Las palabras de libertad de las mujeres afganas
Un sitio web impulsado por una periodista americana ha reunido 40 voces femeninas que a trav¨¦s de Internet han encontrado la manera de infringir el silencio impuesto por el poder de los talibanes
Abres la p¨¢gina web y aparecen dos ojos. Dos ojos acuosos que te miran. Las palabras que los acompa?an te escrutan con la misma profundidad: "?Sois vosotros? ?Mis ojos? Cont¨¢is historias de otros ojos heridos. (...) Habl¨¢is desde el coraz¨®n de una mujer afgana, que come dolor y bebe l¨¢grimas, habl¨¢is del infeliz valle de la vida". El sitio web es el Afgan Woman Writing Project (AWWP) y este es el ¨²ltimo de los mensajes que pueden encontrarse en la comunidad virtual que recoge las voces de 39, hasta ahora, mujeres afganas. An¨®nimas, porque poner su nombre significar¨ªa condenarse a muerte. Escriben desde las provincias donde el poder de los talibanes a¨²n dicta ley.
No todas son poes¨ªas o cantos que anhelan la libertad, sino tambi¨¦n reportajes sobre historias que ning¨²n peri¨®dico cuenta porque es imposible penetrar all¨ª donde ocurren. Justo despu¨¦s del post de los ojos est¨¢ uno que se titula: Vida en una provincia controlada por los talibanes. El relato es espeluznante: "Dec¨ªs que quer¨¦is ayudarme, pero vivo en una situaci¨®n en la que no pod¨¦is hacerlo. (...) Hace dos d¨ªas, dos hermanos fueron asesinados porque los talibanes dec¨ªan que trabajaban por el Gobierno. Eran nuestros parientes. Uno ten¨ªa dos ni?os, el otro deja su mujer pre?ada. Las bodas son silenciosas porque no se puede tocar m¨²sica (...). Veo las vacas salir, pero yo soy una mujer y no puedo. Si lo hiciera, los talibanes me matar¨ªan y nadie preguntar¨ªa por qu¨¦".
"Veo las vacas salir, pero yo soy una mujer y no puedo. Si lo hiciera, los talibanes me matar¨ªan", se lee en uno de los relatos
El proyecto AWWP empez¨® en 2009, impulsado por la escritora y periodista americana Masha Hamilton, que estuvo en Afganist¨¢n como reportera en 2004 y 2008. No es la primera vez que combina af¨¢n humanitario y literario. En 2007 lanz¨® una iniciativa para llevar libros a las aldeas olvidadas de Kenia, otro pa¨ªs donde trabaj¨® de periodista. Hamilton, a trav¨¦s de las ayudas de otras mujeres volcadas en proyectos humanitarios en Afganist¨¢n, ha conseguido que algunas afganas aceptaran escribir sus historias y las enviasen por Internet, a pesar de los riesgos que esto conlleva.
Roya, uno de los pseud¨®nimos detr¨¢s de los que se ocultan las escritoras afganas del sitio web, ya ha escrito 58 veces en el sitio. Es la m¨¢s activa, tal vez porque, como cuenta en su perfil, le gustar¨ªa seguir estudiando y ser poeta. Las palabras sobre los ojos son las suyas. No todas son denuncias de violencia. Entre los versos y los relatos que hablan de silencios impuestos y abusos diarios se asoman palabras que cuentan otra realidad y abren otras perspectivas, como si tuvieran el poder de enmudecer la brutalidad a sus alrededores. Como las palabras de Husnia, cuyos versos, hasta ahora, solo han aflorado una vez en las p¨¢ginas de AWWP: "Tu amor me da fuerza, me ense?a c¨®mo amar a los dem¨¢s y disfrutar de la vida. Tu dulzura, madre, me ense?a a ser dulce. Tu abrazo me ense?a el camino para acercarme a los dem¨¢s. En tiempos de tristeza, tus lagrimas me donan energ¨ªa".
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