blicas, la mayor¨ªa con m¨¢s de una d¨¦cada en cautividad. Entre ellos se encuentra Jos¨¦ Libio Mart¨ªnez, un hijo de campesinos que cay¨® en manos de las FARC el mismo d¨ªa en que fue secuestrado Moncayo, hace ya 12 a?os y tres meses largos. Johan Esteban, su hijo, nacido poco despu¨¦s del secuestro, le envi¨® un mensaje el domingo, a trav¨¦s de la misi¨®n humanitaria que recogi¨® a Calvo: "Quiero saber qu¨¦ es un abrazo de pap¨¢", dijo el ni?o.
Las FARC ya no exigen dos puntos dif¨ªciles de la negociaci¨®n para el canje: un despeje del territorio de efectivos militares y la entrega de dos de sus combatientes que actualmente se encuentran encarcelados en Estados Unidos. Colombianos por la Paz, un movimiento encabezado por la senadora opositora Piedad C¨®rdoba, que ha gestionado estas liberaciones unilaterales, entregar¨¢n hoy, cuando termine el operativo de la liberaci¨®n de Moncayo, varias cartas a Uribe y a los siete candidatos que se disputar¨¢n la presidencia del pa¨ªs el pr¨®ximo 30 de mayo. La petici¨®n a todos es la misma: que apoyen el intercambio.
La salida a este dilema, planteado desde 1999, puede ser la mediaci¨®n internacional. La senadora C¨®rdoba habla ya de Suiza. La revista Semana que empez¨® a circular el domingo invita a Uribe a tener una despedida humanitaria de la presidencia y le sugiere que pacte el canje antes de irse, el pr¨®ximo 7 de agosto. "Uribe est¨¢ frente a una ventana de oportunidad. O la aprovecha o lo har¨¢ el pr¨®ximo Gobierno en cuesti¨®n de meses", dice la prestigiosa publicaci¨®n.
El independiente Sergio Fajardo, a quien las encuestas no sit¨²an en un buen lugar, apoya la idea: "En medio de los conflictos m¨¢s feroces, hay espacio para un acuerdo", asegura. Antanas Mockus, del Partido Verde, tercero en los sondeos, acepta el intercambio de insurgentes por secuestrados con una condici¨®n: que se produzca una sola vez. El liberal Rafael Pardo asegura que lo har¨¢ si se dan las condiciones.
El candidato que despunta en las encuestas y se considera continuador de la pol¨ªtica de Uribe, el ex ministro de Defensa Juan Manuel Santos, comparte con el candidato de izquierda Gustavo Petro y con Germ¨¢n Vargas -un uribista no reeleccionista- un no al intercambio: la guerrilla debe liberarlos a todos unilateralmente. La ex embajadora Noem¨ª San¨ªn, segunda en las preferencias, realiz¨® ayer declaraciones contundentes: "?ste no es un tema electoral; no podemos creer a los terroristas".
Pero los familiares no pierden la fe. Robertina, madre del mayor Enrique Murillo, secuestrado hace un poco m¨¢s de 11 a?os, no descarta incluso que la soluci¨®n llegue en el tiempo que le resta al Gobierno de Uribe. "?Por qu¨¦ no? Es una buena oportunidad para dejar una buena imagen", explica esperanzada a EL PA?S. "Son seres humanos; deben regresar todos", a?ade esta mujer, que hoy se pondr¨¢ en los zapatos de los Moncayo para vivir con alegr¨ªa desbordada el regreso de Pablo Emilio.
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