Dimite el coordinador del espionaje de EE UU por los fallos en los ¨²ltimos atentados

Se?alado como responsable de una sucesi¨®n de errores en la actuaci¨®n de las diferentes agencias de espionaje, Dennis Blair, el coordinador de los servicios de inteligencia de Estados Unidos, ha renunciado a su cargo. Se trata de la dimisi¨®n de m¨¢s alto nivel que se produce dentro de la Administraci¨®n de Barack Obama y, aunque no parece un episodio de posteriores ramificaciones, es el reconocimiento de que un ¨®rgano central en la lucha contra el terrorismo no est¨¢ al nivel adecuado.

La renuncia de Blair, cuyo puesto oficial es el de Director Nacional de Inteligencia, fue confirmada por un portavoz oficial a ¨²ltima hora de la tarde del jueves sin que precedieran circunstancias graves que permitieran anticiparlo. El hecho no constituye, sin embargo, una completa sorpresa.

La posici¨®n de Blair se hab¨ªa debilitado considerablemente desde los fallos en la coordinaci¨®n de los servicios secretos que fueron detectados a ra¨ªz del atentado frustrado de la pasada Navidad en un avi¨®n con destino a Detroit. En aquel momento, qued¨® en evidencia que el autor de aquel intento, el nigeriano Omar Faruk Abdulmutallab, abord¨® el avi¨®n porque su nombre no figuraba en la lista de personas a las que se proh¨ªbe viajar a Estados Unidos pese a la informaci¨®n que se pose¨ªa sobre sus actividades sospechosas.

Blair, un almirante retirado, declar¨® entonces que los servicios de inteligencia hab¨ªan actuado correctamente, y tuvo que ser el propio presidente Obama quien le desmintiese dos d¨ªas despu¨¦s y ordenara la apertura de una investigaci¨®n.

Recientemente, con ocasi¨®n del coche bomba desactivado en Nueva York, tambi¨¦n se comprob¨® que el autor hab¨ªa podido abordar el avi¨®n en el que pretend¨ªa huir por culpa de una mala coordinaci¨®n en el manejo de las listas de pasajeros prohibidos.

Los expertos hab¨ªan apreciado desde hac¨ªa alg¨²n tiempo una cierta marginalizaci¨®n de Blair , a quien, por ejemplo, se habr¨ªa excluido de la delicada labor de tratar con los servicios secretos de Pakist¨¢n, que qued¨® en manos del director de la CIA, Leon Panetta y del consejero nacional de Seguridad, James Jones.

Hab¨ªa trascendido tambi¨¦n que la relaci¨®n personal entre Blair y Panetta, que hab¨ªan discrepado, entre otras cosas, sobre qui¨¦n debe de ser el encargado de seleccionar al personal de inteligencia en el extranjero, no es la que se requiere para un puesto de semejante naturaleza.

No es un problema nuevo . La Direcci¨®n Nacional de Inteligencia fue creada por George Bush despu¨¦s de los atentados del 11-S para facilitar la coordinaci¨®n de las 16 agencias dedicadas al espionaje. Con frecuencia lo que se ha conseguido, en cambio, es una mayor competencia entre agencias acostumbradas a actuar por separado, cuando no en abierta rivalidad. En esas condiciones, el Director Nacional de Inteligencia se convierte muchas veces, no en la figura a la que hay que entregar informaci¨®n, sino a la que hay que burlar para evitar filtraciones.

De momento, Obama parece dispuesto a mantener el puesto. Una fuente oficial dijo ayer que ya hab¨ªan sido consultadas algunas personas y que hoy mismo pod¨ªa anunciarse el nombre del sucesor.