Gu¨ªa de personajes del culebr¨®n L'Or¨¦al
Qui¨¦n es qui¨¦n en una trama de mucho dinero, poder pol¨ªtico y odios familiares
La millonaria
Liliane Bettencourt es la mujer m¨¢s rica de Francia, heredera del imperio L'Or¨¦al, con una fortuna de 17.000 millones de euros. A ra¨ªz del esc¨¢ndalo se ha descubierto que escond¨ªa dos cuentas opacas en Suiza que, seg¨²n promete, va a recolocar en Francia. Con 87 a?os, sorda y aislada, no se habla con su ¨²nica hija, Fran?oise, a causa de la denuncia que ¨¦sta interpuso contra su amigo, el fot¨®grafo Fran?ois-Marie Banier. La millonaria apareci¨® el viernes en televisi¨®n: aparentemente l¨²cida a pesar de la sordera, se fue por la tangente a la hora de responder sobre su presunto delito de evasi¨®n fiscal. A la pregunta de si entend¨ªa que la opini¨®n p¨²blica se extra?ara alarmara cuando se enter¨® de que hab¨ªa hecho regalos a un amigo por m¨¢s de 1.000 millones de euros, respondi¨®, algo despectiva: "S¨ª, lo entiendo; ?Y qu¨¦ pasa?"
El ministro.
Eric Woerth, de 56 a?os, era hasta hace tres semanas el ministro favorito de Sarkozy: tenaz, concienzudo, con mano izquierda para negociar con los sindicatos, fue promocionado como ministro de Trabajo en marzo para, precisamente, encargarse de la reforma m¨¢s importante del Gobierno en este momento, la del retraso de la jubilaci¨®n. Es tambi¨¦n, desde hace ocho a?os, tesorero de la UMP, el partido de Sarkozy. Desde mayo de 2007 y hasta que fue nombrado de Trabajo, fue ministro de Presupuesto y Cuentas P¨²blicas, encargado, entre otras cosas, de perseguir el fraude fiscal. Hace un a?o organiz¨®, precisamente, una campa?a contra las cuentas opacas en para¨ªsos fiscales como Suiza. Desde que las grabaciones del mayordomo de Liliane Bettencourt sacaran a relucir su oscura relaci¨®n (y la de su mujer, Florence) con la anciana millonaria, no hay d¨ªa en que Woerth no salga en los peri¨®dicos (para mal).
La mujer del ministro
La economista Florence Woerth, esposa del ministro de Trabajo, especializada en inversiones, fue contratada en 2008 en la casa Bettencourt a fin de que velara por la rentabilidad de su fortuna. Tambi¨¦n, seg¨²n algunas grabaciones del mayordomo, porque "el ministro lo pidi¨®". El hecho de que su nombre saliera en las conversaciones grabadas fue el detonante de la ramificaci¨®n pol¨ªtica de lo que hasta ahora era simplemente la ri?a de una (inmensamente rica) familia. Florence Woerth cobraba 13.000 euros al mes m¨¢s una paga anual extra de 50.000, seg¨²n ha revelado la ex contable. La mujer del ministro asegura que desconoc¨ªa la existencia de las cuentas suizas y que jam¨¢s actu¨® al margen de la ley. La Tribune, de Ginebra, denunci¨® hace d¨ªas que la economista viajaba con frecuencia a Suiza. Dimiti¨® hace dos semanas para no salpicar (a¨²n m¨¢s) a su marido.
El fot¨®grafo-dandi
Fran?ois-Marie Banier, de 64 a?os, fot¨®grafo, escritor, pintor, y, seg¨²n muchos, un caradura con mucho tino, est¨¢ acusado por la hija de Liliane Bettencourt de haberse aprovechado de la "debilidad" de la anciana para haberse hecho regalar dinero, seguros de vida, obras de arte, casas, mansiones, e islas, entre otras cosas, por valor de 1.000 millones de euros. El juicio, que iba a comenzar el pasado 4 de julio, se ha aplazado sine die.
El gestor
Patrice de Maistre, aficionado a la caza mayor y a los veleros imponentes, gestiona la fortuna de Liliane Bettencourt. Es el personaje que m¨¢s habla en las grabaciones de Pascal el mayordomo, aconsejando a la anciana, entre otras cosas, trasladar sus cuentas opacas a Singapur o pidi¨¦ndole un regalito (un barco), pagado, precisamente, con esas cuentas. ?l, seg¨²n la ex contable, personalmente se encarg¨® de dar a Woerth los 150.000 euros para financiar la campa?a de Sarkozy.
El mayordomo
Pascal B., de 47 a?os, fue mayordomo de los Bettencourt desde 1998. Ayudado por una grabadora que disimulaba envolvi¨¦ndola en una tela negra, grab¨® una treintena de conversaciones privadas (y muy comprometedoras) que Liliane Bettencourt mantuvo con los gestores de su fortuna, con sus abogados o con su notario. No se sabe a¨²n si lo hizo por su cuenta (como afirma ¨¦l) o pagado por los abogados de su hija (como afirman los abogados de la madre).
La contable
La contable Claire Thibaut se hab¨ªa mantenido hasta ahora en silencio. Ya no. Trabaj¨® desde 1992 en la casa Bettencourt. Era la encargada de llevar los libros de contabilidad y de librar pagos a m¨¦dicos, peluqueros, personal... Rigorista, seria y met¨®dica, no tomaba decisiones, se limitaba a registrar las partidas y las salidas de dinero de la inacabable fortuna de los Bettencourt. Fue despedida en diciembre de 2008, acusada de testificar en contra de la millonaria y, sobre todo, de Fran?ois-Marie Banier, en los interrogatorios de la polic¨ªa sobre el pleito que ¨¦ste mantiene con la hija de la anciana. Con una indemnizaci¨®n de 400.000 euros, se fue del palacete pero no olvid¨®. Su declaraci¨®n ante la polic¨ªa (y la entrevista posterior que concedi¨® al peri¨®dico digital Mediapart) han llevado este asunto, ya una bomba de relojer¨ªa creciente, al coraz¨®n mismo del El¨ªseo.
La hija
Todo esto comenz¨® porque en diciembre de 2007, dos semanas despu¨¦s de que muriera su padre, Fran?oise Bettencourt-Meyers, hija ¨²nica de Liliane Bettencourt, denunci¨® al fot¨®grafo con fama de caradura por aprovecharse de la anciana. Y sigui¨® cuando el mayordomo puso en manos de la hija las grabaciones. Con la intenci¨®n de probar la debilidad de la madre, su abogado las traslad¨® a la polic¨ªa (y tal vez a la prensa). ?Eran conscientes del material sensible que escond¨ªan?
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