"En los ¨²ltimos meses Lula ha actuado m¨¢s con el coraz¨®n que con la cabeza"
Es un placer o¨ªr al ex presidente brasile?o Fernando Henrique Cardoso (R¨ªo de Janeiro, 1931). Es pausado, reflexivo, sereno. Hila las ideas con la claridad y la fluidez que le dan sus a?os de parlamentario, diplom¨¢tico, profesor y dos mandatos al frente del gobierno del gigante suramericano (1995-2003). Su etapa y la de su sucesor, Lula da Silva, que acaba este a?o, han convertido a Brasil en una potencia econ¨®mica y pol¨ªtica. Han sido tres lustros en los que el pa¨ªs ha vivido la mayor transformaci¨®n desde la II Guerra Mundial.
Como soci¨®logo, Cardoso ha influido enormemente en el pensamiento latinoamericano como coautor del libro Dependencia y Desarrollo en Am¨¦rica Latina, publicado hace m¨¢s de 40 a?os. El texto es un icono de la teor¨ªa de la dependencia en la regi¨®n y un punto de partida de la discusi¨®n sobre la naturaleza social y pol¨ªtica de los problemas del desarrollo en Latinoam¨¦rica. ?Alguna vez pens¨® en hacer una edici¨®n actualizada? "No, el libro pertenece a un momento y a un lugar".
"Brasil debe ampliar su influencia mundial seg¨²n nuestros valores: la paz y la democracia"
"Al r¨¦gimen cubano habr¨ªa que decirle: ?Qu¨¦ es eso, compa?ero!"
"Lula es muy indulgente con Ch¨¢vez. Yo tambi¨¦n lo fui, pero ¨¦l mucho m¨¢s".
Recuerda Cardoso que en ese libro ya se habl¨® de que Estados que hab¨ªan logrado cierto desarrollo del mercado interior, como Brasil y Argentina en esos a?os, deb¨ªan hallar la forma de exportar no solo materias primas, sino tambi¨¦n bienes manufacturados. "En aquel momento todav¨ªa no se hablaba de globalizaci¨®n, sino de internacionalizaci¨®n del mercado. Pero ya pens¨¢bamos que era necesario orientar la econom¨ªa al mercado externo para que los pa¨ªses siguieran creciendo. Fue un revulsivo contra la teor¨ªa de que el Estado deb¨ªa volcarse a fortalecer el mercado interno", recuerda.
De la teor¨ªa a los hechos: Brasil exporta muchos productos manufacturados, desde medicamentos gen¨¦ricos a aviones civiles y militares. "Brasil es hoy un pa¨ªs con un rumbo cierto. No puede haber una ruptura, un borr¨®n y cuenta nueva. S¨ª se puede mejorar. Lula se dio cuenta de ello y lo aprovech¨®. Brasil ha llegado a un buen punto de madurez institucional. No est¨¢ todo garantizado pero hemos avanzado mucho. Hay una Corte Suprema independiente, muchos ministros de Lula no temen discrepar con el propio Gobierno, la prensa y la universidad son independientes. Todo esto es muy sano para el pa¨ªs", reflexiona.
Pregunta. ?Qu¨¦ imagen debe proyectar Brasil al mundo?
Respuesta. Brasil tendr¨¢ cada vez m¨¢s influencia, no cabe duda. Pero no necesita armas at¨®micas ni un PIB espectacular para ser respetado, sino una acci¨®n internacional que tenga un contenido valorativo, no solamente impositivo. Debemos ampliar la influencia seg¨²n nuestros valores, que son la paz y democracia. Este es el eslab¨®n que creo que Lula debe dejar m¨¢s claro. Somos un pa¨ªs de paz y democr¨¢tico, y estos valores son los que nos garantizar¨¢n un lugar m¨¢s importante en el mundo.
P. ?Qu¨¦ opina de la actuaci¨®n brasile?a en la crisis iran¨ª?
R. Creo que Lula debi¨® pedir a Ir¨¢n la garant¨ªa de que el desarrollo de su plan nuclear va a ser para la paz. Brasil es favorable al control por parte de los pa¨ªses del ciclo de producci¨®n de uranio. Yo estoy de acuerdo con eso, Brasil lo controla. Tenemos un acuerdo con Argentina de vigilancia mutua refrendado por la ONU y gracias a esto hemos desarrollado nuestro propia tecnolog¨ªa. Nunca nadie ha sospechado que nuestro programa at¨®mico era para la guerra. No s¨®lo porque la Constituci¨®n brasile?a proh¨ªbe tener la bomba at¨®mica, sino porque nos hemos sometido a reglas. Brasil deber¨ªa exigir lo mismo a Ir¨¢n. Debe tener la libertad para desarrollar su programa pero corresponde a Teher¨¢n dar las garant¨ªas de que no ser¨¢ para uso militar. Insisto, no critico el gesto de Brasil, sino la insuficiencia del gesto, porque no pidi¨® a Ir¨¢n las garant¨ªas suficientes.
P. ?C¨®mo ve la pol¨ªtica de Brasil hacia Cuba?
R. Lula se equivoc¨® al no solidarizarse con un preso pol¨ªtico [El presidente brasile?o lleg¨® a La Habana horas despu¨¦s de la muerte del disidente Orlando Zapata el pasado 23 de febrero, tras 85 d¨ªas de huelga de hambre]. ?l sabe mejor que nadie lo que nos cost¨® la democracia en Brasil. Fue un momento diplom¨¢tico cr¨ªtico, lo reconozco, pero de no decir nada a casi justificar esa muerte... Eso no puede ser. Siempre hemos tenido una relaci¨®n correcta con Cuba. Siempre estuvimos en contra del embargo, pero eso no significa que no se pueda decir que se est¨¢n equivocando. Hay que decir: ?Qu¨¦ es eso, compa?ero!... Creo que en los ¨²ltimos seis meses Lula ha actuado m¨¢s con el coraz¨®n que con la cabeza.
P. ?Qu¨¦ hubiese hecho usted?
R. Brasil no puede ser el gendarme de Am¨¦rica Latina, pero s¨ª puede tener un papel pedag¨®gico en lo que a democracia se refiere. Es l¨®gico que tengamos una posici¨®n comprensiva y de no injerencia, pero por delante siempre est¨¢n esos valores de paz y los derechos civiles. Bolivia, por ejemplo, es un pa¨ªs pobre y con un pasado muy injusto. Comprendo las razones que llevaron a Evo Morales al poder. Pero las formas que ha adoptado son propias de la Guerra Fr¨ªa. ?Por qu¨¦ expropiar Petrobras? Por qu¨¦ no negociar el precio del gas o de inversiones por parte de la petrolera brasile?a. Ahora perdemos todos. Bolivia probablemente venda menos gas en el futuro y Brasil ha tenido que buscarlo en otra parte. Lula es un hombre muy conciliador, Morales podr¨ªa haber negociado con ¨¦l lo que hubiera querido. En Venezuela pasa lo mismo, la ret¨®rica del presidente Ch¨¢vez se ha radicalizado hasta un punto de no retorno. Lula es muy indulgente con Ch¨¢vez. Yo tambi¨¦n lo fui, pero ¨¦l mucho m¨¢s. La regi¨®n ha recuperado la maquinaria de la democracia, s¨ª, pero no el alma de la misma. A¨²n queda mucho por hacer para que haya igualdad ante la ley e igualdad de oportunidades.
P. Usted y Lula han demostrado tener un car¨¢cter conciliador. Pero los dos candidatos favoritos para las elecciones de octubre tienen fama de duros...
R. Jose Serra [candidato de Partido de la Social Democracia Brasile?a, el de Cardoso] es un pol¨ªtico duro y Dilma Roussef [la candidata del Partido de los Trabajadores] creo que m¨¢s dura. Conozco menos a Dilma pero s¨ª a Serra, fue mi ministro y sigo en permanente contacto con ¨¦l. Es un hombre muy determinado, un buen gestor y tiene una gran vocaci¨®n de servicio p¨²blico. Es tambi¨¦n un gran latinoamericanista. Y no s¨®lo por sus ideales, su esposa es chilena y su madre, argentina. Tiene un conocimiento transversal y muy profundo de la regi¨®n. Habla espa?ol mucho mejor que yo.
P. ?Por ejemplo, c¨®mo hubiera actuado Serra en la crisis hondure?a?
R. Serra hubiese respetado las elecciones en las que gan¨® Porfirio Lobo y no hubiese habido ning¨²n boicot para que Honduras participara en la pasada cumbre UE-Am¨¦rica Latina en Madrid. Ese gesto fue lo que llamamos un saludo a la bandera, es decir, la nada. Los golpes de Estado son injustificables y su condena una obligaci¨®n. Pero creo que el progresismo de la regi¨®n se ha volcado demasiado en favor del presidente Manuel Zelaya cuando tal vez ninguno de los dos pol¨ªticos hondure?os, ni el que estaba ni el que est¨¢, son progresistas.
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