Berlusconi, las seis brasile?as y el chiste de la camarera
Palacio Chigi desmiente que el primer ministro acudiera a una fiesta privada con seis bailarinas: "Era un grupo de folclore t¨ªpico"
El diario brasile?o O Estado de Sao Paulo dedic¨® este jueves una larga cr¨®nica a una supuesta exclusiva. Afirma que el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, coron¨® su reciente visita oficial a Brasil el lunes por la noche asistiendo a una fiesta privada celebrada en la suite de un hotel de lujo con seis bailarinas locales.
El art¨ªculo incluye una foto de la bailarina Alexandra Valen?a, especialista en barra vertical, de 28 a?os, quien declara que las chicas fueron convocadas a la fiesta por "un tal Valter", que se present¨® como "empresario italiano" y les prometi¨® una "pr¨®xima actuaci¨®n en un programa televisivo de un canal de Berlusconi".
La bailarina asegura haber cobrado 1.000 euros por actuar 12 minutos, alternando tango y lap dance, al ritmo de la canci¨®n Nao Enche de Caetano Veloso. "Durante la cena me presentaron el proyecto de un programa para la televisi¨®n de Berlusconi, y me dijeron que quer¨ªan llevar a brasile?as", afirma.
Pero desde Palacio Chigi, sede de la presidencia del Gobierno, llega fulminante una nota oficial que desmiente la reconstrucci¨®n del peri¨®dico brasile?o. "El lunes 28 de junio, el Presidente Berlusconi, acompa?ado por personas de su s¨¦quito y numerosos escoltas particip¨®, por invitaci¨®n de un empresario, en uno de los muchos recibimientos organizados. En esa circunstancia fue preparado un breve espect¨¢culo de folclore t¨ªpico en el que participaron artistas brasile?os", dice la nota.
Y a?ade: "El presidente Berlusconi no particip¨® en la cena posterior, y, tras una breve permanencia de cortes¨ªa, se march¨® para atender otros compromisos de trabajo. Por tanto las noticias aparecidas en algunos sitios web no tienen fundamento y son fruto de la voluntad de alguno por buscarse publicidad".
Durante el viaje a Brasil, Berlusconi dej¨® alg¨²n chiste vulgar que logr¨® sonrojar a los empresarios italo-brasile?os con los que se reuni¨®. Se ha hecho ya c¨¦lebre en Italia el chiste de la ciulatina, traducible como el del polvo. "La memoria juega malas pasadas", cont¨® Berlusconi, de 73 a?os, a su auditorio. "Esta ma?ana quer¨ªa echar un polvo con una camarera del hotel. Cuando se lo digo, ella me dice: 'presidente, pero si lo hemos hecho hace una hora'... ?Veis qu¨¦ bromas tan pesadas gasta la edad?". Ante las risas en la sala, la apostilla de Berlusconi: "No os fi¨¦is de qui¨¦n no se sabe re¨ªr, no os fi¨¦is".
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