Los equipos de rescate buscan supervivientes del terremoto de Qinghai en medio de duras condiciones
El ¨²ltimo balance oficial se?ala que hay m¨¢s de 600 muertos.- "Esto es como una zona de guerra. Es un caos total", afirma un superviviente
Los equipos de rescate luchan contra el mal de altura, los vientos racheados y las bajas temperaturas, en busca de supervivientes del terremoto que el mi¨¦rcoles sacudi¨® la provincia occidental china de Qinghai y caus¨® 617 muertos, 313 desaparecidos y 9.110 heridos, seg¨²n el ¨²ltimo balance oficial. Los supervivientes, muchos de los cuales pasaron la noche al raso, deambulan, por segundo d¨ªa, heridos por las calles de Jiegu (Gyegu, en tibetano), capital del condado de Yushu, en el que se situ¨® el epicentro del temblor.
"Esto es como una zona de guerra. Es un caos total. Por la noche, la gente lloraba y gritaba. Algunos tienen piernas o brazos rotos, pero todo lo que pueden conseguir es una inyecci¨®n. Lloraban de dolor", dijo Ren Yu, director del hotel Yushu en Jiegu, informa Associated Press.
El se¨ªsmo se produjo a las 7.49 de la ma?ana (1.49, hora peninsular espa?ola) y tuvo una intensidad de 6,9 en la escala de Richter, seg¨²n el Servicio Geol¨®gico de Estados Unidos, y de 7,1, seg¨²n la Administraci¨®n Sismol¨®gica china. El epicentro se situ¨® en la cadena monta?osa que divide Qinghai de la regi¨®n aut¨®noma de T¨ªbet.
Los equipos de salvamento sacaron a algunas personas con vida y muchos cad¨¢veres entre los escombros en Jiegu, donde alrededor del 85% de los edificios resultaron destruidos. El Ministerio de Asuntos Civiles afirm¨® que 15.000 viviendas se desplomaron. El condado se encuentra en la meseta tibetana, a una altitud media de 4.000 metros, lo que dificulta en extremo las labores de rescate de los miembros de los equipos reci¨¦n llegados, y, por tanto, no aclimatados a la falta de ox¨ªgeno en el aire.
Un gran dispositivo de salvamento ha sido puesto en marcha, con el env¨ªo de tiendas de campa?a, mantas, abrigos y medicinas. Tras pasar la mayor parte del d¨ªa arreglando y limpiando el cercano aeropuerto y las carreteras, los suministros se aceleraron. Cerca de 2.000 soldados, polic¨ªas y bomberos accedieron a Yushu, donde escasea el agua, la comida y la gasolina, seg¨²n testigos en la zona.
Sin embargo, mucho del material acordado a¨²n no ha alcanzado su destino. "El principal problema ahora es la falta de transporte. Llevar¨¢ tiempo hasta que llegue a la zona afectada", dijo en Pek¨ªn Zou Ming, director de operaciones de rescate en el Ministerio de Asuntos Civiles.
Cerca de un millar de los heridos son graves, seg¨²n inform¨® la agencia oficial Xinhua. "Hemos visto tantos cad¨¢veres, y ahora est¨¢n intentando organizar qu¨¦ hacer con ellos. Los cuerpos est¨¢n apilados", dijo Dawa Cairen, un tibetano que trabaja para la organizaci¨®n no gubernamental cristiana Amity Foundation. "Puedes ver mucha sangre. Fluye como un r¨ªo".
Entre las v¨ªctimas, hay decenas de ni?os. Un funcionario local dijo que 66 alumnos y 10 profesores fallecieron, la mayor¨ªa de ellos en tres escuelas que se hundieron. Tambi¨¦n han muerto o est¨¢n desaparecidos decenas de monjes tibetanos del monasterio Thrangu, situado a 10 kil¨®metros de Jiegu, del cual s¨®lo qued¨® en pie el vest¨ªbulo principal.
El condado de Yushu, a unas 12 horas por carretera de la capital provincial, Xining, tiene una poblaci¨®n de unas 100.000 personas, la mayor¨ªa pastores y campesinos, diseminados en una gran extensi¨®n. Muchos de ellos son tibetanos. Qinghai es una de las provincias con menor densidad de poblaci¨®n de China.
El terremoto ha sido el peor que sufre el pa¨ªs desde el que tuvo lugar en la provincia vecina de Sichuan en mayo de 2008, que provoc¨® unos 87.000 muertos y desaparecidos.
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