Berlusconi obtiene la confianza condicionada de la C¨¢mara
La mayor¨ªa salva el primer escollo con 342 votos y gana tiempo para el voto anticipado
Un Silvio Berlusconi acorralado por la crisis interna de su alianza y sin convicci¨®n en su propio proyecto pol¨ªtico ha obtenido hoy un amplio apoyo de la C¨¢mara de Diputados italiana. Berlusconi ha salvado el primer escollo de una legislatura que parece condenada a morir antes de llegar a puerto. El primer ministro ha hecho un discurso conciliador, lleno de promesas antiguas y de imploraciones a la estabilidad, y ha pedido a la dividida mayor¨ªa e incluso a la oposici¨®n que evite las elecciones anticipadas por el bien del pa¨ªs.
Los 35 diputados escindidos del Pueblo de la Libertad con el presidente de la C¨¢mara, Gianfranco Fini, votaron a favor del jefe de Gobierno y ayudaron a sacar adelante la cuesti¨®n de confianza por 342 votos a favor, 275 en contra y tres abstenciones. El resumen de la larga sesi¨®n es que el Ejecutivo sigue en pie gracias a Fini y a los sicilianos del Movimiento por la Autonom¨ªa. Pero la irrecuperable falta de qu¨ªmica entre Berlusconi y su enemigo ¨ªntimo, y la sideral distancia que aleja a los finianos de la Liga del Norte, dejan al Gobierno en una situaci¨®n de interinidad precaria, y a merced del presidente de la C¨¢mara cada vez que deseen aprobar una ley. El juego de la cerilla contin¨²a.
Fini aprovech¨® una pausa del caldeado debate para avanzar en su plan de autonom¨ªa personal, y anunci¨® que la semana pr¨®xima fundar¨¢ su nuevo partido, Futuro y Libertad para Italia (FLI). La jornada, trufada de broncas e insultos, deja la sensaci¨®n de que el Gobierno est¨¢ cada vez m¨¢s debilitado y de que la estabilidad ser¨¢ ef¨ªmera. El epitafio lo puso el propio Umberto Bossi, l¨ªder de la Liga del Norte, con una de sus sentencias padanas: "Nada es eterno, y esto no durar¨¢ mucho".
Ante el Parlamento
Dos a?os y medio despu¨¦s de ser proclamado primer ministro con la mayor¨ªa m¨¢s amplia de la historia, Berlusconi acud¨ªa por primera vez ante el Parlamento en su peor momento. Con la alianza en desbandada, acusado de haber intentado despedazar a Fini a trav¨¦s de sus medios y de haber comprado a varios diputados tr¨¢nsfugas para tratar de formar otra mayor¨ªa. Berlusconi neg¨® haber fichado a nadie, aunque agradeci¨® el apoyo de los siete centristas de la oposici¨®n que votaron su discurso: "Han sido responsables y apoyan la estabilidad".
Berlusconi necesitaba al menos 20 diputados para poder prescindir de Fini. Al no encontrarlos, sabedor de que necesita tiempo hasta que los sondeos le sean m¨¢s favorables, traz¨® un discurso sin pol¨¦micas ni referencias a su adversario en el que desgran¨® cinco puntos de un programa solo enunciado: bajada de impuestos, federalismo fiscal, lucha contra la mafia, incentivos para el sur, reforma de la Justicia.
Como muestra de la fragilidad, Berlusconi empez¨® atacando a la oposici¨®n y acab¨® pidi¨¦ndole su apoyo. "Ya basta con el odio que arma la subversi¨®n", clam¨®, "hace falta reforzar la cohesi¨®n nacional. Los italianos no quieren ir a votar ahora y nos piden concordia y colaboraci¨®n. No hay alternativa posible a este gobierno. Todas las fuerzas moderadas deben apoyar al Ejecutivo".
Escudo judicial
Una vez m¨¢s, qued¨® claro que el principal objetivo del l¨ªder de la derecha es aprobar un escudo judicial para los altos cargos del Estado que le salve de sus procesos pendientes. Los finianos respondieron marcando distancias y poniendo condiciones. Fini dijo que era "inevitable" votar a favor de la confianza. Pero amenaz¨®: "Sobre las cuestiones que se refieren a la justicia (uno de los grandes motivos de su disenso) no hay nada nuevo, y habr¨¢ que ver c¨®mo se traducen en iniciativas legislativas las palabras de Berlusconi. Es in¨²til intentar imagin¨¢rselo ahora".
Desde Par¨ªs, el jefe del Estado recibi¨® con alivio la noticia de que la mayor¨ªa no se rompe, de momento. "Mejor as¨ª", ha comentado lac¨®nico Giorgio Napolitano. "Y ahora espero que esto se confirme en el desarrollo sucesivo".
La oposici¨®n se mostr¨® muy dura con Berlusconi. "No se sabe en qu¨¦ Italia vive, lleva 15 a?os vendiendo una f¨¢bula que es solo burbujas, es hora de irse a casa", dijo Pierluigi Bersani, secretario del Partido Democr¨¢tico, que por fin hizo un discurso pujante. Antonio di Pietro, l¨ªder de Italia de los Valores, acus¨® a Berlusconi de "vender humo y alfombras", y le defini¨® como "un violador de la democracia" y un corruptor mas¨®n". Berlusconi replic¨® diciendo: "Est¨¢ loco"
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