Un comando islamista ataca una central hidroel¨¦ctrica en el C¨¢ucaso del Norte
Dos guardias de seguridad mueren y tres turbinas de la central quedan destruidas
La guerrilla fundamentalista del C¨¢ucaso ruso lanz¨® esta ma?ana un ataque contra la central hidroel¨¦ctrica de Baks¨¢n, en Kabardino-Balkaria, una de las rep¨²blicas que integran la Federaci¨®n Rusa.
El comando, compuesto por cuatro o cinco hombres, pill¨® desprevenidos a los dos guardias de la central, a quienes mataron. Despu¨¦s, golpearon a dos operadores de la sala de m¨¢quinas y procedieron a poner cargas explosivas cuyo objetivo era destruir los turbogeneradores. Cuatro de las cinco cargas que pusieron detonaron, a consecuencia de lo cual dos de las tres turbinas de la central quedaron destruidas, as¨ª como una serie de otros equipos.
Las explosiones tambi¨¦n causaron un incendio, que abarc¨® tres plantas de la sala de m¨¢quinas. Los bomberos pudieron controlar el siniestro s¨®lo despu¨¦s de varias horas de lucha contra las llamas.
El ataque contra la central afortunadamente no da?¨® la presa, por lo que en ning¨²n momento hubo peligro de inundaci¨®n de los poblados cercanos. Los habitantes de la zona tampoco sufrieron problemas con la electricidad, ya que la central de Baks¨¢n es de reserva y de relativamente poca capacidad.
No es la primera vez que esta central de 25 megavatios de potencia -la m¨¢s antigua del C¨¢ucaso del Norte, construida entre los a?os 1930 y 1936- , es dinamitada.
Durante la Segunda Guerra Mundial, ante el avance de las tropas nazis y la inminente ocupaci¨®n de la zona, los sovi¨¦ticos hicieron explotar la hidroel¨¦ctrica de Baks¨¢n, con mucho m¨¢s ¨¦xito que los atacantes de hoy. Despu¨¦s de expulsar a los alemanes, los rusos comenzaron de inmediato a reconstruir la central y ya para 1946 ¨¦sta trabajaba a pleno rendimiento.
El ataque de la guerrilla isl¨¢mica contra la central puede marcar una nueva etapa en la lucha de los fundamentalistas, ya que se trata de la primera vez que eligen como blanco una instalaci¨®n civil que podr¨ªa haber causado una cat¨¢strofe de proporciones. Es verdad que en m¨¢s de una ocasi¨®n hab¨ªan amenazado con atacar infraestructuras estrat¨¦gicas, pero hasta hoy no lo hab¨ªan hecho.
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