El Ej¨¦rcito de EE UU afronta un nuevo esc¨¢ndalo de asesinatos en Afganist¨¢n
Cinco soldados son acusados de matar a tres civiles "por deporte" y guardar partes de los cuerpos de sus v¨ªctimas como trofeos
El Ej¨¦rcito de EEUU se enfrenta a un nuevo esc¨¢ndalo que implica a 12 de sus soldados desplegados en Afganist¨¢n. Cinco de ellos, detenidos ya en junio pasado, est¨¢n acusados de asesinar "por deporte" a tres civiles en la provincia de Kandahar, al sur del pa¨ªs, y otros siete de encubrir estos cr¨ªmenes.
A la luz de nuevos documentos divulgados en las ¨²ltimas horas por el propio Ej¨¦rcito, se sabe ahora que los cinco acusados de asesinato se enfrentan tambi¨¦n a cargos por mutilar cad¨¢veres, disparar contra civiles afganos "simplemente porque pod¨ªan hacerlo", consumir hach¨ªs y darle una paliza al recluta que los denunci¨®. Los informes se?alan que los soldados guardaban como trofeos "partes de los cuerpos" de sus v¨ªctimas, como huesos, dientes y cr¨¢neos. El portavoz del Pent¨¢gono, Geoff Morrell, calific¨® ayer las acusaciones de "muy graves", aunque destac¨® que todav¨ªa "no est¨¢n probadas", y dijo que si las acusaciones son verdaderas, se trata de una "anomal¨ªa en t¨¦rminos de la conducta de nuestras fuerzas armadas en el mundo".
Mutilaciones
De acuerdo con los investigadores y con los documentos legales, las discusiones de los asesinatos de civiles afganos comenzaron despu¨¦s de la llegada del sargento de personal Calvin Gibbs en la base de operaciones Ramrod el pasado mes de noviembre. Gibbs, de 25 a?os, tram¨® un plan con otro soldado, Jeremy Morlock, de 22 a?os, y con otros miembros de la unidad para formar un "equipo asesino". Mientras patrullaba durante los meses siguientes, presuntamente mataron al menos a tres civiles afganos.
De acuerdo con la hoja de las acusaciones, el primer objetivo fue Gul Mudin, asesinado "mediante el lanzamiento de una granada contra ¨¦l y los disparos con un rifle", cuando la patrulla entr¨® en la aldea de La Mohamed Kalay el pasado mes de enero. Morlock y otro soldado, Andrew Holmes, estaban de guardia en el l¨ªmite de un campo de opio cuando Mudin sali¨® y se detuvo al otro lado de la valla en la que estaban los soldados. Presuntamente, Gibbs entreg¨® a Morlock una granada, ¨¦ste la arm¨® y la tir¨® por encima de la valla cerca de los afganos presentes. Holmes, de 19 a?os, comenz¨® entonces a disparar por encima de la valla. Seg¨²n informa The Guardian , al final de ese d¨ªa Morlock le se?al¨® a Holmes que el asesinato ten¨ªa por objetivo la diversi¨®n y le amenaz¨® si se lo dec¨ªa a alguien.
La segunda v¨ªctima, Marach Agha, fue disparada y asesinada el mes siguiente. Al parecer, Gibbs le dispar¨® y coloc¨® un fusil cerca del cuerpo para justificar su muerte. En mayo, Mul¨¢ Adadhdad fue asesinado despu¨¦s de ser disparado y atacado con una granada.
Al menos uno de los soldados cogi¨® los dedos de las v¨ªctimas como recuerdos y algunos de ellos posaron para hacerse fotograf¨ªas con los cad¨¢veres.
Consejo de guerra
Cinco soldados (Gibbs, Morlock, Holmes, Michael Wagnon y Adam Winfield) est¨¢n acusados de asesinato y de agresi¨®n agravada, entre otros cargos. Todos los soldados han negado las acusaciones, y se enfrentan a la pena de muerte o a la cadena perpetua si son condenados.
Los asesinatos salieron a la luz en mayo, despu¨¦s de que el Ej¨¦rcito comenzara a investigar un asalto brutal contra un soldado que declar¨® a sus superiores que varios miembros de su unidad estaban fumando hach¨ªs. El militar, que fue sacado del entrenamiento b¨¢sico y cuyo nombre no ha sido facilitado, afirm¨® haber presenciado c¨®mo se fumaba hach¨ªs y se beb¨ªa alcohol de contrabando, pero inicialmente no inform¨® por lealtad a sus camaradas. Dos d¨ªas m¨¢s tarde, miembros de su secci¨®n, incluidos Gibbs y Morlock, le acusaron de "ladr¨®n", le dieron una paliza y le dijeron que mantuviese su boca cerrada. El soldado inform¨® de la paliza y de las amenazas a sus superiores y entonces comunic¨® a los investigadores lo que conoc¨ªa del "equipo asesino".
Despu¨¦s de la detenci¨®n de los cinco acusados en junio, otros siete soldados fueron acusados el mes pasado por intentar encubrir los asesinatos y por agresi¨®n violenta contra el soldado que inform¨® de los soldados que fumaban hach¨ªs. Las acusaciones ser¨¢n estudiadas a finales de este mes por un jurado militar, que decidir¨¢ si hay pruebas suficientes para ser juzgados por un tribunal militar.
Los investigadores del Ej¨¦rcito afirman que Morlock ha admitido su implicaci¨®n en los asesinatos y ha dado detalles del papel de otros, incluido Gibbs, pero su abogado, Michael Waddington, intenta suprimir su confesi¨®n alegando que su cliente fue interrogado cuando estaba bajo la influencia de medicamentos prescritos para sus heridas causadas en la guerra y que tambi¨¦n sufr¨ªa heridas cerebrales traum¨¢ticas.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.