Fallece Umaru Yar'Adua, presidente de Nigeria
Su muerte deja el futuro del pa¨ªs en manos de Goodluck Jonathan, hasta ahora vicepresidente, quien promete paz y reformas
"?Umaru d¨®nde est¨¢s?". Los nigerianos llevaban pregunt¨¢ndose por el paradero de su presidente desde que se conoci¨® que hab¨ªa viajado a Arabia Saud¨ª para ser atendido en un prestigioso hospital de una terrible enfermedad, all¨¢ por el mes de noviembre. La pregunta hab¨ªa llegado incluso a las pancartas de las manifestaciones en las hiperpobladas calles de Lagos. No hubo respuesta, as¨ª que los nigerianos empezaron a especular con la posibilidad de que Umaru Yar'Adua estuviese muerto. ?se ha sido finalmente el desenlace, anunciado por fuentes del Gobierno.
Con la muerte de Yar'Adua muere uno de los mandatarios con perfil m¨¢s bajo que jam¨¢s han gobernado este pa¨ªs de 150 millones de habitantes, el m¨¢s poblado de ?frica, aunque quiz¨¢ eso sea una cualidad en Nigeria, donde la mayor¨ªa de los presidentes han sido militares con cierto gusto por los golpes de Estado y por los abusos de poder. Yar'Adua, qu¨ªmico de formaci¨®n y hombre de negocios despu¨¦s, lleg¨® a ser el primer presidente que pas¨® por la Universidad. Hasta el m¨¢ximo puesto del Gobierno lo llev¨® Olusegun Obasanjo, anterior presidente, tras las elecciones de 2007, unos comicios llenos de irregularidades pero que fueron dados por buenas por exigencias de un gui¨®n que en ?frica suele buscar la estabilidad por encima de la democracia. Yar'Adua arras¨® con el 70% de los votos.
Poco m¨¢s puede decirse de este hombre de 58 a?os del que se esperaban reformas que aprovechasen el pujante poder de la econom¨ªa nigeriana, redujesen los ¨ªndices de corrupci¨®n del pa¨ªs y la escasez de alimento entre la poblaci¨®n m¨¢s pobre. Desgraciadamente, no tuvo coraje para acometerlas y su presidencia se qued¨® en m¨¢s de lo mismo; Nigeria sigui¨® desempe?ando con Sud¨¢frica el papel del Gran Hermano africano pero sin visos de resolver las enormes desigualdades que se dan el pa¨ªs (el 83% de la poblaci¨®n vive con menos de d¨®lares al d¨ªa) y dividido en cientos de etnias que siguen enfrent¨¢ndose entre s¨ª por la tierra o la religi¨®n, a veces de forma sanguinaria.
Con su muerte, Yar'Adua deja el futuro de Nigeria en manos de Goodluck Jonathan, su vicepresidente. Al hombre del sombrero de ala ancha, parte del traje t¨ªpico de la esquina suroccidental de Nigeria, no le ha temblado el pulso cuando ha tenido que hacerse con las riendas del poder. Durante la convalecencia de Yar'Adua, Goodluck tom¨® el liderazgo. A pesar de ser s¨®lo un presidente en funciones, disolvi¨® el Gobierno y trat¨® de consolidar el poder rode¨¢ndose de hombres leales. Durante estos meses, Goodluck Jonathan, ha anunciado un aumento del presupuesto nacional de m¨¢s de 30.000 millones de d¨®lares (un 50%) y ha prometido llegar a una paz que d¨¦ estabilidad a su tierra natal, el Delta del N¨ªger, donde los ataques a los oleoductos tiran por tierra la posibilidad de sacar mayor rendimiento de este recurso tan rico en Nigeria. Jonathan ha asegurado adem¨¢s que reformar¨¢ las leyes electorales y ha destituido a Maurice Iwu, jefe de la Comisi¨®n Electoral, quien precisamente dio por buenos los resultados de los comicios que llevaron a Yar'Adua a la presidencia.
De Goodluck se dice que sabe estar en el sitio y en el momento adecuados. Cuando el gobernador del Estado de Bayelsa fue arrestado en 2005 por blanqueo de capitales, Jonathan era su segundo. Tambi¨¦n entonces tuvo que tomar el poder. An¨¦cdotas como esta y la obviedad de su nombre (Buena suerte en ingl¨¦s) han hecho el resto para que muchos nigerianos vean en ¨¦l cierta esperanza de cambio. En cualquier caso, ¨¦l es el nuevo hombre a seguir.
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